Agradecimientos
Puesto que probablemente no escribiré nunca nada más que sea digno de ser publicado, a menos que haya un mercado para las pegatinas amarillas para las necesidades domésticas, notas para las maestras nuevas (porque hace falta cierto estilo para escribir una nota dirigida a alguien cuyo nombre no recuerdas) y listas de la compra para maridos (también esto es, en cualquier caso, un arte: hay que colocar el ingrediente fundamental en una posición estratégica para que escape a salvo de las tachaduras), he pensado recoger aquí algunos agradecimientos. También para evitarme hacer un montón de llamadas de teléfono, algunas, como la que le debo a Santa Teresita, diríamos que un poco laboriosas.
Gracias a Dios, por todo aquello que sé que debo darle gracias, y también por aquello que ni siquiera comprendo. Dado que al paraíso sólo se entra por recomendación, y seguro que no por méritos, María, di tú alguna buena palabra en mi favor.
Gracias a los dos Papas de mi vida, por asegurarnos que aquello en lo que creemos no es un parto de nuestra fantasía. A Juan Pablo II , que ha escrito sobre la mujer y sobre la vida palabras definitivas. Al gran Benedicto XVI , que soporta por nosotros un martirio mediático sin precedentes.
Gracias a la Iglesia, de la que formo parte con orgullo, que a lo largo de los siglos ha acogido a los mejores cerebros en circulación, Tomás, Agustín, Bernardo, Teresa, Catalina, Teresita y otros miles conocidos y desconocidos.
Volviendo a la tierra, gracias en primer lugar a mi marido Guido, por su amor, su apoyo siempre y a pesar de todo, su dedicación, su generosidad, su paciencia, su arte para resolver los problemas, su sentido del humor.
Gracias a nuestros cuatro hijos, Tommaso, Bernardo, Livia y Lavinia, por existir, por ser como son, por haberme soportado un poco más cansada y distraída de lo habitual durante unos meses, y por no haberse roto ni siquiera un brazo a pesar de la reducción de mi vigilancia.
Gracias a mis padres, Nicola y Rosella, por haber dicho sí a la vida para mí, y por haberme criado como una persona de bien, después de todo, y también por todos los collares (y lo demás) que me regalan. Y gracias a mis hermanos Giovanni y Chiara que siempre me responden al teléfono, y no lo desconectan nunca.
Gracias a mis padres espirituales: al padre Emidio, cuya sabiduría he saqueado sin reserva alguna, al padre Bernardo, a la hermana Chiara Serena, a la madre Elvira, a Antonella T. y a don Ignazio, que me han engendrado en la fe.
Gracias a los padres de mi marido, Livio y Marisa, que dijeron sí a la vida para él, y que lo mantuvieron hasta que conseguí apropiármelo. Gracias también por todas las canciones de cuna y por las lasañas (a Raffaella por el departamento de dulces).
Gracias a todas mis amigas, fuente inagotable de consuelo y comparaciones. A Marina, que ha colaborado conmigo activamente poniendo a mi disposición su inteligencia, su sensibilidad y sus apuntes. A Daniela, que es mi teóloga moral personal, consultable vía telefónica veinticuatro horas al día. A Alessandra, Angela, Antonella, Carmen, Chiara B. y M., Claudia, Costanza, Cristiana, Elisabetta, Emanuela, Francesca F. y M., Giorgia, Isa, Lucia, Maria Cristina, Maria Grazia, Maura, Morena, Noemi, Paola, Patrizia, Rita, Roberta, Silvia, Silvana y Stefania: amigas fundamentales, fuente de continua inspiración. En este libro hay un pedazo de cada una de ellas (también están Ilda y Paola que ya no están).
Gracias a Paolo, mi queridísimo amigo indispensable y maestro de humor; a Giancarlo, que fingía no darse cuenta de los ojos vidriosos con los que miraba la pantalla en la redacción después de las noches pasadas escribiendo; a Gabriele, siempre precioso en los momentos cruciales de mi vida.
Gracias a aquellos que están de parte de la vida, sea cual sea la forma, a Carlo Casini y a todos los demás. Gracias a Giuliano Ferrara, que ha convertido en glamour la causa de la vida.
Gracias a Jean Kerr y a Edma Bombeck, cuyos libros me han hecho reír hasta las lágrimas durante las tomas nocturnas (de día, para hacerse notar en público, mejor cualquier elegante cubierta de Adelphi o de Fondazione Lorenzo Valla). Gracias a Jo Croissant, que con El misterio de la mujer, del que he bebido a manos llenas, me ha ayudado a mí y a muchas de mis amigas a comprender el sentido misterioso y maravilloso de nuestra misión.
Un agradecimiento especial va dirigido aparte a Camillo Langone, que me ha inspirado, y acompañado: sin él no existiría ni una sola línea de este libro. Quizá no sería una gran pérdida para la humanidad, pero gracias de todas formas.
COSTANZA MIRIANO (Perugia, Italia, 1970). Es licenciada en literatura clásica y periodismo trabajando en los telediarios de la televisión pública RAI-3 durante quince años.
Vive en Roma, está casada y es madre de cuatro hijos. Actualmente se ocupa de la información religiosa en Radio Vaticano, y colabora en distintas publicaciones.
Hizo su debut como escritora en 2011 con Cásate y sé sumisa, una colección de cartas a sus amigos en el que argumenta de forma convincente la visión cristiana del matrimonio. Al año siguiente publicó Cásate y da la vida por ella, esta vez dedicada a los hombres. Su último libro lleva por título Obedecer es mejor.
Título original: Sposati e sii sottomessa. Pratica estrema per donne senza paura
Costanza Miriano, 2011
Traducción: Mariano Catarecha & Sebastián Montiel
Diseño de cubierta: Armando Bernabéu y Paco Gómez
Editor digital: Titivillus
Primer editor digital: Carlos. (r1.0)
ePub base r1.2
Notas
[1] El Zecchino d’Oro («Monedita de Oro») es una exposición internacional de canciones de niños y niñas, que promueve la producción de canciones para ellos, artísticamente válidas e inspiradas en ideales éticos, cívicos y sociales. [Todas las notas de esta obra son de los traductores].
[2] En el italiano original: era una notte buia e tempestosa, que es la traducción literal de la famosa frase inglesa it was a dark and stormy night, extraída del relato Paul Clifford, de Edward Bulwer-Lytton. La popularidad de la frase se debe, sobre todo, a que Snoopy, el perro de las tiras cómicas de Charlie Brown la usa a menudo. La autora cita al célebre beagle a continuación.
[3] Un robot destructor del mal, personaje de una serie de dibujos animados japoneses.
[4] Gap es una tienda on line de ropa barata.
[5] Nutella es una marca comercial de crema de cacao azucarado y avellanas para untar en el pan.
[6] Plato típico de la Toscana a base de verduras frescas.
[7] Famosa canción de Johnny Nash.
[8] Se refiere a la obra de Santa Teresa de Ávila.
[9] Fragmento de la letra de una canción de Richard Cocciante titulada Un nuovo amico.
[10] Se trata de Valeria Solarino, una famosa y guapa actriz italiana nacida en 1979 en Venezuela de padres italianos.
[11] En inglés en el original: free lance (literalmente, «lanza libre») es un término acuñado en la novela Ivanhoe por Walter Scott para designar a los caballeros medievales mercenarios. Se aplica al trabajo que muchos profesionales hacen por cuenta propia.
[12] Francesco Totti es un excepcional futbolista italiano que, en la actualidad, es delantero de la Roma.