Rick Warren
El Poder De Transformar Su Vida: Cómo obtener significado en lugar de mediocridad personal
La misión de Editorial Vida es proporcionar los recursos necesarios a fin de alcanzar a las personas para Jesucristo y ayudarlas a crecer en su fe.
© 2000 EDITORIAL VIDA
The Power to Change Your Life
© 1998 por Rick Warren
A Amy, Joshua y Matthew.
Estoy muy orgulloso de cada uno de ustedes.
Es mi oración que demuestren con su vida el mensaje de este libro.
1. EL PODER DE TRANSFORMAR SU VIDA
¿Qué le gustaría cambiar de usted? ¿Le gustaría sentirse más seguro, estar más relajado? Tal vez quisiera ser más sociable, menos ansioso o menos tímido. La mayoría de nosotros tiene más que un poco de interés en cambiar pues reconocemos que siempre hay lugar para mejorar.
¿Por qué no puedo cambiar?
Durante mis años como pastor, la pregunta que más me han hecho es: «Rick, ¿por qué no puedo cambiar? Quiero cambiar, de veras que quiero hacerlo. Pero no sé cómo, o no tengo el poder.»
Vamos a seminarios y conferencias, buscando la cura indolora que altere nuestras vidas y nos dé una autodisciplina instantánea. O comenzamos una dieta. En una ocasión me puse a dieta por toda una tarde.
Nos hacemos miembros de gimnasios y el entusiasmo dura alrededor de dos semanas. Entonces volvemos a la misma rutina. No cambiamos. Leemos libros de autoayuda, pero el problema con estos libros es que nos dicen qué hacer, pero no pueden darnos el poder para hacerlo. Dicen cosas como: «Libérese de todos sus malos hábitos, sea positivo, no sea negativo.» ¿Pero cómo? ¿De dónde saco el poder para cambiar? ¿Cómo puedo poner mi vida en marcha? ¿Cómo rompo el molde en el que me encuentro? Buenas noticias. El cristianismo ofrece el poder que necesitamos.
Usted puede tener el poder de la resurrección
La palabra poder aparece cincuenta y siete veces en el Nuevo Testamento. Es la palabra usada para describir el suceso más poderoso que jamás ocurrió, el acontecimiento que marcó dos eras (a.C. y d.C.). Este fue la resurrección de Jesucristo de entre los muertos. ¡Y ese poder de la resurrección está disponible para cambiar su vida!
Lo más importante en la vida es conocer a Cristo y experimentar el poder de su resurrección. Pablo escribe: «Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección» (Filipenses 3:10). En otra carta Pablo escribe: «Y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales» (Efesios 1:19-20).
Para poder, Pablo usa la palabra griega dunamis que es la raíz de nuestra palabra dinamita. Así que Pablo está diciendo: «Dios quiere darte el poder de la dinamita en tu vida, el poder que puede cambiar tu vida.» Sí, ese mismo poder que levantó a Jesucristo de entre los muertos hace dos mil años está disponible para usted ahora mismo para transformar en fortalezas las debilidades de su vida. La Biblia describe el poder de la resurrección como el poder para anular su pasado, el poder para vencer sus problemas y el poder para cambiar su personalidad.
El poder de Dios anulará su pasado
Primero, el poder de la resurrección es el poder para anular su pasado. Estoy hablando de sus fracasos, errores, pecados y remordimientos. Y cuando hablo de anular, no me refiero a negar el pasado como si nunca hubiera existido. La palabra anular significa eliminar, neutralizar, compensar algo.
¿Alguna vez llegó a la mitad de un proyecto y deseó poder empezar de nuevo? Usted está pintando la sala, y se detiene para mirar el color que parecía perfecto en la muestra. En la pared, sin embargo, no se ve tan perfecto. Quisiera empezar otra vez.
Muchas personas sienten eso mismo respecto a la vida: «Cometí demasiados errores. Desearía poder borrarlos y comenzar de nuevo.»
Fracasos, problemas y decisiones equivocadas; todos sufrimos por causa de estos.
Solo que algunas personas no pueden desligarse del pasado y como resultado, permiten que su pasado limite las oportunidades presentes. Viven en un estado de remordimiento constante. Continuamente dicen: «Si no hubiera hecho esto» o «si hubiera hecho estos cambios.» Siempre se están arrepintiendo. Se atormentan con recuerdos dolorosos: «Lo eché a perder, y lo estaré pagando por el resto de mi vida.»
Dios dice que es innecesario vivir con esa pesada carga de culpas, viejas heridas y recuerdos de errores. En Colosenses 2:14, él dice que nos perdonó todos los pecados y que anuló todo récord de deuda que teníamos que pagar. Él lo hizo al permitir que Cristo fuera clavado en la cruz.
Jesucristo conoce los errores que usted cometió, pero él no vino para restregarlos en su cara. Vino para borrarlos. Él no vino para condenarlo, él vino para cambiarlo. ¡Es posible hacer borrón y cuenta nueva! Se parece mucho al juguete de mi hijo Etch A Sketch (pizarrita que al sacudirla borra lo que se dibujó). Si hace mal un diseño o dibujo, todo lo que tiene que hacer es invertirla para borrar el dibujo. Entonces, empieza de nuevo. La Biblia dice que eso es lo que Dios hace con los errores que cometo. Cuando voy a él, borra la pizarra y la deja limpia.
En Jeremías 31:34, Dios le dice a los israelitas «les perdonaré su iniquidad, y nunca más me acordaré de sus palabras». Esta tiene que ser una de las declaraciones más asombrosas de la Biblia, que el Dios que hizo el mundo «olvida». Hoy, cuando venimos a él, le confesamos nuestros pecados y luego le pedimos perdón, él anula nuestro pasado. Dios decide olvidar nuestras equivocaciones, nuestros errores y fracasos. ¡Esa es una buena noticia! Aun si muriera esta noche y allá en el cielo se parara frente a Dios, podría preguntarle sobre algunos pecados que cometió ayer, y él le diría: «¿Qué pecado?»
Él anula su pasado y lo libera para que continúe viviendo el presente.
¿Por qué Dios puede anular su pasado?
Ahora bien, ¿cuál es la base para este perdón?
Cuando Jesús murió, una de sus últimas declaraciones desde la cruz fue: «Todo se ha cumplido» (Juan 19:30). En griego, eso es una sola palabra tetelestai, que literalmente quiere decir «cuenta pagada», «anulada». Esta era la palabra que los comerciantes escribían en las facturas cuando se liquidaba la deuda: «cuenta pagada». Se acuñaba en el documento relacionado a una condena de prisión que sería conmutada. Jesús dijo que eso fue lo que hizo en la cruz. Saldó la cuenta por todos los pecados que usted cometió. Romanos 8:1 nos dice: «Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús.» Jesús fue crucificado en la cruz para que usted dejara de crucificarse. ¡Esto es una buena noticia!
Ahora la pregunta es esta: Si Dios perdona un pecado en el momento que usted lo confiesa, ¿no cree que usted también debe perdonárselo? ¿Por cuánto tiempo recuerda una cuenta que ya pagó? Yo me olvido de mis cuentas tan pronto como las pago. No me preocupo por la cuenta de la electricidad del mes pasado. Alguien dijo que cuando le entregamos a Dios todos nuestros errores y fracasos, él los tira en la parte más profunda del mar. Entonces, pone un letrero que dice: No pescar. Él no quiere que sigamos desenterrando nuestros pecados.
Pablo dijo: «Olvidando lo que queda atrás… sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús» (Filipenses 3:13-14). Sin embargo, podemos provocar un cortocircuito en el poder de Dios en nuestras vidas al no creer que en realidad él nos perdona o si decidimos no perdonarnos. El poder de Dios es el poder que anula su pasado.
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