Palabras del alma
Primera edición: 2019
ISBN: 9788417887193
ISBN eBook: 9788417887650
© del texto:
Ángel Valor
© de esta edición:
CALIGRAMA, 2019
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Impreso en España – Printed in Spain
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Para esas personas que me apoyaron y creyeron en mí y en mis sueños… Simplemente, gracias.
BN, Aran, Chimi, Pat
Crecimiento Personal
Este título no es más que el preludio de algo que yo, realmente, considero impersonal. A pesar de que cada escrito está hecho con una función o sobre un caso concreto, cada uno de ellos abre las puertas de los sentidos y se podrá entender de mil maneras diferentes. Desplegad la mente ante la comprensión de cada frase y dadle rienda suelta a la imaginación. El propósito real de cada pequeño relato que leáis no es sino la posibilidad de viajar a los recovecos más ocultos de vuestra mente. El pensamiento es libre y los sentimientos no son más que la evolución constante frente al ahogo de las circunstancias que nos frenan ante las situaciones de la vida. No hay más miedo que el propio miedo a expresar lo que sentimos.
Casi una década
Aún noto dolor, veo las estrellas de otro color. Cada vez que hago una flexión, una dominada o sentadilla, me invade la emoción, la sensación de sentirme mejor. Con el hecho de recordar que lo que no me mató me hizo más fuerte, reforzarme físicamente es mi intención. Más de un día no me podía levantar, pero volvía a aquel momento y, en mitad de la rehabilitación, sin poder tan siquiera hablar, débil y frustrado, resurgía entre mis lágrimas, lo volvía a intentar. Y es ahora, en el presente, cuando mi mente me recuerda que siempre habrá algo por lo que luchar. Aquel momento de mi vida lo cuento con toda normalidad, como si no hubiese pasado; como si todo siguiese igual. Aunque, en el fondo, reconozco que no es así. Pero hace demasiado que no recuerdo aquella vez en que vi mi vida pasar ante mí. Como si fuese una película, fotograma a fotograma, sin poder cambiar de programa. Y, de repente, una luz lo inundó todo dejándome helado, paralizado en una cama… Sin saber ni siquiera dónde estaba. Al despertar, parecía un mal sueño, ni poniéndole empeño lo recordaba. Tan solo me quedaba comunicarme con gestos, pensé que me quedaría así para los restos. Y aquí estoy, después de casi una década de aquel encuentro con la muerte, todavía dando guerra. Y en muchas de mis noches aún le digo: «Jódete, perra».
Corazón mío
Corazón mío, cuéntale al destino que si no estuve fino por cuidarla no fue por ignorancia; sí por falta de empatía. Su parte de agonía nos hundía y reprimía en un solo camino, en una sola dirección… Yo ya di mi parte, y sabemos que ya no hay cabida en la superación. Si fui un error, que el dolor haga mella en la realidad de su elección. Dile que ya no tendrá el cobijo entre mis brazos. Recuérdale día a día por qué sufrimos los lazos de gente de fuera que no se preocupaba por ella a la primera. Si quisiera prioridad, no deberíamos de haber sido opción. Con razón acabamos rotos y apagados, con la sensación de ser más sombras que ángeles alados. Hoy toca volver a intentarlo, volver a querer vivir sin descansar. Reír sin acabar llorando y ni tan siquiera naufragar por el impacto indirecto de personas que conocen el talento, pero no el amor directo. Cuéntale una vez más a este sino que las frustraciones nos encadenan a cerrar los ojos al destino. Adivino divino o divinidades falsas creadas con el famoso pan y vino. La verdad, me importa muy poco ya haber tratado como deidad a alguien, si fui el oratorio de piedra en su camino. En el que descargaba su rabia y resto con nosotros. Corazón mío, háblale a la vida y no cambies de guion. Volvamos a darle en los morros a la gente que por nosotros no apostó. Y que, creyéndose reyes, vieron que sus leyes no eran más que palabras vacías contra corazones llenos. Y nosotros simples plebeyos llenos de sentimiento y superación. Volvamos a querernos por completo. Que para que nos traten de poco, siempre estaremos tú y yo.
Veneno en las venas
Cuando no hay más interesado que el desinteresado interés del más interesado en un mundo en el que se ha perdido la magia del interés humano, solo queda la perspectiva del anonadado. Crueldad dialéctica y buenas caras ante personas que dirigen los puñales. Desde arriba te las mandan y esconden la mano. No hay piedras, sino dagas, salvan el culo con tal de no sacar la verdad del zulo. Maniobran desde lo oscuro los tejemanejes de la distorsión… Mientras sigan con la cartera llena, no te queda más opción que ver cómo una sonrisa cómplice se convierte en la espada de un destructor. Y es que así funcionan cada vez más las cosas. Te la dan por la espalda, sin marcaje, sin arbitraje ni tiempo de descuento. Repugnan con sus titulaciones de niveles. Se creen dioses por tener un papel pagado y no saben que luego no dan pasión a los de alrededor. No sienten más que por sus bolsillos y ejercen un camino sin conocer que los pasos en esa carretera son algo que se ha perdido. Por culpa de gente así es por lo que ciertas cosas quedan abocadas al olvido. Si quieren magia, que aprendan a generarla y no a apalabrarla. Si quieren salvar el culo, que dejen de lamerlo ante otros solo por un papel ridículo hecho de dinero. Espero que algún día a esas personas les den la hostia que se merecen, porque el karma no avisa, solo llega y te sorprende.
P. D.: Dejad de jugar con las mentes y no seáis tan mezquinos. Que para vuestros propios intereses no os importa romper ilusiones ajenas, no tenéis sangre, sino veneno en las venas.
Sé tú mismo
Quiere sin medida, ama con locura y pierde la cabeza con momentos de ternura. Sufre en silencio, sigue adelante ante cualquier obstáculo; clavando el báculo de una personalidad arrolladora. Con humor desternillante, haz sonreír a la gente que te rodea. Sé ingenioso, no cedas ante el egoísmo. Sucumbe por miedo a perder, pero que no controlen esa emoción… Sé tú mismo en cada acción de la vida. Que ya llegará tu momento. Si te da un golpe, rompe el molde que te aprisiona. Libérate de las cadenas que reprimen todo lo que te apasiona. Ser tú mismo no es más que ser lo que quieres, no lo que te hacen ser.
Sabia locura
Dicen que los locos son más felices. Locura sana, a veces cantos de rana y otras con comentarios del tipo… Jodiendo la marrana. Sin miedo al qué dirán, dispuestos a las mayores peripecias. Las mejores sensaciones siempre vendrán de las mentes más inquietas. Quizás sin metas fijas, pero con un objetivo entre las cejas: «Seamos diferentes ante el día a día. Cerremos bocas ante los múltiples espejos de la sociedad». La humanidad cada vez es más un clon, sin particularidad, no se distinguen por algún don. No hablo de anarquía o ambición, sino de expresar libremente, sin miedo a que repriman cada sensación. Pocas personas son claras. Ni en las buenas ni en las malas. Cada vez se lame más el culo al que se hace el duro, creyéndose el más interesante por tener el músculo más impresionante. Y la realidad no es más que la fachada. Acabas perdiendo hasta el intelecto, no pasa siempre, pero sí es lo más corriente, un Hulk de piel clara con cerebro de serrín. Y es que, señoras, señores, creemos que si no encajamos es por no ser ese espejo, ahí lo dejo. La misma ropa, el mismo pelo. Menudo camelo. Prefiero seguir siendo un loco enamorado desde que me levanto hasta que me acuesto. Con mis altibajos y atascos, mis diferentes días, algunos más arriba y otros más abajo. Vivamos según lo que nos marquen el corazón y la pasión. Mezclémoslo con un toque de razón y una pizca de sentimiento. Luzcamos la mejor sonrisa ante el amanecer más luminoso y llenemos nuestras historias de anécdotas y recuerdos hermosos…