• Quejarse

Arturo Jauretche - Los profetas del odio. Volumen 1 de 2

Aquí puedes leer online Arturo Jauretche - Los profetas del odio. Volumen 1 de 2 texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 0, Género: Ciencia / Política. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

No cover

Los profetas del odio. Volumen 1 de 2: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Los profetas del odio. Volumen 1 de 2" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Arturo Jauretche: otros libros del autor


¿Quién escribió Los profetas del odio. Volumen 1 de 2? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Los profetas del odio. Volumen 1 de 2 — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Los profetas del odio. Volumen 1 de 2 " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

DIEZ AÑOS DESPUÉS

(A MANERA DE PRÓLOGO)

I

Para entender este ensayo, descifrar las razones del éxito en el instante de su aparición y el interés que continúa despertando , es necesario, en primer lugar establecer la situación del país en la época en que se publica; luego advertir sus cualidades ajenas al episodio político suficientes para otorgarle el valor que aún posee. En Mayo de 1957 aparece la primera edición de “ Los Profetas del Odio ” a los dos meses la segunda. En el breve lapso se editan veinticinco mil ejemplares y número poco común para una obra que carece de la publicidad que brinda la estructura cultural del país. La vertiginosa difusión obedece, en consecuencia y a otras causas más profundas que las que surgen del aparato publicitario. Acaso la más evidente consista en atribuirle una perfecta condición de obra de circunstancias. Lo q ue no consiste en un error, aunque restrinja al plano de lo ocasional del momento político, situaciones en que éste se anula con sus antecedentes inmediatos, con la historia y , de manera fundamental, con la estructura cultural del país. Operan , además, en el conjunto de factores, el lector acuciado por la crisis y, por qué no, la personalidad del autor. En los veinte meses transcurridos desde el 10 de setiembre del 55. la restauración liberal victoriosa en la instauración de sus formas económicas, transitaba de fracaso en fracaso al pretender idénticos resultados en lo político. La resistencia contra el sistema no sólo movilizaba a los vencidos por la revolución. Al mismo tiempo sus iniciales partidarios, fervorosos creyentes en los estribillos ideológicos liberales, advertían la paulatina erosión de sus ilusiones democráticas. El inmediato pasado, diez o quince años a lo sumo para una generación todavía joven, resolvíase en las torpes contradicciones impuestas por la realidad política.

El argentino que abre los ojos a la vida del país en los últimos años de la década del treinta, se encuentra sumido en un entrevero ideológico en el que el país no existe. El imperialismo instalado, a través de sus personeros, en el manejo de. nuestros intereses reproduce los términos de la contienda internacional . Por un lado la “ barbarie nazifacista ” , por el otro la “democracia y la libertad ” , la “civilidad ” contra el “ militarismo ” . Al desencadenarse la matanza, la propaganda moviliza su arrolladora maquinaria. La tradicional dependencia de la Argentina, gobernada por l os abogados de la libra o del dólar la ubica en el bando de la “democracia ” . El otro sector, integrado también por miembros de las clases altas, reacciona a favor del nazismo obedeciendo a consignas tan extrañas al país como las de su oponente por más que agite una bandera nacionalista . Mientras “nazis ” y “ democráticos ” disputan en el idioma de los patrones internacionales, la mayoría del pueblo permanece al margen, indiferente al desnaturalizado conflicto. Me refiero a una mayoría popular inmunizada contra las agresiones ideológicas, por la simple razón de no haber padecido las deformaciones espirituales de los beneficiarios de la “ cultura ” . Estos últimos, productos de la escuela media o de la Universidad„ soportan el fuego cruzado de ambos bandos. Permanecer neutral resulta casi imposible, significa ingresar a una tierra de nadie agredida por ambos contrincantes. Los diarios. los compañeros, los profesores, el agradable rostro de la vida “ libre ” conducen a adoptar una actitud, en la mayoría de. los casos, favorable a los defensores de la libertad. Moreno, Rivadavia, Sarmiento, Mitre, aparecen junto a los políticos que a la sazón dirigen la batalla contra Alemania. En la misma selección de los “pr ó ceres ” nativos se pone especial cuidado en preferir a los “civile ” ; cualquier manifestación militar cae bajo la sospecha de nazi. La formación histórica, la presión del medio social y cultural, la identificación del actor o la actriz de moda con los personajes de las bélicas epopeyas cinematográficas, configuran una carga, racional y subjetiva, demasiado pesada para que el joven de la clase media universitaria no sucumba bajo su peso.

Al producirse la caída del “ nazi ” Castillo, durante un breve período el gobierno revolucionario despierta las esperanzas democráticos. Serán, empero, los profesores universitarios. junto a ocasionales aliados, quienes inicien la oposición contra los nuevos gobernantes. esta vez con alguna razón , por las simpatías que éstos experimentaban a favor de los dictadores de derecha europeos. Los ridículos sueños virrey nales de algunos funcionarios, el hispanismo colonial de otros y las prusianas veleidades de ciertos militares, integran un panorama lleno de confusión que servirá a los democráticos para calificar en todo su transcurso a l a revolución del 43, Alineados en sus propias trincheras, escasos serán los que lleguen a evolucionar; por el contrario cada episodio endurece los antagonismos, fomentados por los combatientes de ultramar y sus servidores locales. Los “ democráticos ” incapacitados por su distorsión ideológica, no alcanzan a reconocer el valor de las masivas manifestaciones de octubre de 1943, La democracia es patrimonio de los democráticos. El pueblo, por numeroso que sea sigue los pasos de un militar, en consecuencia, el pueblo es nazi. La puerilidad del razonamiento mantendrá idéntico vigor diez a ño s después. Será entonces cuando Ja genealogía de los vencedores se pondrá de manifiesto, los inmutables próceres presidirán el “reencuentro” , idéntica “ civilidad ” repetirá los estribillos reconocidos, subsistirán idénticos los odios.

La misma clase que en la Junta de la Victori ” brindaba por las armas de “Papacito Stalin ” obedece al mandato democrático de sus verdaderos patrones, enfrentados con el antiguo y venerado compañero. El comunismo podrá ser el enemigo internacional, mas aquí dentro de la frontera del país actuará como democrático aliado contra el enemigo nacional de los privilegios de clase, uniránse con el fervor de los tiempos de la batalla de Stalingrado contra el “nazismo criollo” , contra el “totalitarismo milita ” . Sólo que en esta nueva alianza andarán junto a los democráticos y sus amigos de la izquierda , l os frustrados hispanistas, los nacionalistas de derecha.

Si me detengo a describir los hechos señalados es porque considero necesario conocer los antecedentes que ordenaron ideológicamente a la revolución del 55. Se ha convertido en un lugar común, afirmar que cada argentino preocupado p or la condición dependiente del país, debe recorrer un ineludible camino de Damasco. Educado para publica no, un día descubr e l a vocación apostólica estrechamente unida a la irredenta situación de la Patria. En la enturbiada realidad política se confunden los perfiles de muchos antagonistas. Es verdad que detrás de las palabras prestigiadas por la propaganda, como democracia y libertad, se esconden los más formidables intereses económicos. No menos verdadero es que las ideologías se condicionan desde los centros de poder económico, regulándoselas al servicio de su objetivo. A pesar de ello, jamás hubiesen triunfado sin la protección de la máscara ideológica. Sólo que es menester señalar el carácter de las diferentes clases que integran la sociedad argentina, en relación con l a proclividad a adquirir ideologías.

La clase alta y la clase obrera —la oligarquía y el pueblo — conocen el tamaño de sus intereses; poco propensas a la metáfora, acostumbran a llamar las cosas por su verdadero nombre. Rara vez yerran en la elección del instrumento para alcanzar sus objetivos; distinguen, en lo más confuso del entrevero cuál es el verdadero aliado y cuál el meramente ocasional . La clase media en cambio, colindante en sus extremos con las otras dos, actúa bajo la presión que le imponen ambas, en la beligerancia que las enfrenta. Condicionada por la estructura económica imperante y por la dependencia internacional del país, conoce de una manera rudimentaria la injusticia social que la sostiene. Se rige en los aspectos primarios de la vida por las pautas de sus vecinos de arriba, mientras procura idealmente comprender las necesidades de los de abajo . Educada dentro de la tradición pedagógica del liberalismo, por maestros elegidos en mérito a la adhesión al régimen, cultural mente subordinados a las metrópolis del prestigio mundial, la clase media padece íntimas contradicciones, cayendo, en procura de su expresión, en las trampas ideológicas tendidas a su paso. Escindida por la artificial antinomia izquierda-derecha, pretende reconciliarlas en lo social y económico, le preocupan la libertad y la igualdad en términos individuales, éticos, como propone la tradición liberal. Planteado el problema, su único fundamento se encuentra en la ideología que por serlo carece de raíz nacional.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Los profetas del odio. Volumen 1 de 2»

Mira libros similares a Los profetas del odio. Volumen 1 de 2. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Perez Reverte Arturo - Patente De Corso 2011
Patente De Corso 2011
Perez Reverte Arturo
Perez Reverte Arturo - Patente De Corso 2010
Patente De Corso 2010
Perez Reverte Arturo
William Ospina - Aurelio Arturo
Aurelio Arturo
William Ospina
Arturo Santamaría López - Legislación
Legislación
Arturo Santamaría López
Arturo Luna Briceño - Desaparecidos
Desaparecidos
Arturo Luna Briceño
Arturo Leyte - Heidegger
Heidegger
Arturo Leyte
Arturo Pérez-Reverte - La Reina del Sur
La Reina del Sur
Arturo Pérez-Reverte
Reseñas sobre «Los profetas del odio. Volumen 1 de 2»

Discusión, reseñas del libro Los profetas del odio. Volumen 1 de 2 y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.