Metodología de la investigación social : caja de herramientas / Mariana Caminotti ... [et al.] ; compilado por Mariana Caminotti ; Hernán Pablo Toppi. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Eudeba, 2020. Libro digital, EPUB - (Material de cátedra) Archivo Digital: descarga ISBN 978-950-23-3051-8 1. Ciencias Sociales. 2. Investigación Cualitativa. 3. Metodología de la Investigación. I. Caminotti, Mariana, comp. II. Toppi, Hernán Pablo, comp. CDD 300.72 |
Eudeba
Universidad de Buenos Aires
Primera edición: septiembre de 2020
© 2020
Editorial Universitaria de Buenos Aires
Sociedad de Economía Mixta
Av. Rivadavia 1571/73 (1033) Ciudad de Buenos Aires
Tel.: 4383-8025 / Fax: 4383-2202
www.eudeba.com.ar
Diseño de tapa: Silvina Simondet
Corrección y composición general: Eudeba
Hecho el depósito que establece la ley 11.723
No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su almacenamiento en un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico, mecánico u otros métodos, sin el permiso previo del editor.
Introducción
La importancia de la ciencia social y de los métodos
Mariana Caminotti y Hernán Pablo Toppi
Muy difícilmente una persona viva en el aislamiento como alguien perdido en una isla desierta luego de un naufragio. Incluso el personaje principal de una película que retrata una situación como esa busca, en la soledad de esa isla, relacionarse con personas. Los individuos tendemos a vivir en sociedad y a vincularnos con nuestros semejantes. Ahora bien, la vida en sociedad tiene múltiples facetas que están configuradas no solo por las diferentes situaciones que atravesamos, los contextos y las condiciones de vida, sino también por nuestras cosmovisiones. En otros términos, la vida en sociedad involucra la pluralidad de ámbitos, acciones, puntos de vista y opiniones. Es importante, entonces, poder estudiar, comprender y explicar cuáles son las particularidades de los escenarios sociales en los cuales vivimos y entramos en relación con los y las demás. A partir de estas primeras ideas, surge una serie de aspectos a considerar:
- La pluralidad social. Como indicamos, en una sociedad suele haber pluralidad. También la hay entre diversas sociedades. Costumbres, culturas y tradiciones específicas pueden conducir a que la heterogeneidad social se represente en prácticas sociales particulares. Esta pluralidad social puede observarse entre países pero también al interior de un mismo Estado nacional. Las ciencias sociales se ocupan de caracterizar las diferentes formas con las que puede representarse esta pluralidad.
- El conflicto social . La interacción social trae consigo el conflicto. Esto, por el hecho de que los individuos tienen y expresan diferentes necesidades, intereses y proyectos sociopolíticos. Al mismo tiempo, así como la interacción social se refleja en múltiples esferas (cultural, política, económica, etcétera), el conflicto puede expresarse por diferentes medios (partidos políticos, sindicatos, manifestaciones espontáneas, demandas judiciales, etcétera). La necesidad de identificar las razones del conflicto y de diseñar medidas para arbitrarlo (el otorgamiento de derechos políticos, el aumento de salarios, la reducción de impuestos, la legislación que garantiza el respeto de minorías, etcétera) es una tarea donde las ciencias sociales cumplen un papel primordial.
- La transformación social . Las sociedades contemporáneas no son idénticas a las existentes hace tres o cuatro décadas, y mucho menos a las que tuvieron presencia siglos atrás. Del mismo modo, es esperable que las sociedades del futuro se diferencien de las actuales. Las sociedades cambian, se transforman al compás de los cambios tecnológicos, las relaciones económicas, las experiencias vividas y las opiniones imperantes. Estos cambios no necesariamente significan una evolución, pero existen y se desarrollan constantemente. Las ciencias sociales identifican, describen y explican tales transformaciones, dando cuenta de sus consecuencias.
- La diversidad de las ciencias sociales . Como se señaló, la vida en sociedad implica multiplicidad de visiones y de prácticas. Las ciencias sociales buscan, desde diferentes especializaciones, abordar dicha diversidad. Disciplinas como la antropología, la ciencia política, la economía y la sociología (entre otras) se proponen brindar, desde sus miradas, un conocimiento específico de las diferentes facetas que tiene la vida en sociedad. En otros términos, las ciencias sociales permiten describir, comprender y explicar el ámbito social en que vivimos.
Vemos, entonces, que las ciencias sociales nos permiten entender mejor los ambientes en los cuales solemos desenvolvernos. Y esta comprensión es fundamental, no solo para caracterizar las sociedades, sino que también para identificar sus patrones de convivencia y de conflicto. Quienes estudian y ponen en evidencia problemas como la pobreza, la desigual distribución de los recursos económicos o la desigualdad de oportunidades entre varones y mujeres no provienen de las ciencias biológicas o de la física. Quienes hacen su aporte a la comprensión de los problemas sociales son profesionales de las ciencias sociales que estudian estos fenómenos y los representan frente al público (la ciudadanía, las organizaciones de la sociedad civil, los medios de comunicación, los y las representantes). Al respecto, Charles Ragin manifiesta lo siguiente:
Los investigadores sociales, como el resto de personas que nos hablan acerca de la sociedad, son miembros de la sociedad. Estudian a los miembros de la sociedad y presentan los resultados de su trabajo a los miembros de esa misma sociedad. Por ello, en un nivel muy general, los investigadores sociales se traslapan con los sujetos que estudian y con las audiencias para las cuales trabajan. Y aquellos que estudian, los otros miembros de la sociedad, también se superponen a sus audiencias (2007: 34).
El conocimiento de las sociedades también implica reconocer sus dificultades y problemas, pues solo así se los puede enfrentar (Babbie, 2000). De hecho, la definición de los problemas sociales y el desarrollo de políticas públicas para afrontarlos se suelen nutrir de estudios realizados por científicos sociales. Ahora bien, si las disciplinas sociales son ciencias, se debe a que el conocimiento que ofrecen es particular y diferente de aquel que una persona cualquiera (independientemente de su profesión) puede obtener de la experiencia cotidiana. Dicho conocimiento se adquiere mediante una investigación sistemática y metódica que llamamos científica.
A partir de esto, podemos preguntarnos ¿por qué el conocimiento científico difiere del obtenido mediante la experiencia cotidiana? Una respuesta posible es que, para alcanzar dicho conocimiento, los investigadores e investigadoras (en nuestro caso, los y las científicas sociales) deben seguir determinados procesos vinculados con la construcción de teorías y el diseño metodológico por medio del cual producir evidencia y realizar inferencias que no sean producto de nuestros deseos, prejuicios o preferencias. Solo así es posible evaluar si dichas inferencias, con las cuales se pretende ofrecer información novedosa al conocimiento científico existente, pueden ser consideradas de momento (pues las conclusiones siempre pueden ser refutadas en un futuro) correctas o incorrectas (King, Keohane y Verba, 2005).