Lauren Berlant - Deseo/Amor

PREFACIO: QUERIDA LECTORA

En 1998 me asignaron la redacción de la entrada sobre «deseo» para el volumen Critical Terms for the Study of Gender [Términos críticos para el estudio del género] de la University of Chicago Press. Leí durante dos años y produje este texto. Ese volumen se publicó en 2013 y fue editado por Gilbert Herdt y Catherine Stimpson. Agradezco a la editorial el permiso para publicar esta entrada en el formato de este pequeño libro.

Entretanto, punctum books anunció la colección Dead Letter Office para cualquier obra sin publicar, olvidada largo rato en algún cajón, y pregunté si tendrían interés en este viejo objeto. Este manuscrito que, en su primer borrador, se había transformado en dos entradas, una entrada doble sobre el deseo y el amor: duplicada porque en mi práctica siempre presento aproximaciones inconmensurables a un problema/objeto con el propósito de atender a su inestabilidad, densidad y apertura. Este es el método que sigo en las secciones. Agradezco a Eileen Joy, Carmen Merport y Cindy Bateman por ayudarme, tan meticulosamente, a llevar esta versión a buen término.

Hoy en día ya no dedicaría un año de mi vida a escribir este libro y, si se me obligara a hacerlo, no lo escribiría así. Tiene demasiado psicoanálisis del tipo Mama-Papá-Yo en relación con otras mediaciones vinculantes. Habría muchos temas y situaciones diferentes y diría mucho más acerca de la relación de la ley con las atmósferas vividas de la experiencia. Además, los ejemplos serían distintos. Pero he discernido algo acerca del amor al preocuparme por el problema de que la ejemplificación sea la correcta. El ejemplo siempre es el problema para el deseo/amor. El poder en cualquier caso particular de deseo/amor se relaciona con las maneras en las que se sirve de fantasías conscientes e inconscientes, las representa o parece trascenderlas. En otras palabras: en lo que concierne al amor y al deseo, no hay ejemplos adecuados, y todos nuestros objetos deben soportar la carga de servir de ejemplo y fallarle a eso que impulsa nuestro vínculo con ellos. Por lo tanto, si bien añadí algo al archivo, no busqué, fútilmente, sustitutos perfectos. Espero que los conceptos generados desde las lecturas induzcan nuevas formas de encontrar el deseo/amor ya sea que conozcan, se identifiquen con o les gusten los textos con los que armo las derivas conceptuales.

La teoría, escribe Gayatri Spivak, es en el mejor de los casos generalización provisional: estoy rastreando patrones para facilitar que mis lectoras los vean en otros lados o que no los vean e inventen otras explicaciones. Me intereso por las líneas de continuidad y las elipsis, con su doble significado de lo que no se dice y lo que aún no se ha pensado. Pero, por lo general, todavía me conminan las descripciones que aquí se encuentran, y a la distancia, me confunde decir que, cuando leo este libro, todavía aprendo de él. Cuando se trata del género y la sexualidad no hay introducciones, incluso cuando es lo que este texto busca ser. Después de todo, solo hay reintroducciones, reencuentros que producen incitaciones a soltar, descartar o a aferrarse con más fuerza a algunas de las anclas en el acoplamiento que nos ofrece la fantasía.

INTRODUCCIÓN

En los estudios del género y la sexualidad se esperaría que un trabajo sobre el deseo y el amor tratara acerca de la identidad y la intimidad, la elección de objeto sexual y la práctica erótica, los dramas dispares que viven los varios géneros y la centralidad que tienen las inclinaciones íntimas, emociones y actos para evaluar la felicidad de una persona. Idealmente, un estudio de este tipo confirmaría lo que ya sabemos acerca del deseo y el amor, dado que no hay nada más odioso que el que alguien dispute los placeres propios con una teoría. Pero las formas en las que vivimos la sexualidad y la intimidad han sido profundamente configuradas por las teorías, en especial las psicoanalíticas, que han contribuido a colocar la sexualidad y el deseo en el centro del relato moderno acerca de lo que es una persona y de cómo debe leerse su historia. Al mismo tiempo, la estética, la religión y las fantasías de la cultura de masas y popular han ofrecido otras formas de explicación que no suelen ser realistas, aunque con frecuencia dicen haber destilado las verdades emocionales acerca de la naturaleza y la fuerza del amor. En estos dominios, el deseo sexual no se considera el relato medular de una vida; está mezclado con el romance, una versión particular de la historia amorosa.