Chris Offutt - Mi padre, el pornógrafo
Aquí puedes leer online Chris Offutt - Mi padre, el pornógrafo texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2016, Editor: ePubLibre, Género: Detective y thriller. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:
Novela romántica
Ciencia ficción
Aventura
Detective
Ciencia
Historia
Hogar y familia
Prosa
Arte
Política
Ordenador
No ficción
Religión
Negocios
Niños
Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.
- Libro:Mi padre, el pornógrafo
- Autor:
- Editor:ePubLibre
- Genre:
- Año:2016
- Índice:3 / 5
- Favoritos:Añadir a favoritos
- Tu marca:
- 60
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Mi padre, el pornógrafo: resumen, descripción y anotación
Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Mi padre, el pornógrafo" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.
Mi padre, el pornógrafo — leer online gratis el libro completo
A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Mi padre, el pornógrafo " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Como John Cleve, seré famoso el siglo que viene. Dalo por hecho.
ANDREW J. OFFUTT, 1978
De no haber escrito pornografía, habría sido un asesino en serie.
ANDREW J. OFFUTT, 1986
CHRIS OFFUTT (Lexington, Kentucky, 1958) es autor de dos colecciones de relatos, Kentucky seco (1992; Sajalín, 2019) y Out of the Woods (1999); dos novelas, The Good Brother (1997) y Country Dark (2018), y tres memoirs, The Same River Twice (1993), No Heroes: A Memoir of Comming Home (2002) y Mi padre, el pornógrafo (2016).
Sus relatos y ensayos han aparecido en publicaciones como The New York Times, Harper’s, Esquire, GQ, Playboy, Tin House y The Oxford American. La revista Granta lo incluyó en su lista de veinte jóvenes escritores norteamericanos en 1996. Además, ha escrito guiones para las series True Blood, Weeds y Treme, y ha sido nominado a un Emmy. En la actualidad vive en el condado de Lafayette, Misisipi.
Andrew Jefferson Offutt V
John Cleve
Turk Winter
Jeff Morehead
Jay Andrews
Opal Andrews
Drew Fowler
J. X. Williams
Jack Cory
Jeremy Crebb
John Denis
Alan Marshall
Jeff Woodson
Joe Brown
Jeff Douglas
Roscoe Hamlin
Camille Colben
Anónimo
Título original: My father, the pornographer
Chris Offutt, 2016
Traducción: Ce Santiago
Editor digital: antbae
ePub base r2.1
Cuando Andrew Offutt murió, su hijo Chris heredó un escritorio, un rifle y ochocientos kilos de porno. Andrew fue considerado el rey de la pornografía escrita del siglo XX , con una carrera literaria que comenzó como un medio para pagar la ortodoncia de su hijo y que pronto cobró vida hasta alcanzar su punto álgido durante la década de los setenta, cuando la popularidad comercial de la novela erótica llegó a su apogeo. Con su esposa ejerciendo como mecanógrafa, Andrew escribió desde su casa en las colinas de Kentucky, encerrado en una oficina en la que nadie osaba entrar, más de cuatrocientas novelas. Pero, cuanto más escribía, más crecía su ambición y más difícil era para sus hijos formar parte de su mundo.
En el verano de 2013, Chris regresó a su ciudad natal para ayudar a su madre, ya viuda, a salir de la casa de su infancia. Cuando comenzó a leer los manuscritos y las cartas de su padre, por fin tuvo la oportunidad de conocer a aquel hombre difícil, voluble y, a veces, cruel al que había amado y temido a partes iguales, y se dio cuenta de que en ausencia de su padre podría dar sentido a su vida y a su legado.
Chris Offutt
ePub r1.0
antbae 18.04.20
Mi padre creció en una cabaña cerca de Taylorsville, Kentucky. La casa tenía muros de treinta centímetros con troneras para defenderla de los agresores, primero de los indios y luego, durante la guerra de Secesión, de los soldados. A los doce años, papá escribió una novela sobre el Viejo Oeste. Aprendió a mecanografiar por su cuenta según el método de Colón —la buscas y te plantas encima—, usando un dedo de la mano izquierda y dos de la derecha. Papá escribía a máquina muy deprisa y con mucha pasión. Acabó escribiendo y publicando más de cuatrocientos libros con dieciocho pseudónimos distintos. Entre sus novelas figuraban seis de ciencia ficción, veinticuatro de fantasía y un thriller. El resto era pornografía.
Cuando yo tenía nueve años, papá me regaló su copia de infancia de La isla del tesoro , de Robert Louise Stevenson. La edición, vieja y de tapa dura, estaba hecha trizas; las cubiertas, sujetas por raídas tiras de tela; las páginas, mohosas y maleables. Se trata de un relato de formación sobre Jim Hawkins, un chico de trece años que descubre un mapa secreto, deja Inglaterra y regresa con una buena parte de un tesoro pirata. Me encantaban el ritmo trepidante de la historia y la valentía del joven Jim.
En un trozo de una bolsa de papel de la compra, hice un minucioso dibujo de una isla con su costa, su agua y sus palmeras. Una línea de puntos conducía hasta una enorme X de color rojo. Mi madre me sugirió que le enseñara el mapa a mi padre. Papá derramó café sobre el papel y lo arrugó varias veces, y eso hizo que pareciera más antiguo. Usó cerillas para quemar los extremos del mapa y luego apagó la llama rápidamente. El resultado fue un reborde chamuscado e irregular que mejoró el aspecto del mapa, como si apenas hubiese sobrevivido a la destrucción. Como aquello implicaba fuego, lo hicimos fuera solos, lejos de mis hermanos pequeños. En aquella época papá vendía seguros, rara vez estaba en casa, siempre tenía la atención puesta en otra parte. Disfruté la sensación de cercanía, aquel proyecto compartido.
Papá dijo que dibujaba mapas para la mayoría de los libros que escribía, así que decidí que, si alguna vez yo publicaba un libro, incluiría en él un mapa. Veinte años después lo hice. En 1990 llamé a mi padre para darle la noticia de que Vintage Contemporaries iba a publicar Kentucky seco, mi primer libro. Mientras papá digería la información se produjo un largo silencio.
—Lo siento —dijo.
—¿A qué te refieres? —dije yo.
—No sabía que te había dado una infancia tan terrible como para que acabaras siendo escritor.
Su padre había escrito relatos cortos en los años veinte. Durante la Depresión, mi abuelo se vio forzado a abandonar sus ambiciones literarias para ocuparse de la granja familiar y a buscar en la ingeniería una formación más práctica. Murió joven, pocos años antes de que mi padre publicara su primer relato. Papá nunca supo lo que era tener un padre orgulloso; tampoco sabía cómo serlo.
Tras la publicación de Kentucky seco, la gente empezó a preguntarle a papá qué pensaba de mi éxito. La pregunta implicaba que el hijo había superado al padre. Mi trabajo se consideraba literatura seria, mientras que él escribía porno y ciencia ficción. Dos veces presencié cómo alguien insinuaba que papá debía de sentir envidia. Mi padre siempre reaccionaba del mismo modo. En su novela de aventuras favorita, Los tres mosqueteros, un joven D’Artagnan se gana el respeto a través de su magnífico manejo de la espada, que aprendió de su padre. Cada vez que alguien le preguntaba por mi éxito como escritor, papá
decía que se alegraba de ser el maestro de esgrima de D’Artagnan, expresando así orgullo por mis logros, pero llevándose también parte del mérito. Fue lo más cerca que estuvo nunca de decirme lo que opinaba de mi trabajo.
Mi padre era un hombre brillante, un auténtico iconoclasta, de una autosuficiencia feroz, un genio oscuro, cruel, egoísta y de un optimismo eterno. En los inicios de su carrera en ventas, uno de sus jefes lo llamó «hijo de puta independiente», algo que papá se tomó como el mayor cumplido que le habían hecho jamás. Quería que yo fuese como él.
Papá no tenía aficiones ni pasatiempos. No se encargaba de ninguna de las tareas domésticas, no lavaba el coche, no cortaba el césped, no hacía la compra ni arreglaba nada. Jamás cambió una bombilla. Nunca lo vi coger un destornillador, subirse a una escalera o consultar un manual de reparación. Para él, limpiar consistía en escupir en un pañuelo de papel y pasarlo por el objeto en cuestión. No dormía mucho. Bebía. Rara vez salía de casa. Papá era un escritor
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Libros similares «Mi padre, el pornógrafo»
Mira libros similares a Mi padre, el pornógrafo. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.
Discusión, reseñas del libro Mi padre, el pornógrafo y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.