Francisco Martí Gilabert - La Primera República Española 1873-1874
Aquí puedes leer online Francisco Martí Gilabert - La Primera República Española 1873-1874 texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2007, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:
Novela romántica
Ciencia ficción
Aventura
Detective
Ciencia
Historia
Hogar y familia
Prosa
Arte
Política
Ordenador
No ficción
Religión
Negocios
Niños
Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.
- Libro:La Primera República Española 1873-1874
- Autor:
- Editor:ePubLibre
- Genre:
- Año:2007
- Índice:4 / 5
- Favoritos:Añadir a favoritos
- Tu marca:
- 80
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
La Primera República Española 1873-1874: resumen, descripción y anotación
Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "La Primera República Española 1873-1874" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.
La Primera República Española 1873-1874 — leer online gratis el libro completo
A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" La Primera República Española 1873-1874 " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
En este libro el autor aborda en sus principales episodios la rápida trayectoria de la Primera República Española. Este periodo de la Historia de España duró menos de dos años, tuvo cuatro presidentes y una vida tan breve como intensa, llena de incidentes, disturbios e inestabilidad. La visión estrecha, partidista y personalista impidió que cuajara un régimen que la revolución de 1868 había presentado como posible.
Francisco Martí Gilabert
ePub r1.2
Titivillus 17.02.15
Título original: La Primera República Española 1873-1874
Francisco Martí Gilabert, 2007
Editor digital: Titivillus
ePub base r1.2
FRANCISCO MARTÍ GILABERT es Doctor en Ciencias Históricas, y ha dirigido su investigación hacia el mundo contemporáneo; también ha estudiado las relaciones entre la Iglesia y el Estado, en las que es un especialista. Ha publicado, entre otros títulos: El motín de Aranjuez; Política Religiosa de la Segunda República Española; Amadeo de Saboya y la política religiosa, y Carlos III y la política religiosa.
PRÓLOGO
L a revolución de 1868 destronó a Isabel II de Borbón, y con ella se acababa un capítulo largo de la Historia de España: la monarquía, que se pensaba que no volvería más.
Posteriormente se trataba de volver a la estabilidad, con una nueva forma de Gobierno, aunque los republicanos estaban en minoría: «Yo he creído siempre que la revolución de Septiembre, llevaba en su seno la República, como la semilla la raíz de la planta, como la planta el fruto», decía Castelar.
Con todo, el clima que se respiraba era monárquico; no había republicanos, pese a la impopularidad de la reina destronada. Cuando se votó en las Cortes la Monarquía en España, se trató de buscar un monarca para el trono español. «Entonces —escribe Aunós— se produjo uno de los episodios más lamentables de la Historia de España. Los españoles salieron por esos mundos a mendigar un rey, y el mundo se negaba a dárselo: tal era el miedo que las continuas convulsiones internas del país infundían a todas las cancillerías y cortes extranjeras. Apenas se sacaba a relucir con timidez una candidatura, y enseguida, las potencias interesadas en que no triunfase comenzaban a moverse e intrigar contra ella».
Entre los muchos candidatos a la corona española figuraba Antonio de Orleáns, duque de Montpensier (casado con la infanta Luisa Fernanda, hermana de la reina destronada), al que defendían algunos generales. Pero Prim, que gozaba de mucha popularidad, había proclamado en las Cortes que «la restauración de don Alfonso (de Borbón), ¡jamás, jamás, jamás!». Los Borbones estaban, pues, completamente descartados.
En vista de lo cual pensó el general Prim en una familia real que por sus características liberales gozara de las simpatías revolucionarias españolas. Así vino a reinar, en el segundo intento de la propuesta, Amadeo de Saboya, aunque su reinado fuera efímero: del 3 de noviembre de 1870 al 11 de febrero de 1873.
Para aprovechar democráticamente el momento, que se estimaba único, Prim manifestó al conde Keratry —llegado especialmente de Francia para convencer al general de un régimen republicano—, que en su opinión, España era esencialmente monárquica, y los principales republicanos «son mis amigos, pero viven de ilusiones. Son generales sin soldados». Por eso se buscaba desesperadamente un rey. En efecto, en las elecciones para reunir unas cortes republicanas constituyentes, solamente votarían el 39%.
El reinado de D. Amadeo fue muy accidentado. Desde la violenta muerte de Prim —su valedor—, le hicieron el vacío en Madrid unos y otros —especialmente los nobles—, sufrió atentados, la prensa lo humillaba, tuvo que disolver el cuerpo de artillería… hasta que, cansado de tantos problemas, presentó irrevocablemente la renuncia y se volvió a Italia.
A la caída de don Amadeo fue proclamado el nuevo régimen: la República —que era el régimen que faltaba experimentar—. El Parlamento votó la República por 256 votos contra 32, pasando a ser ministros republicanos muchos que lo habían sido en la monarquía saboyana. La República era un poder muy débil, impotente ante el desorden y la anarquía, al que las ambiciones personales alejaban de toda fortaleza necesaria y estabilidad.
Cronológicamente, la Primera República es uno de los períodos más cortos de la historia de España, pues no duró más que 11 meses, y tuvo cuatro Presidentes: Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar. Fue un período breve pero con gran intensidad y trascendencia, de continuos sobresaltos, y volvió con la Restauración a la monarquía borbónica.
Acerca de la pintura de la República, disponemos de la pluma de Pérez Galdós, pues, como dice Jover Zamora:
«Encontramos un intento de honesta aproximación histórica a la realidad de aquellos hechos, poniendo a contribución del empeño no pocas lecturas y, sobre todo, un conjunto de fuentes orales y testimonios vivos que confieren al relato galdosiano, todavía hoy, caracteres de fuente histórica no desechada por los historiadores profesionales. Encontramos una fina sensibilidad histórica y estética para captar, y para expresar, el aliento épico vivo en la esforzada defensa de la plaza (Cartagena)».
Había mucha demagogia en el nuevo régimen, de la que se lamentaba frecuentemente Castelar: «La demagogia era la perdición de la democracia (…) el país espera actos y no discursos». Cierto es que el régimen parlamentario favorecía mucho la elocuencia. A Castelar, por ejemplo, se le llamó el nuevo Demóstenes, tal era la brillantez de su palabra, que entusiasmaba a unos y otros. Sin embargo, para gobernar todo eran problemas, a todos los gobernantes se le señalaban sus deficiencias, y la visión pequeña, partidista de su actuación explica el rápido desfile de presidentes.
La Primera República fue uno de los períodos más agitados y turbulentos que registra la Historia hispana, ya que puede decirse que «ni un solo día España respiró tranquila: el erario esquilmado; el Ejército, en completa indisciplina; perdido ante el extranjero el prestigio nacional; la anarquía enseñoreándose en gran número de ciudades, ensangrentándolas con crímenes horrendos, la unidad de España conquistada a través de la Historia tras de enormes sacrificios, próxima a perderse por los brotes cantonales». Así, con esos tonos negros, pinta el conde de Romanones el panorama republicano.
Por eso en los días de la Primera República se acuñó una frase peyorativa para el nuevo régimen que ha hecho fortuna: «aquello parecía una República». La práctica señalaba, así, a lugares y situaciones donde imperaba el desorden o el libertinaje: la anarquía. La calificación ciertamente era injusta, pero nacía de la experiencia tenida en 1873 o en 1931.
Ciertamente, «la República como forma de gobierno no se adapta, es inadecuada para España» —dice el citado Conde—. Y añade que «en otros países (la República) tiene hondas raíces y a su sombra se desarrolla la vida del Estado con normalidad (…). La República exige un clima social y racial adecuado que no existe en España». Por su parte, Carmen Llorca expresa razones que no tienen mucha entidad, pero sí responde a un hecho: «la monarquía tiene una vistosidad que se alía bien con la imaginación popular, creadora de mitos multicolores».
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Libros similares «La Primera República Española 1873-1874»
Mira libros similares a La Primera República Española 1873-1874. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.
Discusión, reseñas del libro La Primera República Española 1873-1874 y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.