GERRY ADAMS (Belfast, 1949). Fue presidente del Sinn Féin, miembro de la Asociación por los derechos civiles de Irlanda (NICRA), formo pate de la delegación del IRA que estuvo en Londres en 1972 negociando secretamente con los británicos.
En la década de los setenta fue encarcelado varias veces, en una de la cuales coincidió en la celda con Bobby Sands. En 1983 fue elegido miembro del parlamento por el distrito de Belfast Oeste, cargo que mantuvo hasta 1993. Durante estos diez años no pudo ocupar su escaño al tener prohibida la entrada en el Reino Unido.
Protagonista indiscutible del proceso de paz de Irlanda, Adams ha recibido el apoyo del poderoso lobby irlandés estadounidense, siendo la referencia más patente de un proceso de reunificación que entonces se veía imparable.
Este libro está dedicado a los hombres, mujeres, niñas y niños que luchan por la libertad de Irlanda, y a todos aquellos que combaten por la libertad en cualquier parte del mundo.
Título original: The politics of Irish Freedom
Gerry Adams, 1986
Traducción: Esteban Montorio
Editor digital: Skynet
ePub base r2.1
Introducción
«The politics of Irish Freedom» se escribió en 1986. No es una explicación definitiva de la política republicana irlandesa, sino más bien una afirmación personal elaborada durante los pocos momentos de tiempo libre que pude encontrar.
Ahora, cinco años más tarde, me complace mucho saber que Txalaparta va a publicar una edición en castellano. Quisiera dar las gracias a todos los que han participado, incluyendo mi amigo y camarada el Consejero Pat Rice, de Sinn Féin, amigo desde hace mucho tiempo del pueblo de Euskadi y activista de la lucha irlandesa.
«The Politics of Irish Freedom» sigue los cambios que se han producido en el movimiento republicano durante los últimos veinte años, y los temas que se han planteado en medio de los tumultos que existen desde 1968. No intenta ofrecer una historia de los años transcurridos desde entonces, pero sí pretende enfocar ciertos acontecimientos y momentos clave que han resultado cruciales para el desarrollo de la política y estrategia republicana irlandesa.
El republicanismo irlandés tiene sus raíces en los grandes cambios de finales del siglo XVIII. En el presente siglo, se declaró la república en 1916, aunque esta fue derrocada por elementos británicos e irlandeses contrarrevolucionarios.
Durante casi cincuenta años, a partir del Levantamiento de 1916, hubo poco desarrollo en la ideología del republicanismo salvo el breve florecimiento del Congreso Republicano en la década de los 1930. Cuando yo me uní a Sinn Féin en 1964 el movimiento se encontraba inmerso en un proceso de reevaluación crítica después de la fallida campaña del IRA en la frontera durante los años 1950. Pero la reevaluación, en combinación con la aparición de una situación de insurrección en los 6 condados, condujo a la escisión en 1969/70, de forma que durante los años 70 Sinn Féin era un grupo de apoyo mal organizado del IRA que se caracterizaba por un nivel muy bajo de discusión y debate internos.
A mediados de los 70, algunos elementos dentro del movimiento comenzaron a discutir lo que ellos veían como la falta de desarrollo político, y para finales de los 70, comenzaban ya a plantear políticas y estrategias alternativas para promover la discusión y el debate internos.
Los planes de desarrollo de nuevas estrategias avanzaron con las huelgas de hambre de 1980/81. La estrategia electoral embrionaria fue acelerada por la elección del huelguista de hambre Bobby Sands como miembro del parlamento en Westminster en representación del distrito de Fermanagh/South Tyrone. Este éxito y la elección de otro huelguista de hambre, Kieran Doherty, y del prisionero republicano Paddy Agnew como diputados del parlamento de Dublín constituyó un respaldo masivo de las exigencias de la huelga de hambre. Este apoyo se ratificó de una forma inigualada en la historia del IRA moderno a medida que Bobby Sands y nueve huelguistas de hambre más iban falleciendo.
El candidato de Sinn Féin, Owen Carrón, fue elegido posteriormente al escaño de Bobby Sands. Tanto los medios informativos como los políticos del «establishment» se vieron sorprendidos por las sustanciosas victorias electorales de Sinn Féin. Reacias a aceptar el mandato que esto representa, las autoridades británicas han intentado en vano erosionar y descartar este apoyo. A pesar de esto, en la Irlanda ocupada por los británicos Sinn Féin obtiene en las elecciones entre 1982 y el momento actual entre un 35 y un 42,6 % del voto nacionalista, y el IRA ha mantenido una lucha armada que depende de un grado no cuantificable de apoyo popular.
«Hacia la libertad de Irlanda» es un intento de explicar el por qué de esto. Espero que también sirva para informar hasta cierto punto a aquellas personas a las que se niega la oportunidad de familiarizarse con el significado general, con los sentimientos y con las motivaciones del republicanismo irlandés moderno.
Existen muchas similitudes entre las luchas vasca e irlandesa. Ambas son luchas por la autodeterminación nacional y la independencia. Ambas encuentran sus raíces en el colonialismo y el justo deseo de libertad nacional y justicia. Es bueno que la literatura que procede de las luchas democráticas, bien sea en Palestina, Sudáfrica, el País Vasco, Irlanda u otros lugares pueda trasvasarse de una lucha a otra. Cada una de estas luchas, algunas más avanzadas que otras, tiene su dimensión internacional. Y cada una contiene lecciones para las demás.
Los cinco años desde la publicación de «The Politics of Irish Freedom» han sido años llenos de acontecimientos en Irlanda. Desde la firma del Tratado de Hillsborough por los gobiernos de Londres y Dublín, se ha producido una fusión sin precedente de las estrategias y políticas contra la insurrección, con el intento por parte de Londres de involucrar cada vez más a Dublín en la defensa de sus intereses. La extradición llevada a cabo por Dublín a la jurisdicción británica de ciudadanos irlandeses encuentra su eco en la extradición de los activistas vascos. En Irlanda el proceso ha sido difícil para Dublín porque va en contra de una ola consistente y muy extendida de sentimientos en contra de la extradición. Actualmente el número de prisioneros políticos republicanos asciende a 700. La censura impuesta sobre los representantes de Sinn Féin en los medios informativos existe actualmente tanto en la zona de ocupación británica como en los medios controlados por Dublín. El derecho a guardar silencio se ha retirado para los ciudadanos sometidos a interrogatorio por las fuerzas estatales. Las carreteras a lo largo de la frontera británica han sido levantadas o bloqueadas por el ejército británico. El número de muertos por las fuerzas estatales o por fuerzas respaldadas por el estado asciende sin cesar. Esto incluye la muerte a manos de los SAS en Gibraltar de tres irlandeses republicanos desarmados: Mairead Farrel, Dan McCann y Sean Savage. La policía española, aunque no estaba implicada ni consciente de la intención de los británicos de matar a los irlandeses, ayudó a los británicos a seguir a las tres personas hasta Gibraltar.
A pesar de todo esto, la lucha por la liberación nacional y la democracia en Irlanda permanece intacta, hasta tal grado que en noviembre de 1990 Peter Brooke, ministro británico al mando de los 6 condados ocupados, admitió que el IRA no podía ser derrotado militarmente. Dijo también que no podían descartarse las conversaciones con Sinn Féin.