La economía
en 100 preguntas
La economía
en 100 preguntas
Santiago Armesilla
Colección: 100 preguntas esenciales
www.100Preguntas.com
www.nowtilus.com
Título: La economía en 100 preguntas
Autor: © Santiago Armesilla
Director de la colección: Luis E. Íñigo Fernández
Copyright de la presente edición: © 2018 Ediciones Nowtilus, S.L.
Camino de los Vinateros 40, local 90, 28030 Madrid
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Elaboración de textos: Santos Rodríguez
Diseño de cubierta: NEMO Edición y Comunicación
Imagen de portada: collage elaborado por NEMO Edición y Comunicación
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ISBN Digital: 978-84-1305-001-0
Fecha de publicación: noviembre 2018
Depósito legal: M-32926-2018
A mi familia. Mamá, papá, tía, tío, prima, sobrinos, cuñado y las abuelas que se fueron
Tengo que agradecer a Santiago Armesilla, que me haya propuesto escribir el prólogo de este libro que ha tenido a bien escribir. Este agradecimiento se debe a varias razones, pero la principal es que me parece que la publicación de este libro es un gran acierto, pues es realmente necesario, sobre todo en los tiempos que corren. Además, porque creo que la gran tarea que se ha impuesto la resuelve muy satisfactoriamente.
Tuve ocasión de conocer a Armesilla por haber sido miembro del tribunal de su tesis doctoral. La tesis que obtuvo la máxima calificación fue un trabajo de investigación realmente notable, que ponía de manifiesto el gran conocimiento del autor sobre el pensamiento de Marx, tarea nada sencilla. Con este trabajo puso de manifiesto su capacidad investigadora y de trabajo y sus grandes conocimientos. Avalado por esto no me ha supuesto ningún problema aceptar este ofrecimiento, pues confié en su buena preparación para llevar a buen puerto la tarea que se ha impuesto.
Me ha atraído también, como profesor de economía, el objeto del libro que es ya de por sí difícil y complejo pero que lo ha resuelto de un modo sobresaliente. Adentrarse en el mundo de la economía no es tarea sencilla. El definir lo qué es la economía ya de por sí encierra muchos obstáculos. Mi apreciado compañero Pedro José Gómez Serrano, en la disciplina que imparte de metodología en el máster de economía internacional y desarrollo, ofrece diecinueve definiciones distintas que han hecho los economistas a los largo de la historia y en los momentos presentes.
Por ello es por lo que me parece muy oportuno el que se haya planteado en forma de cien preguntas contestar a cuestiones realmente relevantes. Las preguntas que hace y la cronología que sigue me parecen muy acertadas, pero una vez que ha acotado muy adecuadamente el objeto de estudio la forma de resolverlas demuestra los buenos conocimientos del autor en economía, tanto de la ortodoxa como de la heterodoxa. Su explicación une el rigor con una adecuada pedagogía que hace asequible la lectura para estudiantes, profesores, y gente interesada.
El libro es tan rico y sugerente que poco se puede añadir. Pero sí me gustaría destacar que con la lectura de este libro se tiene una visión completa sobre lo que debe ser la economía y no la que se enseña en los manuales habituales, que tienen una visión estrecha y limitada del objeto de estudio. La enseñanza de la economía actual se sustenta en el modelo neoclásico y en el uso en ocasiones abusivo de las matemáticas. Con ello la economía se distancia de los problemas reales al desarrollar una teoría, que por su propia concepción debe ser abstracta, pero que deja fuera del objeto de análisis variables fundamentales para explicar el modo de producción capitalista.
Las contribuciones de la teoría heterodoxa, aunque minoritaria en las facultades de economía, son fundamentales para una mejor comprensión de la realidad. De todas las corrientes heterodoxas destacaría la marxista, que es necesaria, aunque no suficiente, para entender el proceso de acumulación de capital, la distribución de la renta y riqueza, los ciclos y crisis económicas y la desigualdad, que son los problemas que nos deben ocupar y preocupar, junto con el deterioro ecológico y el cambio climático.
Mis felicitaciones al autor con la recomendación que lean este libro, con el cual también he aprendido a pesar de mis años de docencia e investigación, pues en él encontrarán muchas respuestas ante los grandes interrogantes que nos plantea el mundo actual.
Carlos Berzosa
Catedrático emérito de economía aplicada
Universidad Complutense
El nombre de toda ciencia conlleva siempre una definición de su campo de estudio. Y, en todas las ciencias, el nombre delimita el campo.
El análisis de toda ciencia tiene que tener como hilo conductor el lenguaje, y más específicamente, el lenguaje que cada ciencia utiliza. El lenguaje es el hilo conductor y componente constitutivo de toda ciencia, y las ciencias, así como el lenguaje, son complejas construcciones culturales con sus propias dinámicas y reglas independientes de la voluntad humana. Aunque son todas ellas producto de la acción humana operan en cada campo científico de manera específica.
Esto no implica reducir toda ciencia a mero lenguaje. La estructura y evolución del lenguaje no es disociable, salvo por abstracción, de las operaciones humanas que lo han permitido construir. Según el semiótico estadounidense Charles Morris (1901-1979), dicha abstracción solo es comprensible, en lingüística, tras la neutralización de las operaciones que han producido su estructura semántica. Esto no impide la influencia de dicha estructura semántica sobre el mundo de los fenómenos de los que surge, no puede impedirse tampoco la reciprocidad, que los fenómenos del mundo influyan en dicha estructura, y así constantemente. En palabras de Gustavo Bueno (1924-2016):
[…] un lenguaje, como conjunto de símbolos, dice relación originaria a realidades exteriores al propio lenguaje […] Las palabras de los lenguajes remiten a cosas (y no solo a otro lenguaje; ni siquiera a pensamientos o imágenes mentales o significados […]); y como las cosas son, inicialmente, cuerpos , configurados según un cierto nivel morfológico, por la tecnología o la práctica de las personas, es decir, de sus operaciones, habrá que decir que los lenguajes humanos son indisociables, inicialmente, de las prácticas y de las tecnologías humanas; el Homo loquens ( Homo sapiens ) es indisociable del Homo faber . El propio lenguaje es él mismo una tecnología.
Teoría del cierre categorial (tomo I)
La historia material del mundo es el fundamento de los conceptos e ideas que todos manejamos. El campo de toda ciencia se conforma históricamente, relacionando términos entre sí. Estos se definen mediante palabras con significados objetivos, concretos e históricos. Su significado no es separable del cuerpo semántico que conformó su núcleo significante. La definición de toda ciencia está influida por las palabras que hacen referencia a los fenómenos propios de su campo, que habrá que definir operatoriamente, relacionándolos entre sí mediante una terminología nunca gratuita. Esto es determinante a la hora de preguntarse si la economía es política o no. La disciplina se denominó economía política antes de hacerlo simplemente como economía. Y este cambio tampoco es gratuito.
La palabra economía viene del griego οἰκονομία ( oikonomía ). Surge de la combinación de dos términos, οἶκος ( oîkos , que significa ‘casa’) y νόμος ( nomos , que significa ‘ley’). En latín, la palabra pasa a ser oeconom ĭ a . Literalmente, significa ‘ley de la casa’. Casa aquí no significa simplemente hogar, sino algo más amplio que la incluye, esto es, el patrimonio doméstico o familiar. La ley hace referencia a las normas, reglas, leyes y regulaciones de dicho patrimonio. La economía sería, en su origen grecorromano, la organización y administración del patrimonio doméstico.
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