• Quejarse

Jean Tirole - La economía del bien común

Aquí puedes leer online Jean Tirole - La economía del bien común texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2017, Editor: Taurus, Género: Ordenador. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Jean Tirole La economía del bien común
  • Libro:
    La economía del bien común
  • Autor:
  • Editor:
    Taurus
  • Genre:
  • Año:
    2017
  • Índice:
    4 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 80
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

La economía del bien común: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "La economía del bien común" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

En este brillante ensayo, Jean Tirole, uno de los economistas más influyentes del mundo, nos facilita el acceso a las teorías económicas que le valieren el Premio Nobel.

Cuando Tirole ganó en 2014 el Premio Nobel de Economía, pasó a verse detenido en la calle por perfectos desconocidos que le pedían que comentara las cuestiones del día. Su paso de ser un economista académico a un intelectual público lo llevó a reflexionar sobre el papel que desempeña el economista en la sociedad. Así surgió Economía del bien común, un apasionado manifiesto a favor de un mundo en el que la economía, lejos de considerarse una «ciencia lúgubre», se vea como una fuerza positiva a favor del bien común.

El lector penetra en el laboratorio de uno de los economistas más influyentes del mundo, que responde a todas las preguntas que nos planteamos hoy sobre el estado de la economía: universo digital, empleo, cambio climático, Europa, papel del Estado, etcétera, con el fin de ofrecernos soluciones de futuro. Accesible e instructivo sin resultar aleccionador, este ensayo revela el afán comunicativo de un hombre que aspira a conciliarnos bajo el signo de la inteligencia.

Reseñas:
«En su primer libro dirigido al gran público, Tirole se ha propuesto restablecer la paz en todos los frentes del debate económico. Los afronta con valentía, paciencia e infinito afán pedagógico.»
Antoine Reverchon, Le Monde

«Tirole es una rara excepció, un premio Nobel que siente el compromiso social de hablar de manera clara y responsable sobre los temas en la mente de los no economistas Un libro extraordinario, de lectura obligada para políticos, pero también para cualquier persona que quiera entender la economía de hoy.»
Olivier Blanchard, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional

«Estupendamente escrito y profundamente revelador, este libro ofrece sorprendentes y elocuentes par

Jean Tirole: otros libros del autor


¿Quién escribió La economía del bien común? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

La economía del bien común — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" La economía del bien común " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
La economía del bien común - image 1
La economía del bien común - image 2

SÍGUENOS EN
La economía del bien común - image 3

La economía del bien común - image 4 @Ebooks
La economía del bien común - image 5 @megustaleer
La economía del bien común - image 6 @megustaleer

P RÓLOGO Qué ha sido del bien común Desde el rotundo fracaso económico - photo 7

P RÓLOGO Qué ha sido del bien común Desde el rotundo fracaso económico - photo 8

P RÓLOGO

¿Qué ha sido del bien común?

Desde el rotundo fracaso económico, cultural, social y medioambiental de las economías planificadas, desde la caída del muro de Berlín y la metamorfosis económica de China, la economía de mercado ha pasado a ser el modelo dominante, por no decir exclusivo, de organización de nuestras sociedades. Incluso en el «mundo libre», el poder político ha perdido su influencia en favor del mercado y de una serie de nuevos actores. Las privatizaciones, la apertura a la competencia, la globalización, el sistemático uso de las subastas para los contratos públicos restringen el ámbito de la decisión pública. Y el aparato judicial y las autoridades independientes de regulación, órganos no sometidos a la primacía de lo político, se han convertido en actores imprescindibles.

Sin embargo, la victoria de la economía de mercado solo ha sido una victoria a medias, pues no se ha ganado a la gente. La supremacía del mercado, que solo cuenta con la confianza de una pequeña minoría de nuestros conciudadanos, se acepta con un fatalismo unido, en algunos casos, a la indignación. Una crítica poco precisa denuncia el triunfo de la economía sobre los valores humanistas, un mundo sin piedad ni compasión entregado al interés privado, la desintegración del vínculo social y de los valores ligados a la dignidad humana, el repliegue de lo político y del servicio público, o la falta de sostenibilidad de nuestro medioambiente. Un eslogan popular que traspasa las fronteras nos recuerda que «el mundo no es una mercancía». Todos estos dilemas resuenan con particular intensidad en el contexto actual marcado por la crisis financiera, el aumento del paro y las desigualdades, la incapacidad de nuestros dirigentes de hacer frente al cambio climático, la fragilidad de la construcción europea, la inestabilidad geopolítica y la crisis de los migrantes que de ella resulta, así como por el auge de los populismos en todo el mundo.

¿Qué ha sido de la búsqueda del bien común? ¿En qué medida la economía puede contribuir a su realización?

Definir el bien común, ese al que aspiramos para nuestra sociedad, requiere, al menos en parte, un juicio de valor. Dicho juicio puede reflejar nuestras preferencias, nuestro grado de información, así como el lugar que ocupamos en la sociedad. Aunque estemos de acuerdo en que esos objetivos son deseables, podemos ponderar de diferente modo la equidad, el poder adquisitivo, el medioambiente, la importancia que concedamos al trabajo o a nuestra vida privada. Por no hablar de otras dimensiones como los valores morales, la religión o la espiritualidad sobre las que puede haber opiniones profundamente divergentes.

Sin embargo, es posible eliminar parte de la arbitrariedad inherente al ejercicio de definir el bien común. La reflexión intelectual nos ofrece una buena introducción en la materia. Suponga que usted aún no ha nacido y que, por lo tanto, no conoce el lugar que le va a ser reservado en la sociedad: ni sus genes, ni su medio familiar, social, ético, religioso, nacional... Y plantéese la pregunta: «¿En qué sociedad me gustaría vivir, sabiendo que podría ser un hombre o una mujer, estar dotado de buena o mala salud, haber nacido en el seno de una familia acomodada o pobre, instruida o poco cultivada, atea o creyente, crecer en el centro de París o en Lozère, querer realizarme a través del trabajo u optar por otro estilo de vida, etcétera?». Ese modo de interrogarse, de hacer abstracción del lugar que se ocupa en la sociedad y de los atributos que se poseen, de situarse «tras el velo de la ignorancia», es producto de una larga tradición intelectual, inaugurada en Inglaterra en el siglo XVII por Thomas Hobbes y John Locke, que prosiguió en la Europa continental en el siglo XVIII con Immanuel Kant y Jean-Jacques Rousseau (y su contrato social) y que se ha renovado recientemente en Estados Unidos con la teoría de la justicia del filósofo John Rawls (1971) y la comparación interpersonal de los bienestares del economista John Harsanyi (1955).

Para limitar las alternativas e impedir que usted se salga por la tangente mediante una respuesta utópica, reformularé ligeramente la pregunta: «¿En qué organización de la sociedad le gustaría vivir?». Lo pertinente, en efecto, no es saber en qué sociedad ideal nos gustaría vivir (por ejemplo, en una sociedad en la que los ciudadanos, los trabajadores, los dirigentes del mundo económico, los responsables políticos, los países darían espontáneamente preferencia al interés general en detrimento de su interés personal), pues, aunque, como veremos en este libro, el ser humano no busca siempre su interés material, no tener en cuenta los incentivos y una serie de comportamientos muy previsibles, como ocurrió, por ejemplo, con el mito del hombre nuevo, llevó en el pasado a unas formas de organización de la sociedad totalitarias y empobrecedoras.

Este libro parte, pues, del principio siguiente: ya seamos políticos, empresarios, asalariados, parados, trabajadores independientes, altos funcionarios, agricultores, investigadores, sea cual sea el lugar que ocupemos en la sociedad, todos reaccionamos a los incentivos a los que nos enfrentamos. Estos incentivos —materiales o sociales—, unidos a nuestras preferencias, definen nuestro comportamiento. Un comportamiento que puede ir en contra del interés colectivo. Esa es la razón por la que la búsqueda del bien común pasa en gran medida por la creación de instituciones cuyo objetivo sea conciliar en la medida de lo posible el interés individual y el interés general. En este sentido, la economía de mercado no es en absoluto una finalidad. Es, como mucho, un instrumento, y un instrumento muy imperfecto, si se tiene en cuenta la discrepancia que puede haber entre el interés privado de los individuos, los grupos sociales o las naciones y el interés general.

Aunque es difícil situarse tras el velo de la ignorancia, dado lo condicionados que estamos por el lugar específico que ocupamos en la sociedad , este ejercicio intelectual nos permitirá encaminarnos con mucha más seguridad hacia un terreno de entendimiento. Puede que yo consuma mucha agua o que contamine mucho, no porque me produzca un placer intrínseco, sino porque satisface mi interés material: produzco más verduras, economizo en gastos de aislamiento o me ahorro el comprar un vehículo menos contaminante. Y usted, que padece mi actitud, lo desaprobará. Pero, si reflexionamos acerca de la organización de la sociedad, podemos ponernos de acuerdo sobre si mi comportamiento es deseable desde el punto de vista de alguien que no sabe si será beneficiario o víctima de él, es decir, si el perjuicio de la segunda supera el beneficio del primero. El interés individual y el interés general divergen cuando mi libre albedrío se enfrenta al interés de usted, pero convergen en parte tras el velo de la ignorancia.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «La economía del bien común»

Mira libros similares a La economía del bien común. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «La economía del bien común»

Discusión, reseñas del libro La economía del bien común y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.