CARTAS DE CUMPLEAÑOS
Ted Hughes
Edición bilingüe Traducción de Luis Antonio de Villena Introducción de Andreu Jaume Nota final de Luna Miguel
Ted Hughes (1930-1998) es uno de los grandes poetas ingleses del siglo XX . Nació en Mytholmroyd, un pueblo de Yorkshire, y estudió en Cambridge. Su primer libro,
The Hawk in the Rain (1957), lo reveló como uno de los talentos más originales de su generación, como confirmaron todos sus libros posteriores, que conforman una de las aportaciones más brillantes y genuinas a la poesía de su tiempo. En 1984 su trayectoria fue reconocida públicamente al ser nombrado Poeta Laureado por Isabel II. Y en 1998 le fue concedida la Orden del Mérito. A. U. U.
Travessera de Gràcia, 47-49. 08021 Barcelona © 1999, Luis Antonio de Villena, por la traducción © 2013, Andreu Jaume, por la introducción © 2013, Luna Miguel, por la nota final Edición al cuidado de Andreu Jaume Diseño de portada: Penguin Random House Grupo Editorial / Nora Grosse Fotografía de portada: © Álbum Penguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del copyright. El copyright estimula la creatividad, defiende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento, promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar las leyes del copyright al no reproducir ni distribuir ninguna parte de esta obra por ningún medio sin permiso. Al hacerlo está respaldando a los autores y permitiendo que PRHGE continúe publicando libros para todos los lectores. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, http://www.cedro.org) si necesita reproducir algún fragmento de esta obra. maquetación, S.L. www.megustaleer.com SÍGUENOS EN @Ebooks @megustaleer @megustaleer Pocos meses antes de morir, Ted Hughes sorprendió al mundo con la publicación de Cartas de cumpleaños, un libro donde se reunían los poemas que, a lo largo de las últimas décadas, le había escrito en silencio a su primera esposa, la poeta norteamericana Sylvia Plath, quien se suicidó en febrero de 1963. www.megustaleer.com SÍGUENOS EN @Ebooks @megustaleer @megustaleer Pocos meses antes de morir, Ted Hughes sorprendió al mundo con la publicación de Cartas de cumpleaños, un libro donde se reunían los poemas que, a lo largo de las últimas décadas, le había escrito en silencio a su primera esposa, la poeta norteamericana Sylvia Plath, quien se suicidó en febrero de 1963.
A lo largo de estas páginas, Hughes, desde el centro de la intimidad, recuerda su relación con Plath, empezando por el día en que se conocieron, durante una fiesta en Cambridge, en 1956, pasando por su boda, su luna de miel, el nacimiento de sus dos hijos y los constantes y fatales tormentos que desembocaron en el suicidio de la poeta. Más allá de la anécdota biográfica, Cartas de cumpleaños es ya uno de los poemarios fundamentales de finales del siglo XX , una valiente conversación con una amada sombra en el quieto contraluz del recuerdo, una celebración de la vida, de la pasión extrema, lo mismo que una poderosa meditación sobre la muerte. Y, por encima de todo, esta obra constituye la fulgurante despedida de uno de los mayores poetas de nuestro tiempo. Este libro irrumpe con la fuerza de una emoción que surge de una fuente desconocida. Y leerlo es como sufrir la descarga de un rayo. Su poder, su fuerza, es a veces tierno, a veces humorístico, a veces angustiado y surge siempre de un presente abrasador e inmóvil.
Quienes pensaron que la reticencia de Hughes era una prueba de insensibilidad se darán cuenta inmediatamente de que los insensibles eran ellos. Estamos ante un libro escrito por alguien obsesionado, herido y que estuvo profundamente enamorado. Nunca se había visto nada parecido en literatura. A NDREW M OTION Las claves autobiográficas del libro están minuciosamente descritas en Erica Wagner, Ariel’s Gift, Londres, Faber & Faber, 2000. En Letters of Ted Hughes, Christopher Reid, ed., Londres, Faber & Faber, 2007, p. 611. 703,
INTRODUCCIÓN
El alma tiene sus escrúpulos. 703,
INTRODUCCIÓN
El alma tiene sus escrúpulos.
Cosas que no hay que decir. S EAMUS H EANEY Sylvia Plath y Ted Hughes forman el que quizá sea el último mito literario del siglo XX , a cuyo alrededor, como suele ocurrir en estos casos, se ha tejido una telaraña de fervores, odios, sentencias y enfrentamientos que siempre termina por menoscabar la literatura en favor del espectáculo. Cuando se suicidó, en febrero de 1963, Plath estaba muy lejos aún de ser el icono que encarna hoy día. Entonces era su marido quien empezaba a descollar como uno de los poetas más originales y brillantes de su generación, un prestigio que, si bien se afianzaría con el tiempo –gracias a una obra prolífica, arriesgada y extremadamente genuina–, quedaría irremediablemente maculado por la muerte de su esposa y las morbosas especulaciones que sobre su responsabilidad en la tragedia se hicieron y se siguen haciendo todavía. El mimético suicidio, en 1969, de Assia Wevill, la mujer por la que Hughes había dejado a Plath y que decidió llevarse consigo a Shura, la hija que había tenido con el poeta, constituyó el ominoso epílogo a una leyenda que terminó por entenebrecer, a ojos de una buena parte de la sociedad, el nombre de Ted Hughes, al tiempo que, del otro lado, la figura de Sylvia Plath renacía con el aura de mártir secular que todavía conserva. A lo largo de las décadas en que se animó, desde distintos frentes y con variada fortuna, la canonización de la autora de La campana de cristal, fueron numerosas las voces que se alzaron para acusar a Hughes, para juzgar moralmente su comportamiento conyugal y, sobre todo, para impugnar su labor como albacea del legado literario de Plath.
Muchos no le han perdonado, por ejemplo, que decidiera quemar una parte de los diarios de su esposa, precisamente los que contaban sus últimos días de vida. Por su parte, Hughes, frente a las difamaciones y la histeria mediática, decidió guardar un escrupuloso silencio, un mutismo imbatible que sólo rompió en contadas ocasiones y casi siempre para proteger a Frieda y Nicholas, los hijos de su matrimonio con la poeta norteamericana y a los que siempre procuró mantener alejados de lo que él llamaba «la fantasía Plath», como explícitamente cuenta en el desgarrador poema «Los perros se están comiendo a vuestra madre», incluido en este libro. Por ello, cuando en 1997, un año antes de morir de un cáncer que mantuvo en secreto, Hughes anunció a Matthew Evans, su editor en Faber&Faber, que tenía un nuevo poemario dedicado a su primera mujer, la sorpresa y la excitación fueron mayúsculas. El proceso de edición se llevó a cabo con el máximo sigilo, hasta que, en enero de 1998, el periódico