MEXICO INSUERGENTE (LA REVOLUCIÓN DE 1910)
México insurgente es una de las mejores crónicas escritas sobre la evolución mexicana y el libro con el que John Reed alcanzó la celebridad. Este periodista y corresponsal dejó un testimonio inolvidable sobre l primera gran revolución del siglo XX : la revolución terrible y generosa de los peones, de los campesinos de México, que teniendo al frente a hombres tan carismáticos como Pancho Villa y Emiliano Zapata, logró encender la esperanza de todo un continente. Su obra más famosa es: 'Diez días que conmovieron al mundo' en la que describiría la revolución rusa bolchevique. Ambas las pudo escribir porque su espíritu aventurero y sus inclinaciones políticas, que no escondió, le llevaron a involucrarse estando 'ahí'. En el momento justo y preciso. Más que literatura, se puede catalogar como crónica. Periodismo de guerra puro. Un ejemplo ahora que toda la prensa -la llamada gran prensa- nutre sus crónicas con noticias facilitadas por agencias de prensa, o en el peor de los casos, análisis dictados por los servicios de comunicación de los diversos ejércitos combatientes.
Título Original: Insurgent México.
Traductor: E.V, Traducción cedida por Ediciones Ariel.
©1914, Reed, John
©1914, Sarpe
ISBN: 9788472917972
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Generado por: oleole, 15/10/2016
John Reed
México insurgente
(La revolución de 1910)
John Reed
JOHN REED nació en la ciudad de Portland, en el Estado norteamericano de Oregón —sobre el océano Pacífico—, en el año 1887. Inició sus estudios y experiencias periodísticas muy pronto, lo que le permitió alcanzar una rápida notoriedad dentro de un país que ya había consolidado a la profesión periodística como un verdadero cuarto poder de decisión en el interior de su sociedad. Cuando Reed tenía todavía once años de edad, la prensa había demostrado todas sus capacidades propagandísticas acerca de unos hechos concretos durante la guerra hispano norteamericana de Cuba, que terminaría con el desastre español en el año clave de 1898. En aquel conflicto, el joven Winston Churchill había participado como enviado especial de un rotativo británico, y había comenzado a dar muestras de la eficacia práctica de la labor periodística realizada en base a un estilo literario cuidado, mucho más elaborado que el utilizado hasta entonces por el periodismo coyuntural y rápido.
Cuando se produce la revolución en el vecino México, seguida por la intervención norteamericana en el territorio, John Reed visita la zona afectada por las operaciones militares y comienza a redactar sus crónicas de sus observaciones y consideraciones acerca de los hechos que está presenciando. Más tarde, lanzado ya de forma imparable por este tipo de literatura, habrá de alcanzar su realización más significativa, que le otorgaría de inmediato una justificada fama mundial. Conducido a Rusia en plena revolución por su profundo interés en observar aquella fundamental transformación social que se anunciaba, elaborará una serie de textos acerca de sus impresiones sobre la misma, de la que sería privilegiado, interesado y objetivo observador.
Los diez días que conmovieron al mundo ha constituido hasta hoy el más vivido y válido testimonio acerca de aquella revolución que no solamente conmovió al mundo en su momento, sino que ha venido configurando la estructura del mismo a partir de entonces. Al igual que en sus anteriores producciones periodísticas, Reed considerará apasionada pero fríamente unos hechos que él está presenciando, y que serán continuación de su serie de trabajos titulados en conjunto La guerra en el este de Europa, y publicados en el año 1916.
Publicada la obra en el año 1919, su retomo a los Estados Unidos supondrá la iniciación de sus actividades de carácter directamente político. Entusiasta de los hechos revolucionarios cuya plasmación práctica había observado, se dedicará activamente a organizar el Partido Comunista norteamericano. Pero la Norteamérica conservadora y aislacionista que surge de la Primera Guerra Mundial no permite la existencia en su interior de un riesgo revolucionario, por reducido que éste sea. Así, Reed, perseguido y condenado al ostracismo debido a su posición política, se verá obligado a abandonar su país.
Su lugar de destino elegido es la Unión Soviética, que todavía se debate entre las convulsiónesele la guerra civil, con intervención extranjera decidida a derribar a los nuevos poderes constituidos. Dentro de este clima, insuperable campo de observación para la mente de un periodista sagaz e interesado, Reed vive los últimos meses de su vida. Muere de tifus en un hospital soviético en el año 1920, mientras sus obras, consideradas ya como auténticos clásicos, empiezan a ejercer una profunda influencia, sobre todo el posterior periodismo testimonial del siglo XX.
«México insurgente»
ESTA obra de Reed reúne una serie de crónicas acerca de su presencia en los lugares donde tiene lugar el enfrentamiento entre las fuerzas revolucionarias, por una parte, y el ejército regular mexicano, apoyado por las fuerzas expedicionarias norteamericanas, por otra. De la viveza del relato y de la agudeza de las conclusiones extraídas de la observación de los hechos da idea la lectura de las primeras páginas del volumen. Pero, aparte de los valores literarios que posee, esta obra alcanza un significado de especial trascendencia.
En efecto, en unos Estados Unidos plenamente inmersos en la política de permanente intervencionismo directo en las cuestiones internas de los países integrantes del resto del continente, Reed se presenta como un enérgico elemento crítico acerca de la misma. México insurgente es de hecho el primer reportaje de índole imparcial escrito acerca de esta actitud norteamericana con respecto a los países de su área de directa influencia. El carácter de su autor, decidido partidario de la plasmación de transformaciones sociales y económicas allí donde se mostrasen imprescindibles, se manifestaría incapaz de admitir la presión de una fuerza exterior y superior dirigida en contra de lo que él consideraba legítimos y exclusivos derechos de los mexicanos a hacer su revolución.
Idealista utópico en gran medida, Reed sería testigo de dos de las revoluciones modélicas de este siglo, y a ambas darían su apoyo incondicional. En 1914, año de su publicación, el gran éxito obtenido por México insurgente le situaría ya de forma decidida en las filas progresistas, frente al dominante conservadurismo imperante. En 1917 publicó Tamburlaine y otros versos, y con carácter póstumo fueron editados Hija de la Revolución y otras historias (1927) y una selección de sus escritos titulada La educación de John Reed, en el año 1955.
La revolución mexicana
Los antecedentes
ENTRE los años 1876 y 1911 transcurre para México la etapa histórica conocida por el nombre de «porfiriato», como derivación del correspondiente a la persona que durante el mismo representó en sí mismo todas las características del sistema, Porfirio Díaz. Este personaje, verdadero arquetipo del «tirano honrado» presente a lo largo de toda la evolución histórica de América Latina a partir del momento de su independencia, serviría para que las clases tradicionalmente dominantes prosiguiesen sus actividades arropándolas bajo formas en apariencia innovadoras.
En efecto, a lo largo de los treinta y cinco años en que el antiguo militar se mantiene a la cabeza del país, habría de manifestarse de modo muy visible una permanente actuación gubernamental decidida a utilizar la fuerza práctica de lo que disponía para ponerla al servicio del progreso. El desarrollismo que el «porfiriato» imprime al arcaico país que era México servirá a los defensores interesados del sistema como justificación plena de la persistencia incontestada de éste al frente de los destinos del Estado. Se establecería por entonces la red ferroviaria básica, y tanto la minería como algunos sectores de la agricultura tendrían de nuevo momentos de gran auge.