Principios
de una ciencia nueva
en torno a la naturaleza común
de las naciones
Giambattista Vico
Introducción de Max H. Fisch
Traducción y prólogo de José Carner
Primera edición, Nápoles, 1725
Primera edición del FCE, 1978,
sobre la edición de El Colegio de México, 1941
Edición conmemorativa 70 Aniversario, 2006
Primera edición electrónica, 2012
Título original:
Principij di sciencia nouva d’intorno alla comune natura delle nazioni D. R. © 2006, Fondo de Cultura Económica
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ISBN 978-607-16-0912-0
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Acerca del autor
Giambattista Vico (1668-1744). Filósofo e historiador italiano. Se opuso al racionalismo mecanicista y profundizó en los estudios históricos, en los que expuso su teoría de los procesos cíclicos
INTRODUCCIÓN
¿QUÉ TIENE QUE DECIR VICO A LOS FILÓSOFOS CONTEMPORÁNEOS?
¿Qué tiene que decir Vico a los filósofos contemporáneos? Sería presuntuoso de mi parte dar una respuesta breve a una pregunta que tendrá mañana varias respuestas más extensas. Además, lo que Vico tiene que decir a los filósofos es en gran parte lo que está diciéndoles a los antropólogos, sociólogos, psicólogos, lingüistas y pedagogos.
Como se habrán dado cuenta, mi título es corto y coloquial para algo demasiado complejo que pueda ser dicho en nueve palabras. Me refiero en primer lugar a la idea que posiblemente se formarían los filósofos actuales si leyeran con atención las obras de Vico o las amplias citas que aparecen en sus mejores intérpretes recientes. Y como se trata de la Ciencia nueva, cuyo 250 aniversario ya celebramos, me refiero principalmente a lo que allí se dice, en cualquiera de sus tres ediciones. No doy por sentado que ellos, en todos o en la mayoría de los casos, encuentren convincente lo que dice, sino que encontrarán muchas cosas importantes y relacionadas con algunos de sus intereses presentes, y creo que vale la pena entenderlo.
Lo que Vico en este sentido tiene que decir a un determinado filósofo individual en la actualidad, depende de lo que ese filósofo esté dispuesto a oírle decir, y eso depende de cuáles son hoy los problemas vitales para ese filósofo y eso, a su vez, depende en gran parte de las circunstancias particulares de su encuentro con Vico.
Aunque mi interés está sobre todo en los filósofos, en general, y en el presente, voy a empezar con un ejemplo del pasado de cómo un filósofo llegó a Vico en una de estas circunstancias y qué entendió de lo que Vico le estaba diciendo.
Hace cincuenta años este filósofo buscaba un tema para su tesis doctoral. Había sido educado con la idea de que para hacer filosofía de una forma inteligente era necesario estar bien preparado en la historia de la filosofía a partir de los griegos, así como en la historia de los demás elementos centrales de nuestra tradición intelectual. Eran éstos el pensamiento religioso judío, cristiano e islámico del Nuevo y Antiguo Testamento en adelante; las ciencias físicas y biológicas, incluyendo la medicina; y el derecho romano.
Después, trabajó en la revisión de su tesis durante varios años para publicarla. Sus principales puntos débiles, pensaba, se debían a su comprensión inadecuada del derecho romano. Pasaba el tiempo buscando tanto estudios detallados sobre el tema, como interpretaciones generales que tuvieran una mayor originalidad y profundidad que la común. En una ocasión dio con la Ley universal y la Ciencia nueva de Vico y al momento se dio cuenta de que había tocado el fondo del asunto. Seguir buscando no le descubriría nada más profundo ni original. Pero la Ley universal estaba escrita en un latín difícil de entender y la Ciencia nueva en un italiano igualmente complicado. No había traducciones al inglés, y las de otros idiomas eran de poca utilidad. Lo que quedaba claro desde el principio era que si Vico estaba en lo cierto, su tesis había sido mal planteada y debía ser abandonada completamente. En lugar de derivar en parte el derecho romano de la filosofía griega, Vico derivaba la filosofía griega de la legislación griega o, más exactamente, derivaba la lógica, la metafísica y la ética de Sócrates, Platón y Aristóteles de las discusiones del mercado ateniense, la Asamblea y las Cortes: primero, decía, el gobierno popular, después las leyes, después la filosofía El derecho romano, como el griego, tenía un desarrollo natural, y las influencias a que había dado tanta importancia nuestro filósofo, si acaso reales, eran posteriores e insustanciales.
De los primeros escritos de Vico, en un latín más accesible, se desprendía que, tal como nuestro filósofo, él había empezado siendo un difusor inconsciente y, sólo en forma gradual, había llegado a ser el evolucionista multilineal de la Ciencia nueva.
¿Cómo se había dado esa transición? La mejor manera de enterarse sería dominar primero la obra mayor y más acabada de Vico, la Ciencia nueva, e ir retrocediendo a partir de ella. Y la forma más segura de dominarla sería haciendo una traducción propia, tan cuidadosamente como si fuera para su publicación. Entonces, durante su año sabático en Italia en 1939, nuestro filósofo consultó a los investigadores más conspicuos sobre Vico, Nicolini y Croce. No sabían de ninguna traducción al inglés que se estuviera haciendo en ese momento y dieron ánimos a nuestro filósofo para llevarla a cabo. Buscó como colaborador a un amigo que era profesor de lenguas romances, quien 8
lo alcanzó en Nápoles y empezaron su traducción en Capri en junio de 1939. Mostraron sus resultados a Nicolini y a Croce, quienes los estimularon para seguir adelante.
En suma, esto es lo que Vico empezó diciéndole a ese filósofo: Eres un difusor inconsciente. También lo fui yo al principio. Piensas que la difusión proviene directamente de la elevada filosofía. Así pensaba yo al principio. Ahora sostengo la hipótesis de múltiples orígenes independientes y evolución multilineal, y que la filosofía se desarrolla posteriormente en cada línea. Voy a explicarte por qué
Aunque cada filósofo que llega a Vico rara vez lo hace en circunstancias tan peculiares con éstas, el solo ejemplo basta. Y vuelvo ahora a otros rasgos generales del panorama filosófico contemporáneo que hacen factible que más filósofos hoy que en cualquier tiempo se pregunten qué les tiene que decir Vico.
En los países de habla inglesa, el movimiento filosófico dominante de la última o últimas dos generaciones ha sido el llamado con distintos nombres “filosofía del lenguaje común”, “filosofía analítica”, “análisis lingüístico” y “análisis de Oxford”. Su supuesto básico es que, como dijera Charles Peirce hace poco más de un siglo, “todo el pensamiento está en los signos” El pensamiento no es algo que podamos realizar sin palabras u otros signos, y que después expresemos en palabras u otros signos para comunicarse con otra persona o aun con nosotros mismos, posteriormente. El lenguaje no es simplemente un medio para la comunicación del pensamiento sino el medio del pensamiento mismo. Al analizar el modo en que usamos las palabras y otros signos, estamos analizando no una forma opcional de la trasmisión del pensamiento, sino el pensamiento mismo.
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