Pocas figuras del siglo XX español han sido tan profusamente mitificadas como la de José Ántonio Primo de Rivera.
El régimen franquista le dedicó un grandioso culto que lo elevó a mártir principal de la Cruzada, y las biografías redactadas durante la dictadura por falangistas que conocieron al Jefe Nacional de Falange Española de las JONS y le trataron son en tal grado elogiosas y acríticas que en su mayor parte resultan inservibles.
Por fin, a los ochenta años de la muerte de José Antonio, Joan Maria Thomàs, especialista en la historia de la Falange, nos ofrece una nueva e imprescindible biografía que explica el personaje a la luz de los rasgos de su personalidad, su pensamiento y sus actuaciones políticas más definitorios, cuestionando el mito y el culto interesados que se le dedicaron. Thomàs dibuja, con rigor y objetividad, el perfil de un líder fascista dispuesto a conseguir la implantación de un régimen político de ese tipo en España, al frente del cual aspiraba a estar él mismo, al tiempo que distingue entre lo que pretendía José Antonio y lo que fueron la Falange franquista y el régimen de Franco.
[2] Agustín de Foxá, «José Antonio: el amigo», en VV. AA., Dolor y memoria de España en el segundo aniversario de la muerte de José Antonio, Barcelona, Ediciones Jerarquía, 1939, p. 217.
Miguel Primo de Rivera, embajador en Londres, junto a la reina Isabel II.
[1] Dionisio Ridruejo, Con fuego y con raíces. Casi unas memorias, Barcelona, Planeta, 1976, p. 172.
[2]Ibid., p. 176.
[3] «Mundo Obrero», 19 de noviembre de 1936; cit. en ibid., p. 171.
[4] Jesús Ruiz Mantilla, «El desprecio de Franco a José Antonio», El País, 12 de marzo de 2015. Esta carta, procedente del archivo personal de Franco —lo que significa que no fue a parar al archivo de la Fundación Nacional Francisco Franco, sino que fue comercializada—, la puso a la venta un anticuario en 1995 (según José María de Tuñón Aza; véase www.fundacionjoseantonio.es/gaceta/gaceta2.pdf) y la adquirió la Fundación José María Castañé, que a su vez la donó a la Residencia de Estudiantes, en cuyo archivo se encuentra depositada actualmente. Agradezco al señor Alfredo Valverde, de dicho archivo de la Residencia de Estudiantes, su amabilidad al enviarme una reproducción de la carta y de la respuesta del Cuartel General.
[5] Archivo de la Residencia de Estudiantes. La carta no iba firmada.
[6] Francisco Bravo, José Antonio. El hombre, el Jefe, el camarada, Madrid, Ediciones Españolas, 1939, p. 132.
[7] Maximiano García Venero, Falange en la Guerra de España, p. 258. Ximénez de Sandoval es quien afirma que se dio el grito después del almuerzo —«no muy oportunamente, por cierto»— tras el almuerzo de los consejeros. Ibid., p. 829.
[8]Ibid., p. 830. No obstante, debió de saber del fusilamiento rápidamente. Y Bravo le escribió el 25 una de las cartas muchas de pésame el 25. Francisco Bravo, op. cit., pp. 133-134.
[9] Felipe Ximénez de Sandoval, José Antonio. Biografía, Madrid, Lazareno-Echániz, 1949, pp. 831-832. Aunque Sandoval no lo dice, podría haber sido Vicente de Cadenas, que estuvo un tiempo exiliado en Francia tras oponerse a la unificación.
[10]Ibid., p. 832.
[11] Agustín de Foxá, «La eterna presencia», en VV. AA., Dolor y memoria…, op. cit., pp. 359-360.
[12] Según el testimonio del secretario de la Junta de Mando Provisional, Francisco Bravo, él no creyó nunca en ello: «Los camaradas que estupefactos habían escuchado la noticia [del fusilamiento, por radio] se afiliaron instintivamente a un sebastianismo sentimental y falso, que nunca pudo engañarme a mí». Francisco Bravo, op. cit., pp. 132-133.
[13] Joan Maria Thomàs, El gran golpe. El «caso Hedilla» o cómo Franco se quedó con Falange, Barcelona, Debate, 2014.
[14] Por los hermanos Irujo. Pilar Primo de Rivera, Recuerdos de una vida, Madrid, Dyrsa, 1983, p. 141.
[15] Para una referencia a su contenido en cuanto al coalbaceazgo de Serrano Súñer [sic] y Fernández-Cuesta en la prensa extranjera, véase Manuel Chaves Nogales, «Moyen du gouvernement du Général Franco», L’Europe Nouvelle, París, 13 de agosto de 1938; cit. en Manuel Chaves Nogales, Crónicas de la Guerra Civil (agosto de 1936-septiembre de 1939) (ed. de M.ª Isabel Cintas Guillén), Sevilla, Espuela de plata, 2011, pp. 119-118.
[16] Por decreto de 10 de julio de 1937. El día de la conmemoración era el 13. Véase María Luisa Rico Gómez y José Sevillano Calero, «Franco y José Antonio. Caudillo y profeta de España. La construcción del carisma durante la Guerra Civil», Studia Historica. Historia Contemporánea, n.º 31, 2013, pp. 95-111.
[17] Zira Box, España, año cero. La construcción simbólica del Franquismo, Madrid, Alianza Editorial, 2010, p. 169.
[18]ABC, Sevilla, 19 de julio de 1938.
[19]Ibid.
[20]La Nueva España, Oviedo, 2 de octubre de 1938.
[21]ABC, Sevilla, 2 de octubre de 1938.
[22]Dolor y memoria de España en el segundo aniversario de la muerte de José Antonio, Barcelona, Ediciones Jerarquía, 1939, pp. 382.
[23] Parte de guerra oficial del Cuartel General del Generalísimo del 20 de noviembre de 1938, en VV. AA., Dolor y memoria…, op. cit., p. 85.
[24]Boletín Oficial del Estado y Boletín del Movimiento de Falange Española Tradicionalista y de las JONS.
[25] Joan Maria Thomàs, Franquistas contra franquistas. Luchas por el poder en la cúpula del régimen de Franco, Barcelona, Debate, 2016.
[26] José Andrés-Gallego, ¿Fascismo o Estado católico? Ideología, religión y censura en la España de Franco 1937-1941 , Madrid, Encuentro Ediciones, 1997, p. 213.
[27] Ante la ausencia de un monumento oficial dedicado a Primo en Madrid, años más tarde, por iniciativa individual y sin apoyo oficial, se erigiría al menos uno, nada menos que en la Plaza Mayor del llamado Poblado Mínimo de Vallecas. «José Antonio está en Vallecas», Teresa, n.º 18, 1969. Agradezco a la profesora Giuliana di Febo haberme facilitado copia de la noticia.
[28] Orden del 16 de noviembre de 1938, Boletín Oficial del Estado.
[29] Orden del 12 de noviembre de 1938, Boletín del Movimiento de Falange Tradicionalista y de las JONS.
[30] Circular del 12 noviembre de 1938, Boletín del Movimiento de Falange Tradicionalista y de las JONS.
[31] Agustín de Foxá, «Las ceremonias de Burgos», en VV. AA., Dolor y memoria…, op. cit., p. 68.
[32]Ibid., pp. 65-68.
[33] Dionisio Ridruejo, op. cit., p. 174.
[34] Felipe Ximénez de Sandoval, «José Antonio en la cárcel Modelo visto desde el otro lado de la reja», en VV. AA.,