• Quejarse

Pedro Fernández Barbadillo - Eso no estaba en mi libro de Historia del Imperio español

Aquí puedes leer online Pedro Fernández Barbadillo - Eso no estaba en mi libro de Historia del Imperio español texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2020, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Pedro Fernández Barbadillo Eso no estaba en mi libro de Historia del Imperio español

Eso no estaba en mi libro de Historia del Imperio español: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Eso no estaba en mi libro de Historia del Imperio español" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Pedro Fernández Barbadillo: otros libros del autor


¿Quién escribió Eso no estaba en mi libro de Historia del Imperio español? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Eso no estaba en mi libro de Historia del Imperio español — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Eso no estaba en mi libro de Historia del Imperio español " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Pedro Fernández Barbadillo

Eso no estaba en mi libro de Historia del Imperio español

© Pedro Fernández Barbadillo 2020

© Editorial Almuzara, s.l. , 2020

Reservados todos los derechos. «No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea mecánico, electrónico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.»

Colección historia

Editorial Almuzara

Director editorial: Antonio Cuesta

Edición de Rosa García Perea

Conversión a epub de Rosa García Perea

www.editorialalmuzara.com

info@almuzaralibros.com

Síguenos en @AlmuzaraLibros

ISBN: 978-84-18205-78-1

Para Blanca,

estos relatos verdaderos de hombres y mujeres forjados en hierro.

INTRODUCCIÓN

Mientras duró, los españoles, tanto los reyes como los campesinos, no hablaban de Imperio español, sino de «los reinos de Indias.» Solo hubo un emperador y fue al principio, Carlos V, el único hombre que ha sido emperador en Europa y América. Pero recibió su título, no por ser rey de España, ni por haber reunido los poderes del Gran Inca y del Huey Tlatoani , ni por la extensión de sus dominios, ni por una autoproclamación estilo bonapartista, sino por la reliquia medieval del Sacro Imperio Romano Germánico. Aunque la palabra no se pronunciara ni esculpiera, para enemigos y envidiosos, España era la cabeza de un Imperio que la elevaba a la condición de mayor potencia europea y que, a pesar de todos los ataques y de los errores de gobierno —reales unos, inventados otros—, expandió y mantuvo durante casi tres siglos. Un fenómeno de longevidad extraordinaria. La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, animada por una ideología con creyentes fanáticos en todo el mundo, con la promesa de encarnar el futuro, con una tecnología que le permitía enviar hombres al espacio, con el mayor ejército del mundo y una policía que reprimía a los disidentes, solo duró setenta años. La vida del Imperio rojo fue tan corta que algunos de los que contemplaron el primer izado de la bandera roja en el Kremlin pudieron asistir también a su último arriado. Otros setenta años, entre 1876 y 1947, duró el título de emperador de la India en la Corona británica.

El historiador Stanley G. Payne recuerda que España fue el único país sometido, islamizado y arabizado por los invasores musulmanes que luego los descendientes religiosos y culturales de los anteriores habitantes reconquistaron por completo. «Aunque los españoles no hubiesen logrado nada más, solo por esta razón la historia de España habría sido totalmente singular». Pero es que los españoles lograron mucho más, justo en el mismo año en que la Reconquista concluía.

Los españoles fueron los primeros en cruzar el Atlántico; los primeros en descubrir América; los primeros en hallar la ruta para navegar de Asia a América a través de un Pacífico que abarca un tercio de la superficie del planeta; los primeros en circunnavegar el globo; los primeros en crear una moneda aceptada en los cinco continentes; los primeros en organizar una campaña de vacunación de ámbito mundial; los primeros en levantar Catedrales y Universidades en el nuevo mundo; los primeros en excluir de la esclavitud a poblaciones conquistadas… Proezas que han colocado a España entre la media docena de naciones imprescindibles para la historia de la humanidad.

Dos elementos distinguen al Imperio español de otros. Uno, el espacial. «En sentido estricto, el gran imperio terrestre y marítimo mundial español no tuvo paralelo ni precedente. Los otros imperios europeos de la época eran marítimos, concentrados en asuntos navales, mientras que los de los asiáticos (…) fueron imperios con base en tierra firme con poca o ninguna dimensión marítima. El imperio de los españoles cubrió ambos tipos de entorno: travesías por los anchos océanos y administración de enormes extensiones de territorio». Por ello, escribía orgulloso Baltasar Gracián que «la corona del rey de España es la órbita del Sol.» Y Samuel Johnson se lamentaba de la omnipresencia española que constreñía las navegaciones británicas: «¿No habrá dejado el cielo, compadecido de los pobres, algún desierto sin senda, alguna playa desconocida, alguna isla secreta en el ilimitado océano, algún desierto tranquilo, que no haya sido reclamado por España?.»

Sin embargo, España no se limitaba a ocupar nuevos territorios. La segunda diferencia reside en la organización. Al igual que Roma, se replicaba a sí misma donde se establecía. España constituyó un Imperio «generador», lo opuesto al Imperio «depredador» de los británicos y los neerlandeses, dos conceptos de Imperio enunciados por el filósofo Gustavo Bueno para entender las diferencias entre unos y otros.

Recojo las interpelaciones de Claudio Sánchez Albornoz para explicar la magnitud espiritual de la obra de España: «¿En qué viejos países de Asia y África han hecho nada parecido los otros pueblos colonizadores europeos? ¿Dónde se han mezclado ingleses y franceses, por ejemplo, con los moradores por ellos sometidos, como los españoles se cruzaron con los indígenas de América? ¿Dónde se ha intentado siquiera convertirles a su fe e igualarles a ellos?».

Gracias a ese carácter «generador», la lengua española es la segunda con más hablantes y ha sido hecha propia por más de veinte naciones. El francés y el inglés, aunque son oficiales en más Estados, solo unos pocos de estos los han asumido como un elemento consustancial a su identidad; para los demás es solo un medio para sacar dinero a su metrópoli.

En las páginas siguientes presento, no una historia total con pretensiones de sistematicidad, sobre el Imperio español, sino una selección de acontecimientos, personajes y curiosidades a través de los cuales el lector pueda comprender la inmensidad y fortaleza de ese Imperio cuya bandera, la Cruz de Borgoña, ondeó en barcos, ciudades y castillos situados en todos los rumbos de la rosa de los vientos. Creo que mi trabajo está más ajustado a la realidad del Imperio que quienes atribuyen su surgimiento y su conservación a una «increíble serie de golpes de fortuna que habían favorecido a España en aquellos siglos».

Por último, mi deseo es que al lector este ramillete de historias, que seguramente no aparecían en su libro de historia del Imperio español, le convenzan de que esos antepasados suyos, cuyos nombres y estatuas se ven en muchas ciudades españoles —no todas, por razón del bullente masoquismo patrio—, no fueron tan malos ni tan brutos, ni tan tontos como se le dice desde hace años.


PAYNE, Stanley G.: España. Una historia única , Temas de Hoy, Madrid, 2008, p. 118.

RESTALL, Matthew y FERNÁNDEZ-ARMESTO, Felipe: Los conquistadores: una breve introducción , Alianza, Madrid, 2013, p. 111.

CIPOLLA, Carlo Maria: La odisea de la plata española. Conquistadores, piratas y mercaderes , Crítica, Barcelona, 1999, p. 23.

1. ¿ERA COLÓN EL ÚNICO QUE CREÍA QUE LA TIERRA ERA REDONDA?

El Hijo de Dios nació en un establo y el Imperio español tuvo su origen en un error matemático. Muchos de los grandes acontecimientos de la Historia o pasan desapercibidos cuando se producen, como la colocación por un monje llamado Lutero de sus tesis teológicas en la puerta de una iglesia, o son generados por fallos humanos, como la orden dada por Luis XVI a sus leales guardias suizos para que entregaran sus armas a los milicianos revolucionarios.

Una serie de paradojas, casualidades y sorpresas jalonan el origen del Imperio español. Este nació gracias a que Cristóbal Colón calculó la circunferencia de la Tierra en mucha menor extensión de la realidad y así comenzó su viaje, en el que se topó con un continente desconocido. Otra paradoja es que una de las razones de la aprobación del viaje de Colón y su financiación por los Reyes Católicos fue la búsqueda de las especias, que han pasado de ser objetos de lujo a estar en todas las casas. Y, por último, que las dos principales navegaciones de la historia de la humanidad las encabezan dos hombres audaces que se ofrecieron primero a los reyes de Portugal, pero que, rechazados por estos, marcharon luego a España. El destino puso a los pies de los portugueses el descubrimiento de América y la circunnavegación de la Tierra, y los portugueses respondieron que estaban ocupados, que costaban mucho dinero y que tenían otras cosas que hacer. Las oportunidades pasaron a los españoles.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Eso no estaba en mi libro de Historia del Imperio español»

Mira libros similares a Eso no estaba en mi libro de Historia del Imperio español. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Eso no estaba en mi libro de Historia del Imperio español»

Discusión, reseñas del libro Eso no estaba en mi libro de Historia del Imperio español y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.