Índice
Horacio Verbitsky
VIDA DE PERRO
Balance político de un país intenso, del 55 a Macri
CONVERSACIONES CON DIEGO SZTULWARK
Verbitsky, Horacio
Vida de perro: Balance político de un país intenso, del 55 a Macri.- 1ª ed.- Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2018.
Libro digital, EPUB.- (Singular)
Archivo Digital: descarga
ISBN 978-987-629-831-5
1. Entrevista. 2. Ensayo Político. I. Sztulwark, Diego II. Título
CDD 320
© 2018, Siglo Veintiuno Editores Argentina S.A.
Diseño de cubierta: Pablo Font
Digitalización: Departamento de Producción Editorial de Siglo XXI Editores Argentina
Primera edición en formato digital: mayo de 2018
Hecho el depósito que marca la ley 11.723
ISBN edición digital (ePub): 978-987-629-831-5
Para Max Sztrum, Clara Kaplán y León Rozitchner, y en ellos a las generaciones que supieron afrontar la guerra al modo de los valientes (no de los asesinos), luchando por todos los medios, sin querer la muerte propia ni ajena.
A los movimientos de lucha de la Argentina: Madres de Plaza de Mayo, Movimiento Piquetero, Movimiento de Mujeres, porque saben afrontar la guerra al modo de los valientes (no de los asesinos), sin soportar ya que nos maten (¡ni una menos!) ni buscar la muerte ajena.
A Iván, esta es también su historia.
D. S.
A Milagro Sala, presa política de la degradada UCR.
H. V.
Introducción
Un libro de balances para pensar los agujeros negros del presente
Diego Sztulwark
Ya había visitado esa oficina, hace años, en un viejo edificio del barrio porteño de Tribunales, pero nunca había pasado del hall de entrada. Se mantiene más o menos igual, la misma austeridad, salvo por un afiche que anuncia la salida de su libro La mano izquierda de Dios, de la serie sobre Iglesia y dictadura. Su asistente, Martín, me pide que espere unos minutos. Aunque he visto a Horacio Verbitsky en público un par de veces, no nos conocemos. Con una sonrisa amable, me hace pasar a su despacho, pequeño y hermético, lleno de libros, afiches, cuadros y materiales de archivo. Un escritorio y tres sillas, sin ventanas. Entre las fotos de Marilyn Monroe y de Aníbal Troilo, se destacan sólo dos políticas: una de un jovensísimo Verbitsky junto a Perón; otra de un Verbitsky actual, sentado, frente a Néstor Kirchner de pie, que se inclina, afectuoso, para saludarlo. Sereno y hospitalario, el “Perro” desarma en un instante el aura de inaccesibilidad que lo rodea.
Se lo ve muy cómodo trabajando en su oficina. Pocas veces ha considerado organizar cursos de formación sobre investigación política, u ofrecer su experiencia a organizaciones populares. Lo atribuye a rasgos fóbicos de su personalidad y al “cholulismo” ambiente. Aunque tiene un costado pedagógico y ha dedicado algún tiempo a la formación de un par de periodistas, el fuerte de su magisterio pasa por su obra.
Vengo a proponerle un libro de balances. La llegada de Mauricio Macri a la presidencia es el signo más contundente de la necesidad de una reflexión política demasiado postergada. Reflexión bloqueada por el aturdimiento que provoca la presentación de la coyuntura como espectáculo continuo, sucesión de instantes inconexos al ritmo que marcan los grandes medios de comunicación. Si creyéramos en la imagen del mundo que emana del lenguaje dominante de estos medios, la realidad se volvería unidimensional y obvia. Más que una mera deshistorización, que haría perder la perspectiva de los hechos –las condiciones específicas en que se dan los fenómenos–, se trata de una completa banalización de lo real que apunta no tanto a borrar el pasado como a desdibujar toda posibilidad de un tiempo diferente por venir. Los balances y las críticas no pertenecen a este género.
El nuevo milenio nació, en el país y en la región, bajo el ímpetu de un extendido ciclo de luchas populares contra el neoliberalismo. Quince años después, el panorama es muy diferente. ¿Qué ha pasado para que el ciclo iniciado por aquellas luchas desde abajo, sucedidas luego por gobiernos denominados progresistas o populares, desemboque en procesos abiertamente conservadores, en programas políticos y gobiernos dóciles a los requerimientos del mercado mundial? ¿Es posible comprender la situación actual sin preguntarnos por la naturaleza de aquellas luchas y sin hacer un fuerte replanteo de la teoría y la práctica de los gobiernos que las sucedieron? Y ¿no habría que ir aún más atrás, no sólo al menemismo o a la última dictadura (fechas clave en la instalación del neoliberalismo en la Argentina), sino tal vez hasta el propio nacimiento del peronismo y el golpe militar que en 1955 lo desalojó violentamente del poder? Un libro de balances, sin embargo, no es necesariamente un libro de historia.
Los balances por hacer son muchos y se remontan a los años en los que Horacio Verbitsky iniciaba su vida periodística y militante: el golpe de 1955, La Opinión, la resistencia peronista, el surgimiento de las organizaciones revolucionarias y la táctica de la lucha armada, Rodolfo Walsh, Perón, López Rega, la dictadura, Malvinas, la posdictadura y los juicios a la cúpula de las Fuerzas Armadas, las variaciones en el modo de acumulación del capitalismo en la Argentina, el papel de la Iglesia argentina –dentro de ese marco, la figura de Jorge Bergoglio, ahora papa Francisco–, los organismos de derechos humanos –en particular, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS)–, el alfonsinismo, los carapintadas, las leyes de impunidad, Menem, los indultos, las privatizaciones y la caída del bloque socialista del Este europeo, Página/12, Clarín y Papel Prensa, la crisis de 2001 y las organizaciones sociales, Duhalde, la llegada del kirchnerismo, el nuevo escenario mundial con la emergencia de China, la desaparición de Julio López, la derogación de las leyes de impunidad, la recuperación de la ESMA, la soja y la industrialización, Chávez y el chavismo, el asesinato de Mariano Ferreyra, el sindicalismo y la izquierda, la Cámpora, Milani y la llegada de Macri al gobierno y El Cohete a la Luna.
No se trata indudablemente de hacer una biografía. Se ha escrito sobre él, y se lo seguirá haciendo. Le propongo otra cosa: aprovechar su mirada para pensar, a partir de ella o en contrapunto, cincuenta años de historia. Dejar de lado el “misterio Verbitsky” –sobre el que fantasea Gabriel Levinas en Doble agente. La biografía inesperada de Horacio Verbitsky, un libro acusatorio y malogrado del que necesariamente diremos algo más adelante–, para adentrarnos en algo así como el “método Verbitsky”, con la expectativa puesta en que esa reflexión sobre su modo de trabajo aporte al doble propósito de compresión histórica del presente y de estímulo a la labor de la investigación militante.
¿Por qué Verbitsky? La respuesta no es sencilla. No me acercan a él sus posiciones políticas de los últimos años –su abierto apoyo al gobierno de los Kirchner–, ni el tono denigratorio con el que se ha referido en diversas oportunidades a expresiones de la izquierda (que no son precisamente grupos con poder), ni la obsesión por desentrañar los secretos que se le atribuyen. Inevitablemente conversaremos también sobre esto, pero mis razones son muy otras y apuntan, como queda dicho, a la necesidad de aprovechar a fondo la mirada sistemática y documentada que Verbitsky establece con el presente político, el ejercicio analítico con que nutre semana a semana a sus lectores desde hace décadas, la perspectiva histórica de algunos de sus trabajos (de modo ejemplar, sus cuatro tomos sobre la Iglesia argentina) y la vocación de intervención en la actualidad, no sólo a través del periodismo sino también a través de dispositivos prácticos de gran alcance, como el CELS.
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