• Quejarse

Bartolomé de las Casas - Historia de las Indias 2

Aquí puedes leer online Bartolomé de las Casas - Historia de las Indias 2 texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 1561, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Bartolomé de las Casas Historia de las Indias 2

Historia de las Indias 2: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Historia de las Indias 2" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Dentro del voluminoso conjunto de los escritos lascasianos, ocupa la «Historia de las Indias», considerada como la más completa de todas las «Historias» escritas en su época, un puesto a toda luz excepcional. Escrita entre 1527 y 1559, no es que sea, ni de lejos, la obra más famosa de fray Bartolomé, cuya figura histórica ha sido y sigue siendo tantas veces identificada, para bien y para mal, a través de la única «Brevísima relación de la destrucción de las Indias», publicada en vida del autor y propagada por el mundo entero, donde denunciaba la esclavitud a que se sometía a los indios y ponía en evidencia que la evangelización de los colonos se había convertido en un genocidio. Muy distinto, por supuesto, es el caso de la «Historia», libro de mucho bulto y de muy diferente índole, cuyo manuscrito, por otra parte, permaneció inédito durante más de tres siglos. Distínguese sobre todo la «Historia», dentro de su categoría, por la abundancia y precisión de las noticias, respaldadas por una enorme documentación de primera mano, cuando no por la propia experiencia del historiador. Señálase aún por los prolijos comentarios, desde luego casi siempre acusadores, que acompañan sistemáticamente la relación de los sucesos, y vienen a ocupar no menos espacio, y a veces más, que la misma narración. También realiza un análisis ético y moral de la conquista de América y de sus errores y aciertos. Aunque Las Casas admiraba a los «descubridores», no elude la responsabilidad de estos en la destrucción del Nuevo Mundo, de modo que su rigor histórico resulta tan notable como su sensibilidad humana. El lector advertirá aquí los rasgos característicos del conjunto de la obra de un hombre que, además de ser parte y testigo de la Conquista, procuró ser un cristiano consecuente, consagrando una parte importante de su vida y su capacidad intelectual a la defensa de los derechos de los indios. Las Casas fue con Cristóbal Colón en el segundo viaje a América. Llegó a la Isla de La Española en 1502 y, aunque se estableció allí como colono y encomendero, en 1511 un sermón de fray Antonio de Montesinos le hizo cambiar de vida: en 1515 se incorporó a la orden de los dominicos. Desde entonces, se convirtió en el primer y más feroz crítico del colonialismo español. Según indicación contenida en el texto, anunciaba Las Casas que su obra comprendería seis libros, correspondiendo cada uno a un período de diez años —excepto el primero, reducido a ocho por empezar en 1492 y terminar en 1500. No descartaba, además, la posibilidad de prolongarla, pero la «Historia», tal como la conocemos, consta solamente de tres décadas, y no hay motivos serios para suponer que no nos haya llegado en su totalidad, consta solamente de tres décadas. En esta edición se ha seguido el texto de los cinco tomos de la edición del Marqués de la Fuensanta del Valle y D. José Sancho Rayón, Imprenta de Miguel Ginesta (Madrid) de 1875, suprimiendo el Apéndice (51 capítulos de la «Apologética Historia»), primera realizada en español. Se han agrupado los capítulos respetado los tres libros del original de Bartolomé de las Casas. Este libro, el segundo de los tres que comprende la obra, abarca la década de 1501 a 1510, y se centra en el 4.º viaje de Colón y su muerte, así como las primeras exploraciones de la «Tierra firme» y los principios de la gobernación de Diego Colón.

Bartolomé de las Casas: otros libros del autor


¿Quién escribió Historia de las Indias 2? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Historia de las Indias 2 — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Historia de las Indias 2 " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

BARTOLOMÉ DE LAS CASAS Sevilla 1474 Madrid 1566 Nació en la colación de - photo 1

BARTOLOMÉ DE LAS CASAS (Sevilla, 1474 — Madrid, 1566). Nació en la colación de San Salvador, en el centro de Sevilla, en una familia de panaderos, quizá de ascendencia judeoconversa y probablemente en 1484. Su andadura americana se inicia cuando en 1493 su padre fue a las Indias en el segundo viaje de Cristóbal Colón, con cuya familia se mantendría siempre muy relacionado el propio Bartolomé. En 1502 padre e hijo se integran en la expedición de Nicolás de Ovando, nuevo gobernador de la Española, y participan en la conquista de los cacicazgos orientales de la isla, que se habían alzado contra el poder colonial. Veinticinco años después, el padre Las Casas recordará en su Historia de las Indias la alegría, a primera vista incomprensible, con que antes de desembarcar les fue dada la noticia de este levantamiento: la guerra que se avecinaba significaba gran provecho, puesto que les permitiría hacer prisioneros que serían legalmente esclavos, a diferencia de las irregulares capturas y ventas de indios pacíficos, objeto de investigaciones y prohibiciones por parte de la administración.

El joven Bartolomé había recibido la tonsura en Sevilla, lo que le autorizaba a ejercer de doctrinero, o catequista de indios; pero también fue soldado, y tras la guerra, como cualquier conquistador, obtuvo indios esclavos y de repartimiento, con los que inició una labranza junto al río Janique, cerca de Santiago. Su amistad con la familia Colón le lleva a Roma en 1506-07, acompañando al hermano del Almirante, y allí se ordena de sacerdote. Regresa a la Española, donde dice la primera misa nueva de América y continúa con sus explotaciones, que pronto abandona para seguir a su amigo Diego Velázquez a la conquista de Cuba, donde será capellán de la compañía de Pánfilo de Narváez (1512-1514). Obtuvo por ello un repartimiento de indios en Canarreo, cerca de Trinidad, pero renunció al mismo a los pocos meses, impresionado por la enorme mortandad causada en la isla.

Comienza entonces su lucha en defensa de los indios, compaginando desde este primer momento la integridad moral, la habilidad política y la osadía que siempre distinguirán sus actuaciones, a través de las diversas fases de su vida y obra: viaja a España y va a ver a Fernando el Católico para leerle un memorial sobre lo que estaba sucediendo en Cuba, primero de la larga serie de escritos de denuncias y de remedios con que azotará la corte durante toda su vida. A la muerte del rey se entrevista con los regentes Cisneros y Adriano de Utrech y les dirige el Memorial de remedios para las Indias de 1516, un plan de reforma basado en la explotación agrícola por parte de labradores castellanos e indios libres, con el cual Las Casas participa de lleno en la literatura utópica de su momento, y que no en vano ha sido comparado con la Utopía de Tomás Moro, publicada en el mismo año. Por primera vez, y desde luego no la última, se concebía para América el plan de un mundo ideal que incluía minuciosos detalles sobre el establecimiento y regimiento de pueblos nuevos, con modos de producción capaces de asegurar la subsistencia de la comunidad y el pago de beneficios a la corona. La mera explotación del indio quedaba substituida por un período de evangelización e instrucción en técnicas agrícolas europeas, y por la fusión de las razas que resultaría de la convivencia. El idealismo del proyecto le destinaba al fracaso, pero era la etapa lógica tras denunciar la destrucción: cuando el retorno al Paraíso, creación de Dios destruida por el hombre, se hace imposible, se piensa necesariamente en la creación de su sucedáneo utópico. Las Casas no lograría llevar su utopía a sus últimas consecuencias, pero sí que los regentes pusieran el gobierno de la Española en manos de tres frailes jerónimos, como expertos en explotaciones agrícolas, con Las Casas como consejero (1517). El fracaso de este modelo fue inmediato: los nuevos gobernadores se dejaron ganar por los intereses de los colonos y el protector de indios regresó a España, donde consiguió hacerse oír por Carlos I y sus ministros y promover otros dos proyectos de corta vida: el primero, para colonizar La Española con labradores castellanos, fue abortado en la misma corte; para el segundo, Las Casas obtuvo una capitulación que le convertía en verdadero empresario dedicado a poblar y hacer rentables, sin más españoles que los misioneros, 200 leguas de costa venezolana, junto a la península de Paria, iniciativa que también fracasó rápidamente una vez sobre el terreno, debido a su enfrentamiento con los explotadores de perlas de la isla de Cubagua (1521). La mención en ambos planes de la necesidad de importar algunos esclavos africanos, perfectamente rutinaria dentro de los parámetros legales y morales del momento, está en el origen del extendido mito de que fue el padre Las Casas quien inició la trata de esclavos que a lo largo de los tres siglos siguientes sería el oprobio de América.

Termina así su fase de promotor de empresas utópicas, con un profundo desengaño que le lleva a hacerse fraile dominico y recluirse en Santo Domingo, de donde saldrá para fundar el convento de su orden en Puerto Plata. Es quizá el período más sosegado de su vida, sin viajes transatlánticos ni intervención directa en los asuntos de Indias, y por lo mismo el más importante de su formación intelectual: estudia leyes y teología, y mantiene una creciente correspondencia con la corte y con amigos de España, siempre sobre asuntos relacionados con la defensa de los indios. A estas actividades añade entonces una de las que con más justicia le han hecho célebre: la de historiador; en Puerto Plata y hacia 1527 emprende una ambiciosa Historia de las Indias, donde pensaba organizar en décadas las numerosas noticias y documentación que iba acumulando. El proyecto fue semiabandonado en la vorágine de viajes y actividad política de 1534-1550, y recibió un nuevo impulso en 1552, cuando Las Casas, residiendo en Sevilla, tuvo ocasión de utilizar la biblioteca de Hernando Colón. La Historia de las Indias no supera el año 1520, es decir, cubre tres décadas de las cinco o seis que podría haber tenido; con todo, su importancia para la historiografía indiana es difícil de exagerar, por la cantidad de información de primera mano que contiene, tanto testimonial como referida, y porque, a pesar de no haber sido publicada hasta el siglo XIX, uno de sus manuscritos fue fuente principal, directa o indirecta, para gran parte de los historiadores posteriores, a partir de Antonio de Herrera.

En 1534, las noticias llegadas de la conquista del incario animan a Las Casas a ir a misionar al Perú, pero el viaje se frustra, y tiene que conformarse con iniciar un período de gran actividad en Nicaragua y Guatemala, donde concibe el proyecto de evangelización pacífica, sin colonización, del territorio de Tuzulutlán (actual Vera Paz). Fruto de ese momento de preocupación acerca de los métodos misionales es De unico vocationis modo, donde desde una perspectiva erasmista defiende la práctica de una verdadera evangelización, distinta de la cristianización forzosa y los bautizos en masa practicados por los franciscanos, que desde la perspectiva lascasiana eran una estratagema que permitía a los encomenderos hacer trabajar constantemente a los indios, sin darles el tiempo de descanso estipulado para su formación religiosa, puesto que formalmente ya eran cristianos. Además, estas conversiones, pese a ser pro forma, ponían a los indios bajo poder de la Inquisición, que de este modo podía perseguirlos por cuestiones de moral y dogma que ellos desconocían.

Para lograr los permisos y suministros necesarios para su nuevo proyecto, y con el apoyo de los cuatro obispos de Nueva España, que le encargan presentar diversas peticiones al Emperador, Las Casas vuelve a la Península en 1540. Esta vez entró por Lisboa, y allí tuvo lugar otra de sus «conversiones»: los dominicos que le alojan en el convento de São Domingos le transmiten su preocupación por la trata de esclavos negros, para entonces más pujante que la de los indios. Lo que allí aprende sobre la captura de esclavos en las costas de Guinea le hace convertirse en enemigo de cualquier esclavitud, y en su Historia de las Indias no dejará de confesar con amargura el error de sus propuestas de veinte años antes. En 1542, en Valladolid, inicia su período de más influencia política en la corte: lee ante el Consejo de Indias una versión previa de la

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Historia de las Indias 2»

Mira libros similares a Historia de las Indias 2. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Historia de las Indias 2»

Discusión, reseñas del libro Historia de las Indias 2 y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.