El volumen que presentamos agrupa, en torno a cinco grandes núcleos temáticos, artículos y ensayos de muy diversa procedencia. Dedicado al análisis de problemas de estética, a la interpretación de fenómenos de la cultura de masas, a la lectura crítica de textos literarios y al comentario de problemas filosóficos y semióticos de interés en nuestro tiempo, este libro es una muestra brillante y sugestiva de la inagotable curiosidad intelectual de Umberto Eco.
Umberto Eco
De los espejos y otros ensayos
ePub r1.0
Titivillus 16.07.16
Título original: Sugli Specchi e Altri Saggi
Umberto Eco, 1985
Traducción: Cárdenas Moyano
Ilustración de portada: Álvaro Domínguez
Editor digital: Titivillus
ePub base r1.2
UMBERTO ECO (Alessandria, Italia, 5 de enero de 1932) es un escritor y filósofo italiano, experto en semiótica.
Umberto Eco nació en la ciudad de Alessandria, en el norte de Italia. Su padre, Giulio, fue contable antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando fue llamado a servicio en las fuerzas armadas. En ese momento, Umberto y su madre se mudaron a un pequeño poblado piamontés. Eco recibió educación salesiana.
Se doctoró en filosofía y letras en la Universidad de Turín en 1954 con un trabajo que publicó dos años más tarde con el título de El problema estético en Santo Tomás de Aquino (1956). Trabajó como profesor en las universidades de Turín y Florencia antes de ejercer durante dos años en la de Milán. Después se convirtió en profesor de Comunicación visual en Florencia en 1966. Fue en esos años cuando publicó sus importantes estudios de semiótica Obra abierta (1962) y La estructura ausente (1968), de sesgo ecléctico. Desde 1971 ocupa la cátedra de Semiótica en la Universidad de Bolonia. En febrero de 2001 creó en esta ciudad la Escuela Superior de Estudios Humanísticos, iniciativa académica sólo para licenciados de alto nivel destinada a difundir la cultura universal. También cofundó en 1969 la Asociación Internacional de Semiótica, de la que es secretario.
Distinguido crítico literario, semiólogo y comunicólogo, Umberto Eco empezó a publicar sus obras narrativas en edad madura (aunque en conferencias recientes cuenta de sus experimentos juveniles, los que incluyen la edición artesanal de un cómic en la adolescencia). En 1980 se consagró como narrador con El nombre de la rosa, novela histórica culturalista susceptible de múltiples lecturas (como novela filosófica, novela histórica o novela policíaca, y también desde el punto de vista semiológico). Se articula en torno a una fábula detectivesca ambientada en un monasterio de la Edad Media el año 1327; sonoro éxito editorial, fue traducida a muchos idiomas y llevada al cine en 1986 por el director francés Jean-Jacques Annaud. Escribió además otras novelas como El péndulo de Foucault (1988), fábula sobre una conspiración secreta de sabios en torno a temas esotéricos, La isla del día de antes (1994), parábola kafkiana sobre la incertidumbre y la necesidad de respuestas, Baudolino (2000), una novela picaresca —también ambientada en la Edad Media— que constituye otro rotundo éxito y sus últimas obras, La Misteriosa Llama de la Reina Loana (2004) y El cementerio de Praga (2010).
Ha cultivado también otros géneros como el ensayo, donde destaca notablemente con títulos como Obra abierta (1962), Diario mínimo (1963), Apocalípticos e integrados (1965), La estructura ausente (1968), Il costume di casa (1973), La forma y el contenido (1971), El signo (1973), Tratado de semiótica general (1975), El super-hombre de masas (1976), Desde la periferia al imperio (1977), Lector in fabula (1979), Semiótica y filosofía del lenguaje (1984), Los límites de la interpretación (1990), Seis paseos por los bosques narrativos (1990), La búsqueda de la lengua perfecta (1994), Kant y el ornitorrinco (1997) y Cinco escritos morales (1998).
Notas
[1] El lector encontrará en este ensayo, y en el resto del libro, la oposición entre semiosis y semiótica. La semiosis es el fenómeno, típico de los seres humanos (y, según algunos, también de los ángeles y los animales), por el que —como dice Peirce— entran en juego un signo, su objeto (o contenido) y su interpretación. La semiótica es la reflexión teórica sobre qué es la semiosis. Así, pues, el semiótico es quien nunca sabe qué es la semiosis, pero está dispuesto a jugarse la vida sobre su existencia. (N. del T.).
[2] Jacques Lacan, Il seminario, I, Einaudi, Turín, 1978. (Trad. esp.: El Seminario, I, Paidós, Barcelona, 1981).
[3] Jacques Lacan, Scritti, Einaudi, Turín, 1974. (Trad. esp.: Escritos, Siglo XX, México, 1972).
[4] «Atribuir cuerpo a las sombras»: traducción literal. En sentido más amplio: «atribuir importancia a cosas que no la tienen, preocuparse de peligros o amenazas imaginarios». (N. del T.).
[5] Umberto Eco, Trattato di semiotica generale, Bompiani, Milán, 1975, 3.4.7. (Trad. esp.: Tratado de semiótica general, Lumen, Barcelona, 1991).
[6] Saul Kripke, Norme e necessità, Boringhieri, Turín, 1982.
[7] Ch. S. Peirce, Semiotica, Einaudi, Turín, 1980, p. 189.
[8] Gianfranco Bettetini, Produzione del senso e messa in scena, Bompiani, Milán, 1975. (Trad. esp.: Producción significante y puesta en escena, Gustavo Gili, Barcelona, 1977).
[9] Jurgis Baltrusaitis, Lo specchio, Adelphi, Milán, 1981.
[10] Cfr. U. Eco, Tratado, cit., 3.6.
[11] Nelson Goodman, I linguaggi dell’arte , Il Saggiatore, Milán, 1976. (Trad. esp.: Los lenguajes del arte, Paidós, Barcelona, 2010).
[12] Cfr. U. Eco, Tratado, cit., 3.4.9.
[13] J. K. Lavater, Manuale portatile o sia dell’arte di conoscere gli uomini dai tratti del volto, con XXXII esempi scientifici, con dibujos de Franco Testa, Moizzi, Milán, s.f.
[14] Revista italiana de pasatiempos (crucigramas, jeroglíficos, etcétera). (N. del T.).
[15] II Mulino, Bolonia, 1962.
[16] Q. D. Leavis, Fiction and the Reading Public, Chatto & Windus, Londres, 1968.
[17] Pasan despacio. Un centelleo febril / en las cejas de todos arde. / Pasan solemnes y de las densas filas / no se alza un susurro. / Tocándose las manos cada uno / busca quién es su vecino. / Si no está marcada de callos por el trabajo / es una mano de espía. / Bajo la dura fatiga y el criminal destino / muchos han caído ya, / muchos son carne de cárcel o destierro/ y, aun así, han crecido. / Culebrea la gran serpiente de la multitud obscura/ de los ricos en las puertas. / Dentro, en el estupor del miedo, se habla de muerte. / Entretanto el paso de la muda columna / se oye alejarse / y en el silencio de la sombría tarde / apagarse lentamente. (N. del T.).
[18] Me refiero a las intervenciones en el congreso de Palermo en que se presentó la primera versión de este ensayo mío.
[19] Ahora en este volumen.
[20] Dino Formaggio,