LEGADO
Christopher Paolini
El Jinete de Dragón cabalga de nuevo. El legado llega a su fin, pero la leyenda nunca muere.
No hace tanto tiempo, Eragon —Asesino de Sombra, Jinete de Dragón— no era más que un pobre muchacho que vivía en una granja y su dragona, Saphira, una piedra azul oculta en el bosque. Ahora, el destino de una civilización recae sobre sus hombros.
Los largos meses de entrenamiento y batallas les han traído victorias y esperanza, aunque también pérdidas terribles. Pero la verdadera batalla aún no ha llegado: deberán enfrentarse con Galbatorix. Cuando finalmente lo hagan, tendrán que ser lo suficientemente fuertes como para vencerle porque si ellos no lo hacen, nadie podrá. No habrá una segunda oportunidad.
El Jinete y su dragona han llegado mucho más lejos de lo que nadie se atrevía ni siquiera a imaginar, pero ¿pueden derrocar al malvado Rey y devolver la justicia a Alagaësia? Y si así es... ¿cuál será el precio que tendrán que pagar?
ACERCA DEL AUTOR
Christopher Paolini nació el 17 de noviembre de 1983 en el sur de California. Ha vivido la mayor parte de su vida en Paradise Valley, Montana, con sus padres y su hermana menor. Las altísimas y escarpadas Beartooth Mountains, que se elevan a un lado del valle y están nevadas durante la mayor parte del año, inspiraron los paisajes fantásticos que aparecen por primera vez en Eragon.
Rocaeditorial ha publicado todos los libros de la serie: Eragon, Eldest, Brisingr y Legado. Ahora que esta llega a su fin, Christopher planea tomarse unas vacaciones y empezar a pensar en ideas para sus siguientes libros.
ACERCA DE LA OBRA
Con la primera novela de la serie El legado, Eragon, Christopher Paolini se convirtió en autor de referencia de la literatura para jóvenes. Eragon se convirtió en un best seller a las pocas semanas de su aparición y hoy en día sigue descubriendo el mundo de Alagaësia a nuevos lectores.
«Una gran obra de un talento auténtico.»
THE NEW YORK TIMES BOOK REVIEW
«Christopher Paolini es un creador de magia literaria.»
PEOPLE
«Diferente, potente, fresco, fluido…».
BOOKLIST, libro destacado del mes.
Legado
o
La Cripta de las Almas
Christopher Paolini
Traducción de Carol Isern y Jorge Rizzo
Título original inglés: Inheritance
© 2011 by Christopher Paolini
This translation published by arrangement with Random House Children’s Books,
a division of Random House, Inc.
Primera edición: noviembre de 2011
© de la traducción: Carol Isern y Jorge Rizzo
© de esta edición: Roca Editorial de Libros, S. L.
Av. Marquès de l’Argentera, 17, pral.
08003 Barcelona
www.rocalibros.com
ISBN: 978-84-9918-389-3
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Como siempre, este libro está dedicado a mi familia.
Y también a los soñadores de sueños:
a los muchos artistas, músicos y contadores de historias
que han hecho posible este viaje.
Al principio
Una historia sobre Eragon, Eldest y Brisingr
Al principio había dragones: orgullosos, fieros e independientes. Sus escamas eran como piedras preciosas, y todos aquellos que las miraban desesperaban, pues su belleza era grande y terrible.
Y vivieron solos en la tierra de Alagaësia durante innumerables eras.
Después el dios Helzvog hizo a los robustos y resistentes enanos a partir de la piedra del desierto de Hadarac.
Y esas dos razas se enfrentaban a menudo.
Más adelante, los elfos navegaron hasta Alagaësia a través del mar plateado. Ellos también lucharon contra los dragones. Pero los elfos eran más fuertes que los enanos, y hubieran llegado a destruir a los dragones, a pesar de que estos también hubieran acabado con los elfos.
Y así fue que se firmó una paz y se selló un pacto entre los dragones y los elfos. Y con este acuerdo crearon a los Jinetes de Dragón, que mantuvieron pacificada toda Alagaësia durante miles de años.
Luego los humanos llegaron a Alagaësia por mar. Y también los úrgalos de grandes cuernos. Y los Ra’zac, que son los cazadores de la noche y los comedores de carne humana.
Y los humanos se unieron al pacto con los dragones.
Sin embargo, un joven Jinete de Dragón, Galbatorix, se sublevó contra su propio rey, esclavizó al dragón negro Shruikan y convenció a trece Jinetes de que lo siguieran. Y esos trece Jinetes fueron llamados los Trece Apóstatas.
Y Galbatorix y los Trece Apóstatas derrotaron a los Jinetes y quemaron su ciudad, en la isla de Vroengard. También mataron a todos los demás dragones y solo salvaron tres huevos: uno rojo, uno azul y uno verde. Y se apoderaron del corazón de corazones, el eldunarí, de todos los dragones que les fue posible. El eldunarí contiene la fuerza y la mente del dragón una vez separados de su cuerpo.
Y durante ochenta y dos años, Galbatorix fue el rey de todos los humanos. Los Trece Apóstatas murieron, pero él no, pues su fuerza procedía de todos los dragones y nadie era capaz de derrocarlo.
Durante el octogésimo tercer año de reinado de Galbatorix, un hombre robó el huevo de dragón azul de su castillo. Y ese huevo pasó a manos de aquellos que todavía luchaban contra Galbatorix, a quienes se conocía como vardenos.
Arya, la elfa, custodió el huevo y buscó entre elfos y hombres a aquel con el cual el huevo pudiera eclosionar. Y esa búsqueda duró veinticinco años.
Un día, mientras Arya viajaba a Olison, una ciudad de los elfos, un grupo de úrgalos la atacaron y mataron a sus guardias. Entre esos úrgalos se encontraba Durza, el Sombra, un hechicero poseído por unos espíritus a quienes él mismo había conjurado para que se sometieran a su voluntad. Después de la muerte de los Trece Apóstatas, Durza se había convertido en el sirviente más temido de Galbatorix. Sin embargo, antes de que los úrgalos y el Sombra capturaran a Arya, la elfa utilizó la magia para poner el huevo a salvo y llevarlo a alguien que pudiera protegerlo.
Pero el hechizo fracasó.
Y así fue como Eragon, un huérfano de tan solo quince años, encontró el huevo en las montañas de las Vertebradas. Se lo llevó a la granja donde vivía con su tío, Garrow, y con su único primo, Roran. Y el huevo le eclosionó a él, y a partir de ese momento, Eragon crio a la dragona, que se llamó Saphira.
Galbatorix mandó a dos de los Ra’zac a que buscaran el huevo, y estos mataron a Garrow y quemaron la casa de Eragon. Galbatorix había hecho de los Ra’zac, de los cuales quedaban ya muy pocos, sus esclavos.
Eragon y Saphira decidieron vengarse de los Ra’zac. En esa empresa los acompañó Brom, que había sido Jinete de Dragón hasta la Caída de los Jinetes, mucho tiempo atrás. Era a él a quien la elfa Arya había querido enviar el huevo.
Brom enseñó a Eragon a luchar con la espada, a emplear la magia y a comportarse con honor. Y le dio Zar’roc, la espada que una vez había pertenecido a Morzan, el principal y más poderoso de los Trece Apóstatas. Pero los Ra’zac mataron a Brom durante un combate, del cual Eragon y Saphira escaparon gracias a la ayuda de Murtagh, hijo de Morzan.