D. R. © 2021, Juan Miguel Zunzunegui
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D. R. Rogelio Sánchez, por la imagen de portada
D. R. Polytropos A. C. / Diego Vargas, por la fotografía del autor
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BIBLIOGRAFÍA COMENTADA
En lo personal, pienso que no hay mejor fuente para penetrar en el pasado nahua y tolteca que Miguel León-Portilla. De su extensa obra, releí y estudié para este libro, y recomiendo ampliamente los siguientes textos:
Visión de los vencidos . En este clásico, el autor nos ofrece su análisis y traducciones, directo del náhuatl, de las obras del siglo XVI donde los eruditos castellanos recopilan información de los sabios nahuas; o donde éstos, educados ya en lengua española, ofrecen en dicho idioma sus propios testimonios.
En Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares nos ofrece también sus traducciones del náhuatl sobre visiones filosóficas, místicas y religiosas de los antiguos pueblos americanos. Desde mi punto de vista, León-Portilla es la mejor opción para acercarse a dicha visión, pues es un académico impecable, pero que comprende una visión espiritual que en general escapa al académico convencional.
Del mismo autor vale la pena revisar Tonantzin Guadalupe , su traducción y análisis del Nican Mopohua , el texto original de las apariciones guadalupanas, donde mezcla la visión cristiana y la tolteca. Esta visión se complementa maravillosamente con su obra Toltecáyotl. Aspectos de la cultura náhuatl , y con un texto fascinante: Humanistas de Mesoamérica , donde narra las biografías y entorno cultural de los últimos sabios mesoamericanos y de los primeros frailes españoles que intentaron comprenderlos.
El estudio de Quetzalcóatl no puede omitir a Enrique Florescano, el académico mexicano que más se ha dedicado al estudio de ese personaje, que para él es ante todo un símbolo político. Revisé específicamente su obra Quetzalcóatl y los mitos fundadores de Mesoamérica . En general no comparto sus puntos de vista y no disfruto su formato excesivamente académico, pero es un autor serio y metódico que debe incluirse siempre en este tema.
Para penetrar en el estudio de los mexicas, creo que no hay mayor clásico que El pueblo del Sol, de Alfonso Caso, que habla de historia, mitos y religión del pueblo de Huitzilopochtli, exponiendo, al igual que León-Portilla, el hecho de que los mexicas son sólo el colofón cultural de la toltecáyotl, con una visión absolutamente adaptada a sus propias necesidades políticas.
Para este libro leí por vez primera a Guilhem Olivier con su inmensa obra Tezcatlipoca. Burlas y metamorfosis de un dios azteca , en la que se puede comprender a este dios, que no es parte de la tradición mesoamericana, sino que pareciera ser más un culto de los bárbaros del norte que se va introduciendo poco a poco tras la debacle de Teotihuacán.
También leí por vez primera a Jacques Lafaye y su texto Quetzalcóatl y Guadalupe. La formación de la conciencia nacional , donde recorre la historia de la transformación de dichas divinidades, sobre todo en tiempos virreinales y en la independencia.
Buscando documentación me encontré con una obra que no conocía y que ahora recomiendo ampliamente: Mito, leyenda e historia de Quetzalcóatl. La misteriosa Serpiente Emplumada , con texto de Luis Barbeytia e ilustraciones de Luis Garay. Un recorrido maravilloso y sencillo por la construcción del mito de Quetzalcóatl, explicado con afabilidad y con maravillosas imágenes.
Además de los textos ya mencionados, para escribir acerca de los temas relacionados con la conquista siempre está conmigo Christian Duverger con su Vida de Cortés , en dos volúmenes: La espada y La pluma .
El regreso de Quetzalcóatl está basado en mi propia visión y análisis, comparando la mitología y cosmovisión mesoamericana con las de otras culturas antiguas. No es un acercamiento académico, sino una visión personal fundamentada en mis estudios, lecturas, reflexiones y meditaciones.
Quiero ser profeta de una religión basada en ti
pluma preciosa que unifica mis dualidades,
mi cielo en la tierra,
mi bálsamo sagrado,
mi regalo divino.
Te ofrezco mi guerra florida y mi lucha sagrada,
mi corazón y mi sangre,
mi voluntad dominada,
mi descenso al inframundo y mi renacer triunfante.
Dios te bendice, Quetzalli,
mi diosa de jade,
mi puerta al infinito,
la luz de mis oscuridades,
el ocaso de mi sol,
la paz en mis conflictos,
mi camino hacia la luz,
el rostro de mi Dios.
AGRADECIMIENTOS
A mamá y papá, por ser justo lo que fueron para que yo fuera lo que soy.
A Quetzalli, por todas las reflexiones y respuestas, por su eterna paciencia, por su amor incondicional, por su preocupación, por brindarme, en todos los sentidos, el espacio del escritor.
A Julio Vera por proporcionar el rincón de inspiración.
A Cristina de la Campa por sus atenciones.
TE PRESENTO A MI QUETZALCÓATL
Este libro es atrevido y también intrépido. Es extraño, quizás lo más extraño que he escrito junto con El Evangelio según Luzbel , de hecho, se parecen mucho. En aquel conté toda la historia de la existencia desde el Big Bang hasta el fin de los tiempos, pasando por toda la aventura humana de manera muy compasiva. Ese libro que pretendía ser de historia terminó hablando también de ciencia, filosofía, religión, misticismo y ese misterio al que llamamos Dios. Termina con el fin del mundo y una segunda oportunidad para la humanidad.
Pero México no tiene una segunda oportunidad. Más bien, ya ha tenido demasiadas que ha desperdiciado. Nuestro país ha elegido siempre el sendero de la destrucción. Eso es terrible, no por nuestro casi inminente suicidio colectivo, sino por el desperdicio existencial. Detrás de toda nuestra oscuridad, hay una luz inconcebible para nosotros; una grandeza que se deriva de nuestras dos grandes raíces: Mesoamérica y España.