Valentina Alazraki - Un viaje al corazón de la fe: Descubre el Vaticano de la mano de Valentina Alazraki

Í NDICE

Al cardenal Giuseppe Bertello quien como nuncio se enamorara para siempre de México y como Gobernador del Estado de la Ciudad del Vaticano hace posible que México esté siempre muy cerca del corazón del Vaticano.

A quienes quieren visitar el Vaticano a través de mis ojos.

T engo en mis manos un libro muy especial sobre el Estado más pequeño del mundo —de tan sólo 44 hectáreas—, cuya primera piedra fue la sencilla tumba del apóstol Pedro, el pescador que fuera martirizado en el Circo de Nerón, que se erigía al pie de la Colina Vaticana.

El Vaticano, con más de 2 000 años de historia y tradición de fe ininterrumpida, con muros que han sido silenciosos testigos de la vida y obra de los sucesores del Apóstol, está a nuestro alcance gracias a nuestra entrañable amiga Valentina Alazraki, quien ha sido testigo en primera fila de los grandes sucesos que ahí han ocurrido, como corresponsal de Televisa en el Vaticano desde 1974.

A partir de la última fase del pontificado de Pablo VI hasta el papa Francisco, ha narrado la historia de cinco hombres que han ocupado el trono de Pedro. Su relación personal durante los 26 años y cinco meses del pontificado de Juan Pablo II la llevó a narrarnos el peregrinar de este Papa tan querido por todos nosotros en 100 de sus viajes por todas las latitudes del planeta, estableciendo un lazo único con el Pontífice, que duró hasta el tristísimo día en el que ella misma tuvo que dar la noticia al mundo de la partida de éste a la casa del Padre.

Con sus crónicas, continuó cubriendo el pontificado, la histórica renuncia de Benedicto XVI y la elección del papa Francisco, quien le concedió la primera entrevista oficial que daba a una televisora en el mundo. Sin lugar a dudas Valentina es también parte de la historia, el lazo conductor entre el siempre fiel pueblo de México y el Vaticano.

Hoy, de una forma maravillosa nos conduce en un recorrido único por los rincones de este Estado, que es el referente de más de 1 245 millones de católicos en el mundo, y nos presenta sus anécdotas, leyendas y secretos.

Este libro tiene una narrativa única, que nos hace vivir a través de sus palabras e imágenes la inigualable experiencia de visitar la Ciudad del Vaticano. Tomados de su mano, casi escuchando esa voz que conocemos muy bien e identificamos inmediatamente.

Siempre estaré agradecido a Dios y a la vida por haberme concedido una amistad con uno de los seres humanos más maravillosos que he conocido: sensible y humana, inteligente y creativa, mujer de su tiempo, una de las periodistas más reconocidas en el ámbito mundial y, lo más importante, una amiga que siempre me apoyó en muchas aventuras que juntos hemos emprendido, con el único fin de propiciar la cercanía de dos Estados: el Vaticano y nuestro querido México.

Tú que tienes ahora este libro en las manos, da rienda suelta a la imaginación y déjate llevar a través de estas letras, en una visita única con la mejor guía que podrías tener.

Que lo disfrutes.

Antonio Berumen,

organizador de la Navidad Mexicana en el Vaticano

y de la Capilla Sixtina en México

¿Q ué son 40 años al lado de 2 000 años de historia de la Iglesia católica? Quizás nada, pero para ustedes y para mí han sido los años que nos han unido de una forma singular.

Siempre les estaré agradecida por haberme permitido entrar en sus hogares, primero como una inexperta jovencita de 19 años, y ahora como la decana, con más de 43 años de experiencia a cuestas y el único deseo de poner ese tiempo al servicio de ustedes.

Este libro es particular, tanto como esta historia que me ha tocado vivir y narrar desde mi función como periodista. La que está en sus manos no es una guía turística común. Si bien podrá encontrar datos históricos y artísticos relevantes, lo que he querido es acompañar su viaje al Vaticano con mis historias, ésas que han pasado frente a mí y he tenido que transmitirles a ustedes desde éste, el Estado más pequeño del mundo.

Cada metro cuadrado del Vaticano tiene cientos de historias por contar. A veces quisiera que las paredes hablasen para poder sentarme y escuchar todo lo que han visto, los personajes que las han habitado, las decisiones que en su interior se han tomado, las elecciones y las muertes de Pontífices que han atestiguado.

El Vaticano está cargado de muchas historias, de muchos sentimientos, y los míos están en buena parte reflejados en este libro. ¿Qué son 40 años en la historia? Para mí son todo. Son el pasado, pero un pasado que quiero que nos acompañe para siempre.

Algunos de los lugares que aquí describo han sido reproducidos en novelas cientos de veces. Yo no soy novelista —ojalá lo fuese—, pero estoy segura de que tengo una muy buena historia que contar, que nace de esta carrera que desde el inicio me ha dado experiencias que han sobrepasado siempre los límites de mi imaginación.

Espero de corazón que todo aquel o aquella que compre este libro, con el sueño de conocer el Vaticano, pueda lograrlo y me permita acompañarlo en ese viaje que quedará en su memoria por siempre.

Todas las semanas, especialmente los miércoles después de las Audiencias Generales, llegan a saludarme fieles mexicanos para agradecerme por haberlos acercado a los Papas y sobre todo a Juan Pablo II. Me encantaría ver muy pronto que esos mexicanos se acercaran a saludarme con este libro en sus manos, porque eso significaría que me han permitido ser ¡su guía personal!

Antes de que comiencen a leer este texto, no quiero dejar de dar las gracias a mis primeros compañeros en este viaje extraordinario. Gracias a Jovel Álvarez, mi ahijado periodístico, quien se volvió todo un experto al ocuparse de los datos artísticos e históricos y fue mi memoria para que no se me olvidara algún momento que valiera la pena compartir con ustedes.

Gracias a Sandro Barbagallo, curador de la sección de Colecciones Históricas de los Museos Vaticanos, quien fue mi guía en estas galerías e hizo que me enamorara aún más de Miguel Ángel y de la Capilla Sixtina, además de hacerme entender el verdadero mensaje detrás de expresiones artísticas únicas en el mundo.

Gracias a Antonio Berumen por su amistad, su imaginación incontenible, su creatividad y su capacidad de transformar sueños en realidad, porque gracias a una serie de iniciativas suyas México ha estado muy cerca del Vaticano a lo largo de los años, es más, en un lugar privilegiado del centro de la cristiandad. Ahora, por medio de la extraordinaria réplica de la Capilla Sixtina en México, ha hecho posible que el Vaticano esté muy cerca de los mexicanos.

Gracias a mi amiga Lupita de Heredia, toda una institución en Roma y en el Vaticano por sus largos años en la Embajada de México ante Italia y luego en la Embajada de México ante la Santa Sede, quien me compartió con generosidad conocimientos y anécdotas.

Gracias también a todas las personas que en la Sala de Prensa del Vaticano y en la Oficina de Prensa de los Museos Vaticanos han hecho posible que cubriera en estas décadas tantos momentos extraordinarios, y un agradecimiento especial a Lucina Vattuone. Gracias también a todas las instituciones del Vaticano que me permitieron publicar las fotos que aparecen en este libro.

Gracias al Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano - Dirección de los Museos Vaticanos, por su gentil concesión.

Finalmente, gracias a mi empresa, Televisa, que ha hecho posible que durante más de cuatro décadas pudiera narrarles todo lo que acontece en el Vaticano.

¿Qué son 40 años de historia en el Vaticano? Pase a las siguientes páginas y descubrámoslo juntos.