Ávila
Me resultó tremendamente fascinante la lectura de este libro de Martín López de Romaña, pues lo que yo viví, sin ser tan fuerte, es muy parecido. Yo fui numerario del Opus Dei durante 12 años. Si se agregan uno anterior, que fui de san Rafael, y siete posteriores que fui cooperador y estudiante de´la Universidad de Navarra y profesor de la Universidad de la Sabana, son 20 años. Después de dejar de ser numerario, he vivido dos matrimonios, dos separaciones, tres hijos, tres nietos, momentos difíciles, momentos gloriosos. Siempre he querido escribir mi vida como lo hace Martín, pero no lo he logrado. Martín es muy sincero. Escribe sin pudor. Saca a la luz intimidades difíciles de sacar. Yo también conocí al fundador del Opus Dei, en febrero de 1975, en Caracas, Venezuela. Esa vez nos reunimos como 100 numerarios de Venezuela y Colombia en la casa de retiros del Opus Dei en Caracas. Me había preparado para darle el beso a su anillo, rodilla en tierra, y para oír lo que me diría en ese momento sublime, y no hubo besatón porque el padre ya estaba débil (moriría cuatro meses después) y estaba en pleno trópico, en tierra de leishmaniasis y cosas peores. Su sucesor fue quien ordenó que los ex dejáramos de trabajar en obras coportativas, como la Universidad de la Sabana. Y cuando me echaron yo era casado y tenía dos hijos. Éramos cuatro personas que dependían de mi trabajo. Buen libro, por lo demás, supremamente bien escrito. Mucho mejor que «Siervas» y muchísimo mejor que «Mitad monjes, mitad soldados». ¡Adelante, Martín! Ojalá escribas la biografía de Luis fernando Figari.
Me resultó tremendamente fascinante la lectura de este libro de Martín López de Romaña, pues lo que yo viví, sin ser tan fuerte, es muy parecido. Yo fui numerario del Opus Dei durante 12 años. Si se agregan uno anterior, que fui de san Rafael, y siete posteriores que fui cooperador y estudiante de´la Universidad de Navarra y profesor de la Universidad de la Sabana, son 20 años. Después de dejar de ser numerario, he vivido dos matrimonios, dos separaciones, tres hijos, tres nietos, momentos difíciles, momentos gloriosos. Siempre he querido escribir mi vida como lo hace Martín, pero no lo he logrado. Martín es muy sincero. Escribe sin pudor. Saca a la luz intimidades difíciles de sacar. Yo también conocí al fundador del Opus Dei, en febrero de 1975, en Caracas, Venezuela. Esa vez nos reunimos como 100 numerarios de Venezuela y Colombia en la casa de retiros del Opus Dei en Caracas. Me había preparado para darle el beso a su anillo, rodilla en tierra, y para oír lo que me diría en ese momento sublime, y no hubo besatón porque el padre ya estaba débil (moriría cuatro meses después) y estaba en pleno trópico, en tierra de leishmaniasis y cosas peores. Su sucesor fue quien ordenó que los ex dejáramos de trabajar en obras coportativas, como la Universidad de la Sabana. Y cuando me echaron yo era casado y tenía dos hijos. Éramos cuatro personas que dependían de mi trabajo. Buen libro, por lo demás, supremamente bien escrito. Mucho mejor que «Siervas» y muchísimo mejor que «Mitad monjes, mitad soldados». ¡Adelante, Martín! Ojalá escribas la biografía de Luis fernando Figari.