Rubén Cedeño - Disneylandia Metafísica

Rubén Cedeño

DISNEYLANDIA METAFÍSICA

Título del libro: Disneylandia Metafísica

Autor: Rubén Cedeño

Editor: Fernando Candiotto

Diseño de Tapa: Juanita Gutiérrez Montealegre

Diagramación Digital: Paula Catañy

“EL QUE SEPA INTERPRETAR EL SIGNIFICADO INTERNO DE LAS PELÍCULAS Y LOS PERSONAJES DE DISNEY OBTENDRÁ UNA GRAN SABIDURÍA”.

RUBÉN CEDEÑO

MUNDO DE LAS HADAS

El “Mundo de las Hadas” existe tal cual el plano físico, pero de una sustancia más sutil. Este es un “Mundo” donde no existe la lucha, el cuestionamiento, el horror, la tristeza. El “Mundo de las Hadas” se extiende desde el Plano Astral o Emocional Superior, que es el de los sentimientos más sutiles y hermosos, pasa por el Plano Mental Inferior y llega al Plano Mental Superior. Solo pueden vivir en este “Mundo de las Hadas” o tener acceso a él, las personas que creen, piensan y se mentalizan que es posible vivir en un estado superior, de completa armonía, belleza absoluta, colores claros y brillantes, música armónica, esencias y fragancias, amor eterno, prosperidad y excelencia. Además de esto, aceptan la existencia de los Ángeles, Devas, Maestros, Elohim y Espíritus Elementales.

Como “todo es mente” y “lo que tú piensas se manifiesta”, el solo hecho de creer en el “Mundo de la Hadas” hace que el mismo se manifieste en el Plano Mental de quien lo cree; y por “Principio de Correspondencia”, “como es arriba es abajo”, hace que se exprese en el Plano Físico. Dudar de todo esto, tiene por consecuencia que este mundo no se le manifieste al incrédulo. Como los “magos negros” tienen acceso hasta el “Plano Mental Inferior”, en el “Mundo de las Hadas” ellos aparecen tratando de interferir con su mal; pero como este Mundo se extiende hasta un plano superior, al que ellos no pueden acceder, el “Bien” siempre triunfa sobre el mal y los destruye, pues no tienen poder.

Disney en los Estados Unidos y el mundo; Hans Christian Andersen, en Dinamarca; Perrault, en Francia; Cri Cri, en México; María Elena Walsh, en Argentina; Conny Méndez, en Venezuela; los hermanos Jacob Grimm y Wilhelm Grimm, en Alemania; y algunos otros, no muchos, en determinados lugares del mundo, han sido seres humanos que han tenido acceso al “Mundo de las Hadas” y han vivido en él. Por eso han podido escribir sobre él y conquistar corazones como nadie más en este sentido.

DISNEYLANDIA

El parque de Disneylandia es el cielo; aquí no hay problemas, todo es positivo, y es necesario que existan sitios así en la tierra para atraer el Reino de los Cielos al mundo donde vivimos. Disneylandia está consagrado a la felicidad y lleno de magia; es un lugar donde es imposible que una persona esté triste. Este parque lleva décadas dándole felicidad a la gente, y mientras exista, lo hará. Es un Campo de Fuerza de Felicidad, donde el que se introduce en él, deja de sufrir. Todo en Disneylandia y en las películas de Disney tiene un gran significado metafísico. A la mayoría de las personas que vienen a los parques de Disney y ven sus películas no se les ocurre que estas puedan tener un contenido espiritual; sin embargo, están rebosantes de mensajes metafísicos, por eso todos los que contactan la obra de Disney se sienten inmensamente felices, agradados, con deseos de vivir y ser buenos.

En Disneylandia todo está estrictamente limpio, en condiciones perfectas, recién pintado, de impecables acabados, hasta en sus más mínimos detalles; todo parece recién hecho. Viven restaurándolo todo con un mantenimiento intachable. Nada es improvisado, todo está estrictamente planificado; no hay errores, nada es ilógico, todo es impecable. Los trajes de los personajes, vendedores y empleados son de terminaciones, telas y cortes perfectos. Se ve que no escatiman gastos en nada. Toda la tecnología usada es de punta; el sonido de todas las pistas es íntegro. El trato de todos los empleados es afable, sonriente y gracioso. Aunque aquí todo es diversión, en las representaciones teatrales que hay, existen acomodadores que ubican a la gente en los asientos y nadie protesta por el puesto que le asignan. En Disneylandia las cosas son como deben ser en un grupo de Metafísica.

POR QUÉ DISNEY CONCIBIÓ DISNEYLANDIA

Walt Disney, como todo padre, llevaba a sus hijas a un parque de diversiones, en donde las observaba jugar y entretenerse en las atracciones. Mientras ellas se divertían, él se aburría comiendo maní tostado. Pero entonces, comenzó a percatarse de las condiciones de los parques para niños: que la mayoría eran antihigiénicos, ruidosos, monótonos, con mal servicio para los visitantes, y que mientras los niños se divertían en las atracciones, los adultos no tenían nada que hacer. Disney pensó en construir un parque de diversiones distinto a cualquier otro de esa época, que fuera higiénico, con atracciones para niños, pero donde los adultos encontraran también en qué divertirse. Entonces dijo: “Lo que este país realmente necesita es un lugar donde las familias puedan ir con sus hijos a divertirse. Mi ideal es construir un parque de diversiones tan limpio como ningún otro en todos los tiempos, en donde cada persona sea tratada como si fuera un ciudadano de primera clase, es decir, como verdadero invitado de honor”.

Así fue como Disney adquirió un inmenso terreno, originalmente plantado de naranjos y nogales, en Anaheim, en el condado de Orange, vecino a Los Ángeles, California. El propio Disney le puso tanta energía a este proyecto que muchas veces marcaba con sus pasos, como forma de medida, para dar lineamientos de dónde quería que estuviera determinado asunto. Disneylandia abrió sus puertas al público el 18 de julio de 1955. El día de la inauguración, Disney dijo: “Lo que quiero, más que cualquier otra cosa, es que Disneylandia sea un lugar feliz; un lugar donde los adultos y los niños puedan vivir juntos algunas de las maravillas de la vida”.

MAIN STREET

Main Street es la calle que conduce al cielo. Hay tantos focos de negatividad en la tierra, como los antros, discotecas con tráfico de drogas, donde se reúnen los asaltantes, que hacen falta sitios positivos, llenos de amor y alegría, como Main Street. Esta es la calle principal de Disneylandia, por donde se accede, que lo conduce a uno a todas las áreas de este parque. Fue diseñada con el fin de recrear el Concepto Inmaculado de una calle alegre, que le dé felicidad al que la transita. Aquí, constantemente hay orquestas y grupos musicales en vivo, que cuando uno llega inundan el alma de gozo. Es importante cantar por las calles y por la vida para armonizar a la tierra. En este lugar, sobre la casa de bomberos, estaba la casa de Disney. De lado y lado hay negocios que venden todos los artículos relacionados con las obras de Disney. Todos los empleados están vestidos a la vieja usanza de New Orleans.

CASTILLO DE LA BELLA DURMIENTE

El Castillo de la Bella Durmiente se halla en el centro del parque, donde se unen las diferentes áreas y por donde se entra a la Tierra de la Fantasía. Este castillo representa nuestro “Castillo Interior”, como le decía Santa Teresa de Ávila, que es nuestro “Cristo Interno”. Disney lo materializó, y no por casualidad, sino por causalidad, le puso los colores de los Rayos de la “Llama Triple” que arde dentro del corazón de todo humano: Azul, de la Voluntad Divina; Dorado, de la Sabiduría; y Rosa, del Amor Divino.

Debajo del castillo que está en Eurodisney, se encuentra el dragón negro, que simboliza lo negativo que debe ser vencido por lo positivo. En la puerta de entrada del Castillo de la Bella Durmiente se halla el escudo de armas de la familia Disney, que tiene tres leones, los cuales representan también la Triple Llama del corazón.