PETER BURKE
EL POLÍMATA
UNA HISTORIA CULTURAL
DESDE LEONARDO DA VINCI
HASTA SUSAN SONTAG
Traducido del inglés por
Alejandro Pradera
Índice
En memoria de Asa Briggs, David Daiches,
Martin Wright y el proyecto de la Universidad
de Sussex para «volver a trazar el mapa del saber».
Y para Maria Lúcia, que es capaz
de hacer tres cosas a la vez.
«Nada es más hermoso que saberlo todo».
P LATÓN
«Ah, pero el designio de un hombre debe superar
lo que alcanza, ¿o para qué hay un cielo?»*.
R OBERT B ROWNING , Andrea del Sarto
«La especialización es para los insectos».
R OBERT H EINLEIN
* Traducción de Jesús Munárriz (N. del T.).
PREFACIO Y AGRADECIMIENTOS
Durante más o menos los últimos veinte años he estado trabajando, intermitentemente, en la historia del saber, y he publicado un estudio general, Historia social del conocimiento (2 tomos, 2000-2012), una introducción a la materia, ¿Qué es la historia cultural? (2016), y más recientemente Pérdidas y ganancias: exiliados y expatriados en la historia del conocimiento de Europa y las Américas, 1500-2000 (2017). Al igual que el libro sobre los exiliados, el presente estudio se desarrolló a partir del estudio general para convertirse en un libro por derecho propio. Hace tiempo que me siento atraído por este asunto. Aunque mi analfabetismo matemático y científico me incapacita para ser un polímata, siempre he compartido la idea expresada con acierto por los historiadores franceses Lucien Febvre y Fernand Braudel en el sentido de que como mejor se escribe sobre historia es saliendo de los confines de esa disciplina, por lo menos de cuando en cuando.
Cuando era estudiante en Oxford y realizaba un curso de historia de tres años, asistía a clases de otras disciplinas —por ejemplo, a las de Gilbert Ryle sobre filosofía, a las de Roy Harrod sobre economía, a las de J. R. R. Tolkien sobre literatura medieval, a las de Michael Argyle sobre psicología y —lo más importante para mi futuro— a las de Edgar Wind sobre historia del arte. Ya como estudiante de posgrado empecé a estudiar sociología y antropología, y asistí a distintos seminarios sobre historia de la ciencia, así como a un seminario organizado por Norman Birnbaum sobre el concepto de alienación.
Cuando me enteré de que la nueva Universidad de Sussex se iba a organizar de una forma interdisciplinar, presenté inmediatamente mi solicitud para una plaza en dicha universidad, donde di clases en la Escuela de Estudios Europeos entre 1962 y 1979, colaborando en la docencia con mis colegas de Historia del Arte, Sociología y Literatura Inglesa y Francesa. Gracias a aquellas experiencias, sobre todo en Sussex, sentía que este era un libro que tenía que escribir como fuera, para hablar de las personas y los pequeños grupos que se interesaban por el cuadro general, así como por los detalles, y que a menudo se dedicaban a trasladar o a «traducir» ideas y prácticas de una disciplina a otra.
Para mí ha sido un placer estar en compañía, por muy indirectamente que sea, de este grupo de hombres y mujeres de enorme talento, de los polímatas que se examinan en este libro, algunos de los cuales eran viejos conocidos, y en unos pocos casos amigos míos, mientras que los logros de muchos otros solo los descubrí a lo largo de mi investigación.
Además, me gustaría dar las gracias a Tarif Khalidi y a Geoffrey Lloyd por sus comentarios sobre el capítulo 1; a Waqas Ahmed por enviarme un cuestionario sobre los polímatas en 2013, así como un primer borrador de su libro; a Christoph Lundgreen, Fabian Krämer y al Grupo de Investigación «Zwei Kulturen» de la Brandenburgische Akademie der Wissenschaften de Berlín por un fructífero debate sobre mis ideas; y a Ann Blair, Steven Boldy, Arndt Brendecke, Chris Clark, Ruth Finnegan, Mirus Fitzner, José María García González, Michael Hunter, Gabriel Josipovici, Neil Kenny, Christel Lane, David Lane, Hansong Li, Robin Milner-Gulland, William O’Reilly, Ulinka Rublack, Nigel Spivey, Marek Tamm y Marianne Thormählen, por la información que me han proporcionado, y por sus sugerencias y referencias.
Ya he planteado algunas de mis ideas sobre los polímatas en mis escritos y conferencias. Espero que esta versión más completa suponga una mejora respeto a sus predecesoras más esquemáticas. Presentar las mismas ideas en lugares o contextos diferentes a menudo ha dado pie a algunas modificaciones. Por ello, estoy sumamente agradecido a los asistentes a mis conferencias sobre este asunto en Belo Horizonte, Berlín, Cambridge, Copenhague, Engelsberg, Fráncfort y Gota, por sus distintas preguntas y comentarios. También quiero dar las gracias de todo corazón a Robert Baldock y a Heather McCallum, de Yale University Press, por acoger mi manuscrito, y a sus dos lectores anónimos y a mi corrector-editor Richard Mason por sus constructivas sugerencias. Como siempre, Maria Lúcia leyó todo el manuscrito y me ofreció sus sabios consejos.
Véase en particular Peter Burke, «The Polymath: A Cultural and Social History of an Intellectual Species», en D. F. Smith y H. Philsooph (eds.), Explorations in Cultural History: Essays for Peter McCaffery, Aberdeen, 2010, pp. 67-79.
INTRODUCCIÓN
¿QUÉ ES UN POLÍMATA?
«La historia», se ha dicho, «trata mal a los polímatas». Algunos caen en el olvido, mientras que muchos acaban «espachurrados en una sola categoría que podemos reconocer».
En el intento de hacer un estudio sobre el tema, ese libro ofrece una aproximación a la historia cultural y social del saber. Todas las modalidades del conocimiento, tanto prácticas como teóricas, merecen que se escriba su historia. Los cazadores-recolectores necesitaban una amplia gama de saberes para sobrevivir, mientras que el geógrafo Friedrich Ratzel, que ensalzaba a los agricultores por considerarlos «polifacéticos», fue asimismo un polímata. Los artesanos, las comadronas, los comerciantes, los gobernantes, los músicos, los futbolistas, y muchos otros colectivos, necesitan y poseen un segmento del saber en el que algunos individuos logran sobresalir. En los últimos años, el término «polímata», antiguamente reservado a los eruditos, se ha extendido a aquellas personas cuyos logros abarcan desde el atletismo a la política.
Definiciones
El «grupo de debate sobre los polímatas», por ejemplo, ha definido al polímata como «alguien que se interesa por muchas materias y aprende sobre ellas». Por otra parte, este libro se concentrará en el saber académico, antiguamente denominado «erudición». Se centra en los eruditos con unos intereses «enciclopédicos» en el sentido original de que se movían por todo el «recorrido» o «currículo» intelectual, o en cualquier caso por un importante segmento de dicho círculo.
Por ese motivo, he excluido a dos emprendedores: a Elon Musk, que se licenció en Ciencias Económicas y en Física antes de fundar Tesla y otras compañías; y a Sergei Brin, que estudió matemáticas e informática antes de fundar Google en compañía de otro informático, Larry Page. También estuve dudando si incluir a John Maynard Keynes, un hombre polifacético, dado que la mayoría de sus facetas no eran académicas. Leonard Woolf, amigo de Keynes, le describía como «profesor universitario, funcionario, especulador, empresario, periodista, escritor, agricultor, marchante de arte, estadista, empresario teatral, coleccionista de libros, y media docena de cosas más». Por otra parte, el propio Keynes comentó que «un economista consumado debe poseer una rara combinación de dotes. Debe alcanzar un alto estándar en numerosas direcciones diferentes, y tiene que combinar unos talentos que no se encuentran juntos a menudo. Tiene que ser matemático, historiador, estadista, filósofo —en alguna medida». Conforme a ese criterio, por no hablar de su interés por muchas de las cosas que interesaban a Isaac Newton, indudablemente Keynes cumple los requisitos.
Página siguiente