La trilogía Los Juegos del Hambre es un fenómeno internacional que cautiva a un público relativamente joven y al que le apasiona el universo puesto en escena.
La historia tiene lugar en lo que queda de América del Norte, destruida por un gran número de guerras y reemplazada por la nación de Panem. En este ambiente posapocalíptico, el país, dividido en varios distritos, se reforma en torno a un régimen totalitario conducido con mano de hierro por el presidente Snow. Cada año, el Capitolio organiza un juego cruel llamado los Juegos del Hambre, a fin de consolidar su supremacía ante las diferentes regiones. En él, veinticuatro adolescentes deben matarse entre sí. La historia sigue a Katniss Everdeen, una adolescente de dieciséis años que ocupa el lugar de su hermana pequeña, designada para participar en estos Juegos del Hambre. Totalmente decidida a sobrevivir, lanza, un poco a su pesar, una ola de rebelión en todo el país en la que ella misma se implicará con valentía y fervor.
Resumen
Los Juegos del Hambre
Panem
En un futuro indeterminado, la América del Norte que conocemos se encuentra totalmente destruida por las continuas guerras que tienen como objetivo hacerse con los últimos recursos naturales disponibles. En este clima caótico es en el que se constituye Panem, una nación con un régimen totalitario. Este país se articula en torno al Capitolio, la sede del poder, y a trece distritos. Cada una de las regiones tiene una función: el distrito 1 fabrica productos de lujo, el 2 se ocupa de la arquitectura y de los edificios, el 3 está encargado de todo lo que tiene que ver con la tecnología, etc.
Aunque este nuevo Estado parece vivir en paz y prosperidad, no es así en absoluto: mientras que el Capitolio disfruta de un lujoso confort, los habitantes de los otros trece distritos mueren de hambre, de frío y de miedo. Un día, deciden sublevarse en contra del orden establecido y desencadenan una sangrienta guerra, pero será en vano. Como represalia, se borra por completo del mapa al distrito 13.
Entonces, el Gobierno endurece sus leyes y crea el Tratado de la Traición para recordar a su pueblo su supremacía todopoderosa. Para ello, cada año, el Capitolio organiza los Juegos del Hambre. Las reglas son tan simples como terribles: cada uno de los doce distritos restantes es responsable de ofrecer un chico y una chica, llamados tributos, que después son enviados a una inmensa arena donde deben matarse entre sí. El último superviviente es declarado vencedor y puede volver a su distrito con dinero y con sus necesidades cubiertas de por vida. Si bien estos juegos recuerdan a los ciudadanos a los «días oscuros» de la guerra; para los habitantes del Capitolio constituyen un divertimento de calidad, incluso se deleitan con el espectáculo retransmitido por televisión.
La Cosecha
Katniss Everdeen, una joven de dieciséis años que vive en el barrio obrero de la Veta, en el distrito 12, se prepara para la Cosecha anual que sortea qué dos adolescentes de entre doce y dieciocho años participarán en los Juegos del Hambre.
En su región, que se ocupa del sector minero del país, la gente muere bien por malnutrición, bien por accidentes en las galerías. El padre de Katniss y el de su amigo de la infancia, Gale, fallecieron a causa de una explosión de grisú. Abandonados a su suerte, se ayudan mutuamente en el día a día para procurar algo de alimento a sus familias. Así, a menudo se van a cazar al bosque, aunque sea ilegal y esté duramente castigado.
Tras una de estas cacerías, los dos adolescentes vuelven al pueblo para la ceremonia de la Cosecha. Los habitantes, reunidos en la plaza mayor, esperan angustiados a que Effie Trinket, la escolta de los tributos del distrito 12, que ha venido desde el Capitolio para encargarse del sorteo, anuncie los nombres de los dos tributos. Cuando leen en voz alta el nombre de Primrose, la hermana pequeña de Katniss, de apenas doce años, la protagonista se ofrece voluntaria para ocupar su lugar. El segundo tributo designado, de sexo masculino, es Peeta Mellark, el hijo del panadero.
Los Juegos del Hambre
Los Juegos del Hambre tienen lugar en una arena cerrada, una suerte de cúpula rodeada de un campo electromagnético que impide huir a los tributos. Antes de enviarlos, los veinticuatro jóvenes siguen un entrenamiento de varios días en el Capitolio, al término del cual deben pasar ante los jueces de los Juegos. Estos les otorgan una nota del uno al doce que estima su potencial de supervivencia. Esta apreciación permite a los patrocinadores elegir el pupilo al que apoyarán (con envío de armas, de víveres, etc.). En el camino hacia la arena, se les inserta un chip de localización en el brazo para seguirlos durante todos los Juegos. A esto se añaden multitud de cámaras escondidas en todos los rincones de la arena para que el Capitolio y los habitantes de los doce distritos de Panem, obligados a presenciar el espectáculo a través de una pantalla, no se pierdan detalle.
Algunos segundos antes del lanzamiento, cada tributo se coloca en un tubo que lo lleva al centro de la cúpula. Entonces, aparece sobre un promontorio del que no puede bajar antes de los sesenta segundos reglamentarios, a riesgo de que lo maten antes de ni siquiera comenzar. Estos relieves de tierra rodean la Cornucopia, que está llena de armas, provisiones y todo lo que puedan necesitar para sobrevivir. Puesto que cada tributo desea echar mano de estos preciados artículos, los primeros minutos de los Juegos terminan generalmente en un baño de sangre.