Elogios para
LA CACERÍA
“Un recuento tan osado como importante. Es ambas cosas, una reconstrucción aguda de una muerte desgarradora y un diagnóstico de un mal nacional… con La cacería, Ojito ha hecho, verdaderamente, un servicio incalculable. Extraordinario”.
—Junot Díaz, autor de La breve y maravillosa vida de Óscar Wao
“Mirta Ojito narra una historia formidable, y nos conecta con la gente real, que con mucha frecuencia se omite en los debates sobre inmigración. Al hacerlo, Ojito sondea las profundidades de lo que significa ser americano, en una nación de inmigrantes, cuyas historias e identidad están profundamente unidas al proceso de llegada y asimilación —y muchas veces de rechazo—. Este libro debe ser lectura obligatoria en cualquier comunidad enfrentada con el tema de la inmigración, que muchas veces se percibe como algo abstracto y divisivo. Ojito nos ayuda a comprendernos a nosotros mismos como nación, donde el lema E pluribus unum —‘De muchos, uno’— celebra la unidad de nuestra diversidad, de la misma forma que ella lo hace en este libro. Una historia impactante, escrita magistralmente, impregnada de una inteligencia profunda, compasiva y sanadora”.
—Julia Álvarez, autora de Una boda en Haití
“El asesinato de un inmigrante ecuatoriano motivado por prejuicios étnicos es el centro de la absorbente y compleja historia de Mirta Ojito; pero más allá de presentar las trágicas maquinaciones del prejuicio, nos ofrece un cuento edificante sobre la universalidad —y maravilla— de personas comunes, en este caso, latinos que luchan por el sueño americano. Todo está narrado con la autoridad de una periodista altamente respetada, que con su propia experiencia como inmigrante le presta a este libro la profundidad, el conocimiento y la agudeza que solamente alguien con su experiencia puede expresar de manera convincente —y con todo el derecho—”.
—Oscar Hijuelos, autor y ganador del premio Pulitzer por la novela Los reyes del mambo tocan canciones de amor
“Gracias a la retórica hiperbólica sobre la inmigración que es arrojada por todos los medios de comunicación, se nos olvida que existen sueños en ambos lados de la división que ha atravesado la sociedad estadounidense y amenaza nuestra conciencia de nosotros mismos. La estimada periodista Mirta Ojito escribe sobre la inmigración desde el punto de vista de los que lo han vivido a carne propia: el alcalde de Patchogue de descendientes italianos, un mesero colombiano que se hizo ciudadano estadounidense, jornaleros ecuatorianos indocumentados, un grupo de adolescentes sin nada que hacer y que bombeaban de adrenalina y padres desconsolados en dos continentes. Este es un libro importante. No pude parar de leerlo”.
—Esmeralda Santiago, autora de Cuando era puertorriqueña
“A través de una historia real e impactante, La cacería nos muestra cómo un pueblo típicamente americano confronta la inmigración. Este libro no sólo nos revela los fallos de nuestro sistema de inmigración, sino que nos recuerda cómo nos vemos los unos a los otros y cómo tratamos a todos nuestros vecinos aunque ellos no luzcan iguales a nosotros. Es una historia sobre la naturaleza humana”.
—Wes Moore, autor de El otro Wes Moore
Mirta Ojito
LA CACERÍA
Mirta Ojito nació en La Habana, Cuba, y llegó a Estados Unidos en 1980. Periodista desde 1987, ha recibido el premio de la Sociedad Norteamericana de Editores de Periódicos por sus reportajes en el extranjero, y compartió el premio Pulitzer de reportajes nacionales del año 2001 por su contribución a la serie de The New York Times “How Race Is Lived in America”. Ha trabajado para el Miami Herald, El Nuevo Herald y The New York Times. Es autora de El mañana: memorias de un éxodo cubano y miembro del Consejo de relaciones exteriores.
PRIMERA EDICIÓN VINTAGE ESPAÑOL, NOVIEMBRE 2014
Copyright de la traducción © 2014 por Vintage Books, una división de Random House LLC
Todos los derechos reservados. Publicado en los Estados Unidos de América por Vintage Español, Nueva York, y en Canadá por Random House of Canada Limited, Toronto, compañías Penguin Random House. Originalmente publicado en inglés como Hunting Season en los Estados Unidos por Beacon Press, Boston. Copyright © 2013 por Mirta Ojito.
Vintage es una marca registrada y Vintage Español y su colofón son marcas de Random House LLC.
Información de catalogación de publicaciones disponible en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.
Diseño de la cubierta: Bob Kosturko
Fotografías de la cubierta: Patchogue, Long Island, por Catherine Gorden (arriba); iStockphoto (abajo)
Vintage Español ISBN en tapa blanda: 978-0-8041-7057-4
Vintage Español eBook ISBN: 978-0-8041-7058-1
www.vintageespanol.com
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Para mis hijos:
Juan Arturo, Lucas y Marcelo,
americanos en el más justo sentido de la palabra.
Y para mi padre, Orestes Ojito,
quien lo hizo todo posible.
El odio, como nos puede hacer creer una simple palabra, no es una simple emoción o conducta, sino contrariamente, representa una compleja variedad de fenómenos psicológicos que pueden ser expresados de muchas maneras diferentes por diferentes personas. La razón por la cual algunas personas expresan “odio” en forma de actos criminales es algo que nunca comprenderemos completamente.
— NATHAN HALL , Hate Crime
ÍNDICE
CAPÍTULO 1
Una navaja ensangrentada
CAPÍTULO 2
Pájaros pintados en el aire
CAPÍTULO 3
Bienvenidos a Patchogue
CAPÍTULO 4
En mi patio, no
CAPÍTULO 5
A la caza de Beaners
CAPÍTULO 6
Indeseados
CAPÍTULO 7
Asesinato en un suburbio
CAPÍTULO 8
Una comunidad dividida
CAPÍTULO 9
Un pedacito de cielo
CAPÍTULO 10
Juicio y castigo
NOTA DE LA AUTORA
Intentar recrear eventos que sucedieron cincuenta, veinte o cinco años atrás es un acto de fe que depende mayormente, pero no solamente, de la bondad de aquellos que fueron testigos de los hechos y de su disposición para contarlos.
He tenido la suerte, de lo que estoy inmensamente agradecida, de que muchas personas en Patchogue, Nueva York, y en Gualaceo, Ecuador me contaron sus vivencias. Les pedí que recordaran, con lujo de detalle, eventos que sucedieron varios años antes de conocernos. Como es tan difícil recordar detalles precisos de conversaciones que tuvieron lugar hace tanto tiempo, opté por usar citas solamente en los casos en que las tomo directamente de los medios de noticias, como artículos de periódicos o videoclips, así como cuando cito transcripciones de entrevistas, confesiones, documentos judiciales o mis propias notas de entrevistas.
Solamente nueve personas saben lo que pasó la noche del 8 de noviembre de 2008. Una de ellas, Marcelo Lucero, está muerta; su amigo, Ángel Loja, habló conmigo, pero los siete jóvenes que aún permanecen en prisión por el ataque a Lucero y a Loja y la muerte de Lucero se han negado a hablar, al igual que sus padres; con la excepción de Bob Conroy, padre de Jeffrey Conroy, y de Denise Overton, la madre de Christopher Overton. Su cooperación me ha permitido hacer un retrato más claro de sus hijos.
Jeffrey Conroy me escribió una carta desde la prisión que mantuve cerca de mi escritorio por más de un año junto a una foto de Lucero. En la foto, del cuarto grado en Ecuador, Lucero mira con expresión seria y su cuerpo bloquea parcialmente un mapa de Norte América. En su carta, con fecha 16 de julio de 2011, Conroy escribió que él creía que yo iba a “escribir un libro justo” y que mi trabajo sería “equilibrado y respetuoso”. Por más de tres años, he trabajado arduamente para estar a la altura de esa expectativa y para honrar las historias de aquellos que en Patchogue y en Gualaceo respondieron a mi curiosidad y escrutinio.