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Edición: Martha Pon Rodríguez
Corrección: Olga M. López Gancedo
Diseño de cubierta y composición digital: Yunet Gutierrez Fernández
© Raúl Antonio Capote, 2020
© Sobre la presente edición:
Editorial Capitán San Luis, 2020
ISBN: 9789592115767
Editorial Capitán San Luis, Calle 38, no. 4717, entre 40 y 47,
Playa, La Habana, Cuba
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A Cuba
A mamá Cacha
A mis hijos
Servir es darse
Ante una contrarrevolución cada vez más desprestigiada y en busca de líderes jóvenes, presentables, con cultura, capaces de llevar adelante proyectos creíbles y de atraer a intelectuales, artistas, estudiantes y personas de otros sectores hipotéticamente procapitalistas, la CIA descubrió a Raúl Antonio Capote. Se trataba de un escritor talentoso, crítico, con varios libros publicados, que como vicepresidente de la Asociación Hermanos Saíz en Cienfuegos había combatido incomprensiones y torpezas burocráticas y ahora, como profesor universitario en La Habana, era muy popular entre sus alumnos por su carisma y el estilo desalmidonado y heterodoxo que usaba para impartir su materia: la Historia.
Así nació el agente Pablo, quien tendría como misiones enviar sistemáticamente a la CIA evaluaciones acerca del estado anímico de la población cubana ante cada coyuntura, sobre todo en los medios culturales y universitarios, y crear una Agencia Literaria alternativa y luego una Fundación de perfil educativo. Pablo podría llegar a convertirse en una pieza clave para el desmontaje de la institucionalidad revolucionaria. Se suponía que hacia Pablo y sus proyectos fluyeran creadores insatisfechos, que no encontraban respuesta para sus necesidades de promoción, estudiantes con una rebeldía amorfa —a la que podría dársele una estructuración política— y en general representantes de una “sociedad civil” decepcionada.
En este libro Raúl Antonio Capote nos cuenta sus experiencias como Pablo, sí, y como Daniel, agente de la Seguridad del Estado, con dramatismo, pasión, desenfado —y también con humor. En sus páginas verificamos una vez más el esfuerzo patético y siempre fracasado de nuestros enemigos por dividir a la intelectualidad cubana y crear en ella una quinta columna contrarrevolucionaria; su falta absoluta de ética, de principios; la imagen caricaturesca y despectiva que tienen de Cuba y de los cubanos; y su incapacidad esencial para comprender a este pueblo y a su Revolución. Vemos, además, cómo actúan, sus formas de operar, sus máscaras, engaños y artificios.
Al propio tiempo, aprendemos más en Enemigo de personas como Capote, del extraordinario heroísmo que significa negarse a sí mismo públicamente día a día, pasar por pruebas durísimas para servir a tu país y estar obligado a compartir con gente innoble, portadora de la más estúpida arrogancia imperial, con una larga trayectoria al servicio de la represión, del genocidio, de la infamia. “Hay que arrancarse de sí. Servir es darse”, asegura Martí, en una carta a Enrique Loynaz, y en pocas misiones de un revolucionario se cumple tan justamente este proceso tan amargo y luminoso como en la que llevan y han llevado a cabo Raúl Antonio Capote y tantos otros cubanos admirables. Arrancarse de sí, darse, eso hicieron martianamente, para servir, nuestros cinco héroes, a quienes Capote dedica con toda justicia este libro.
Abel Prieto
Introito
Este libro nació como de artesa, concebido en horas de paciente espera, afloró, desbordado, incontenible, tuve que ponerle riendas, sujetarlo fuerte para que no fuera solo corazón y el oficio intentara darle forma merecida.
Esta no es la clásica historia de contraespionaje, no es la tradicional aventura de espías y cazadores de espías, no es el acostumbrado testimonio contado por un exagente secreto. La historia que se narra aquí es real y forma parte de la epopeya del pueblo cubano, de la lucha de un pequeño país contra un gran país que siempre ha ambicionado dominarlo y poseerlo. Esta es apenas una escaramuza en esta batalla de David contra Goliat, contada por uno de sus protagonistas.
La Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos de América (CIA), elaboró un complejo plan de subversión político-ideológica, dirigido a convertir a los jóvenes cubanos en enemigos de la Revolución. Para lograr sus objetivos invirtieron cuantiosos recursos humanos y materiales. Pablo, su agente en La Habana, era pieza clave en esa tarea, su trabajo dentro de las universidades permitiría a la CIA penetrar un sector clave para ellos, los estudiantes universitarios. Pero, ¿quién era Pablo en realidad?
En el enfrentamiento a esos planes desempeñó un importante papel Daniel, agente de los Órganos de la Seguridad del Estado cubano. De las circunstancias que rodearon el cumplimiento de su misión trata este testimonio.
A lo largo de más de medio siglo, el caso Cuba ha sido especial para la CIA, afirmación esta más que demostrada por la magnitud, intensidad y extensión de sus acciones contra nuestro país. Incesantes planes de sabotaje, atentados, espionaje, subversión política y económica, han marcado todos estos años, pero lo más significativo radica en que sus planes mejor elaborados han terminado en un tremendo revés.
Dolor, carencias económicas, enfermedades y muerte ha sido el legado de esa tenebrosa organización para nuestro pueblo, pero han fracasado en su intento por liquidar el proceso revolucionario cubano.
Aquí apenas se devela una parte, una de las muchas caras que tiene esta guerra sin cuartel: la guerra que la CIA desarrolla contra la juventud cubana.
Es un libro consagrado, él y la acción que le dio origen, a quien por derecho propio y el amor de su pueblo, ocupa el primer lugar entre los cubanos, Fidel, nuestro Comandante en Jefe.
Dedico este libro en especial a mis hermanos: Robin, Vladimir, Emilio, Raúl, Gerardo. Y todos los demás que no puedo mencionar, ellos saben quiénes son.
A Gerardo, René, Antonio, Ramón y Fernando, jóvenes de mi generación, por su sacrificio. A ellos, que bajo la sombra del águila temible, detuvieron las artes homicidas de hombres sin patria y a la hora en que otros flaquean, en que muchos tiemblan y se empequeñecen, se tornaron gigantes y lanzaron el desafío de todo un pueblo al rostro de sus verdugos.
Mención especial merecen mis alumnos, estudiantes de la carrera de Profesores Generales Integrales, de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, por su amor, entrega y capacidad de sacrificio, por todo lo que he aprendido junto a ellos.
Dedico este libro a la juventud cubana.
Si amar piensas
El amarillo
Rey de los hombres
¡Muere conmigo!
¿Vivir impuro?
¡No vivas, hijo!
José Martí
Primera Parte
Lúcida demencia
El Malecón es el lugar más concurrido de La Habana, sitio de carnavales, lugar favorito de las parejas, zona ideal para pasar el rato, encontrarse con los amigos, conversar, hacer nuevas amistades. Un grupo de jóvenes canta Pequeña serenata diurna de Silvio, alumbrados por las luces de los autos y por una desvaída luna que apenas asoma sobre el mar. Las parejas se besan en el muro, la gente conversa en voz alta, ríen, bromean. Un borracho lanza improperios a unos muchachos que le provocan, es Pánfilo, convertido gracias a la prensa banal y de alquiler en marioneta triste del escándalo mediático. Me pego al muro, paso la mano sobre el áspero cemento.