A todos los chicos y chicas que tienen el futuro en la mirada y a todas nuestras esperanzas en el corazón
Introducción
Cleopatra es un nombre que a todos nos evoca imágenes y atmósferas bien claras. En nuestra mente no tarda en aparecer el rostro de una mujer bellísima, inteligente y elegante, de mirada profunda y de una sensualidad irresistible. Inmediatamente nos envuelve el encanto del Antiguo Egipto y de Roma. De manera automática asociamos su nombre al de César y Marco Antonio, y a las que fueron dos de las más grandes historias de amor de todos los tiempos… Pocas figuras del pasado son capaces de provocar sensaciones tan poderosas en nosotros, a pesar de haber sido vividas en tiempos tan remotos, en concreto, hace más de dos mil años.
Pero ¿cómo fue posible? ¿Cómo hizo una mujer menuda y sola, en un mundo antiguo dominado por hombres, para llevar al reino de Egipto a una de sus mayores expansiones de todos los tiempos y a convertirse en una de las estrellas más brillantes de la historia? En este libro he intentado dar respuesta a dicha pregunta.
He tratado de descubrir quién era en verdad Cleopatra, cómo hizo para seducir y conquistar a algunos de los más grandes hombres de Roma, como César o Marco Antonio, y de dónde derivaba su gran habilidad estratégica en el terreno geopolítico.
Emergerá, ya lo veréis, la figura de una mujer increíblemente moderna. Muy distinta de aquella que pensamos. Y fue precisamente su «modernidad» la que permitió a Cleopatra despuntar de forma tan poderosa en la historia antigua. Incluso hoy día, es muy probable que hubiera dejado huella en el terreno de la política, de la industria o de las altas finanzas. Viviendo hace más de dos mil años, influenció en su mundo de manera determinante.
Uno de los objetivos que me ha llevado a escribir esta obra ha sido tratar de comprender el peso que tuvo su figura en uno de los momentos más cruciales de la Antigüedad. De hecho, a nadie le pasa por alto que esta reina vivió en un período bisagra entre dos grandes civilizaciones, el Antiguo Egipto y Roma. Pero aún hay más: ella estaba presente en el momento exacto en el que terminaba para siempre la larga historia de los reinos de Egipto, incluyendo los faraones, y comenzaba la del Imperio romano por medio del Principado de Octaviano. La época y la vida de Cleopatra se podrían resumir en pocas palabras: el ocaso de un reino y el amanecer de un imperio.
Este libro se centra precisamente en un momento crucial de la historia. En concreto, en catorce años, desde marzo del 44 a. C. a agosto del 30 a. C. Sorprende descubrir cómo estos pocos años fueron fundamentales para la Antigüedad y para la historia de Occidente. De hecho, nuestro relato parte con seis grandes nombres ligados al poder —César, Casio, Bruto, Marco Antonio, Octaviano y Cleopatra—, y al final solo queda uno, Octaviano. Y precisamente este último, una vez libre de rivales, dispondrá del tiempo y de la sabiduría para asentar las bases de uno de los mayores imperios de todos los tiempos, el de Roma.
La pregunta es: ¿cuán importante fue Cleopatra para hacer posible este proceso y para permitir indirectamente que Octaviano se mantuviera solo en el poder? Muchísimo, como ya veréis. Porque Cleopatra no es solo una mujer fascinante y una reina hábil en la gestión del poder, sino también un increíble «catalizador» de la historia.
El viaje que emprenderéis en esta obra se desarrollará en un marco extraordinario de la Antigüedad clásica, constituido por el escenario de tres continentes: Europa, Asia y África. Del Nilo a las grandes extensiones montañosas de Armenia, de los palacios de Cleopatra a las viviendas de César, del faro de Alejandría al Senado de Roma, de las costas de Grecia a los áridos valles de Oriente Medio; y os hará recorrer miles de kilómetros, atravesando varias veces el Mediterráneo. Asistiréis a grandes combates navales, feroces batallas terrestres; exploraréis la fastuosa residencia de Cleopatra en Alejandría y la del poder de Roma; y todo contado con un estilo narrativo estudiado adrede para dar la sensación de que estáis entrando en los lugares y ambientes de entonces.
Este recorrido ha requerido la puntillosa consulta de una significativa cantidad de material y fuentes, desde ensayos escritos por historiadores, expertos e investigadores modernos, a textos de autores clásicos y descripciones de hallazgos arqueológicos. No ha sido fácil hacer una reconstrucción completa de los hechos y de los lugares que leeréis. Con más de dos mil años de distancia, a veces solo nos podemos basar en testimonios y escritos de la Antigüedad, con todas las limitaciones que estos conllevan, ya que hay que tener presente que algunos eran hostiles a Cleopatra y a Marco Antonio, o estaban impregnados de propaganda a favor de Octaviano y en contra de la reina. Además, en ellos, muchos episodios del pasado están llenos de lagunas o ni siquiera han sido mencionados.
A esto hay que añadir que no podemos saber con certeza cómo eran los ambientes frecuentados por Cleopatra, César o Marco Antonio, visto que en la mayoría de los casos ya no existen. Las mesas, la ropa, los mármoles y los palacios han desaparecido; el legendario Faro fue derruido; ciudades enteras ya no existen: la Alejandría de Cleopatra fue demolida a lo largo de los siglos y hoy está cubierta por edificios modernos; como tampoco existe Antioquía, que era la tercera ciudad del Mediterráneo. Para que sirva de comparación, es como si en dos mil años desaparecieran París, Frankfurt, Londres, Nueva York o Washington, y se nos preguntara cómo eran basándonos en textos y descripciones.
Ni siquiera conocemos el verdadero aspecto de Cleopatra…
Así pues, ¿cómo podemos hacer? Con el único enfoque posible. Si ya no existe la realidad, se pueden hacer reconstrucciones VEROSÍMILES basadas en lo que sabemos de entonces, en datos arqueológicos y avalándonos del asesoramiento de historiadores contemporáneos. Cada parte «novelada» de esta obra se basa en una fiel reconstrucción histórica de los lugares y costumbres de la época.
El estilo narrativo ayuda a «dar vida» a la historia que quedó colgada, con frecuencia hecha trizas, en esos valiosos textos clásicos; con la condición de que el conjunto se efectúe de manera rigurosa o, a falta de información, lo más creíble posible.