Mª Ángeles Goicoechea Gaona - Chicas que entienden. In-visibilidad lesbiana

A las mujeres que han participado en este estudio,

por su valentía.

A aquellas que no se han atrevido a hacerlo,

porque tienen sus razones.

Y a todas las demás mujeres,

que de un modo u otro hemos sido invisibilizadas.

PRÓLOGO

Un soneto me manda hacer Violante,

que en mi vida me he visto en tanto aprieto;

catorce versos dicen que es soneto;

burla burlando van los tres delante.

Así, y siguiendo a Lope —esta es mi primera vez en enfrentarme a un prólogo— voy a comenzar como creo que tiene que ser, por el principio.

El principio es dar a sus autoras las gracias por contar conmigo y darles las muchas gracias por esta investigación que, aproximándose a las chicas que entienden , nace para dar visibilidad a las lesbianas, para tratar de la in-visibilidad lesbiana , para iluminar una realidad tan —todavía— desconocida, una realidad tan necesitada de luz.

Y lo hacen, además, gratis et amore —eso también hay que agradecerles—, para llenar el vacío de estudios específicos sobre las mujeres lesbianas y sobre la lesbofobia.

Por todo ello nace este trabajo de Remedios, María José, Olaya y Goico, integrantes del grupo de investigación Igualdad y Género de la Universidad de La Rioja, y que es fruto también de las «Jornadas de educación en diversidad afectivo-sexual» que desde el año 2010 allí se celebran; y me consta que el espíritu del colectivo LGTB de La Rioja, Gylda , a su manera, coopera también en este afán.

Yo no soy una estudiosa, soy tan solo una lesbiana —una orgullosa lesbiana activista— que, sin conocer teoría alguna, acertó a entender —porque lo sufría en propias carnes— los muchos problemas de ser alguien condenada a «vivir a medias, vivir entre las sombras y el silencio, perder la vida ». Y, sin saber bien cómo pero sí intuyendo acertadamente que era una cuestión de supervivencia, apostó por la vida y por poder respirar sin miedo, y apostando así, acertando sin saberlo, abjuró del encierro del armario.

Y precisamente, Goico, Olaya, Mª José y Remedios sacan del armario en este estudio el principal problema de las chicas que entienden : la visibilidad o, mejor, la falta de ella: la in-visibilidad lesbiana.

La visibilidad, en palabras de las autoras, es un reto pendiente, también un camino largo de lucha, dudas y sufrimiento: es nada menos que el dilema —« ser o no ser lesbiana» — que confiere realidad a la persona, el dilema que supone, nada menos, el hecho de estar o no estar en la vida plenamente.

La visibilidad, objetivo de este estudio, es un largo camino de dudas y reafirmaciones y se da —lo dicen ellas y yo lo comparto plenamente— en un continuo, como un proceso complejo que parte de la necesidad de sentirse ubicada en la vida, en todos los aspectos de la vida, y que se produce como en círculos, implicando a la familia y a los diferentes entornos de quien, no sin sufrimiento, asume dar el paso de verse y de ser vista.

Visibilidad es dar una patada a las mil formas del armario, que el armario con sus mil recovecos de oscuridad nos va asfixiando y haciéndonos caer en sus múltiples trampas, nos va ocluyendo la vida y nos impide alcanzar la luz. Hay que escapar de todas las trampas del armario y hay que romperlos todos sin excepción.

Armario casa bien con culpa y sufrimiento, con carencia de autoestima, con exclusión. Armario casa bien con llanto. Hay que romperlos todos. Quien no ha salido de todos los armarios vive a medias o sin vida, se siente como el bicho más raro de la tierra.

Armario e invisibilidad son la no-existencia: no debería caber argumento más claro. Invisibilidad y armario nos hacen inútiles a la hora de reivindicar nuestra especificidad como lesbianas, a la hora de hacer que nuestra voz se escuche; nos hacen inútiles a la hora de hacer presente en la sociedad y en el movimiento LGTB nuestra diferente experiencia vital, nuestra diferente manera de estar en el mundo.

La invisibilidad, forma atroz de un vivir sin estar en la vida, no puede valernos como refugio que nos instale, cobardemente, en una falsa seguridad. No vale la tapadera que protege pero que corta las alas, que engañosamente parece asegurar la vida que nos hace perder. Hay que dejar de lado y dar una patada —también— al victimismo: sin valor personal no se avanza ni como persona ni como minoría.

Y además, de propina, las lesbianas que se visibilizan como tales no solo se convierten en actoras de su propio empoderamiento, sino que con su visibilidad empoderan a otras, empoderan a todas, ayudan a cambiar la geografía mental de la sociedad respecto de la realidad de las chicas que entienden. Con su visibilidad resultan un referente para las que —¡cuántas todavía!— no se atreven a asumirse ni a señalarse como tales.

Escribamos visibilidad, pues —de esto se trata en este estudio—, con mayúsculas: es una cuestión de ser o no ser persona. Para recorrer el camino de la realidad, para poder llegar a la felicidad, hay que ser visible, hay que ser valiente.

Termino —qué mejor manera— con palabras de Pedro Zerolo: «Cuando somos valientes, acertamos siempre».

«Sospecho que voy los trece versos acabando;

contad si son catorce, y está hecho.»

Madrid, 28 de junio de 2015

Boti G.Rodrigo

Expresidenta de FELGTB

PRESENTACIÓN

No hay que tener miedo a... a ser lesbiana. Ni a ser nada,

pero menos a ser lesbiana. (Celia)

Este estudio recoge un trabajo desarrollado por el grupo de investigación Igualdad y Género de la Universidad de La Rioja. Las integrantes del equipo investigador están vinculadas, de una forma u otra, a esta institución académica, aunque resulta importante destacar que no se ha contado con ningún apoyo económico de la Universidad, ni de ningún otro organismo público o privado, para llevar a cabo esta investigación.

El punto de partida o el germen de este proyecto hay que buscarlo en las «Jornadas de educación en diversidad afectivo-sexual» que se celebran anualmente en la Universidad de La Rioja desde el 2010 y que, desde el año 2012, cuentan con el apoyo y coordinación de una de las investigadoras de este equipo. Este espacio de formación ha hecho posible que las personas del grupo Igualdad y Género se interesen por las desigualdades debidas a la orientación sexual, y que tengan acceso a materiales, experiencias e investigaciones ligadas a la homosexualidad, la homofobia y todo tipo de discriminaciones relacionadas con la orientación sexual y a las distintas modalidades de despliegue afectivo.

Si bien la presencia de las mujeres, en cuanto ponentes y sobre todo asistentes a las jornadas, ha sido buena, se observa que son escasos los estudios específicos sobre las mujeres lesbianas y la lesbofobia, y que existen aún pocos recursos concretos para combatirla.

Como en otros ámbitos sociales, los hombres, gais en este caso, se apropian de más protagonismo y recursos para identificar y revertir su situación de marginación. Una vez más, en ese masculino genérico están incluidas las mujeres, pero sin referirse especialmente a ellas y sin tener en cuenta sus características y particularidades.

Una vez detectado este vacío, este equipo se propone realizar un estudio centrado en el deseo de las «mujeres que aman a mujeres», y así se denominan tanto este proyecto de investigación como las «VI Jornadas de la Universidad de La Rioja sobre diversidad afectivo-sexual y género: Mujeres que aman a mujeres», celebradas en Logroño del 24 al 26 de marzo de 2015.

El objetivo principal de esta pesquisa es dar visibilidad a las mujeres lesbianas en general. Se trata de aportar luz a aquellas mujeres cuya orientación sexual se aleja de la norma heterosexual y que viven en provincias o comunidades autónomas como La Rioja, donde las posibilidades de pertenecer a colectivos, asociaciones o movimientos, o de acceder a lugares de ocio con necesidades comunes o parecidas, son inexistentes.