Aude Cirier - La batalla de Poitiers

Aude Cirier, 2017

Traducción: Laura Soler Pinson

Editor digital: Titivillus

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La batalla de Poitiers, también conocida como la «batalla de Tours», enfrenta el 25 de octubre del año 732 a los francos, liderados por el futuro Carlos Martel, contra las tropas árabo-bereberes dirigidas por el gobernador de Córdoba, Abderramán al Gafiqi, que pretendían saquear el santuario de San Martín de Tours y continuar su expansión al norte de los Pirineos. Pero Martel, que acude a socorrer al duque Eudes de Aquitania, vence rotundamente a las fuerzas omeyas, logrando así frenar el avance musulmán al norte de la península ibérica e impidiendo la conquista musulmana de Francia. Este acontecimiento, elevado a mito, es considerado por muchos historiadores como esencial para comprender el declive de un imperio que había logrado dominar todo el Mediterráneo en solo un siglo.

Descubre en tan solo 50 minutos todo lo que necesitas saber sobre la batalla de Poitiers, un enfrentamiento clave que reafirma en el año 732 la supremacía franca. Esta guía concisa y estructurada te ofrece el contexto político y social en el que se inscribe la contienda, así como una biografía de sus principales protagonistas y un análisis de la batalla, sin olvidar sus repercusiones a corto y largo plazo.

Te ofrecemos las claves para:

• analizar la evolución de la conquista musulmana en Occidente y las bases del sistema carolingio que Carlos Martel aprovechará para imponer su autoridad como príncipe de los francos;
• descubrir los pasos de los árabes en su camino hacia el santuario de San Martín de Tours y seguir el enfrentamiento con el ejército de Carlos Martel, que se erige como defensor de la cristiandad;
• comprender la importancia de esta batalla, en la que Carlos Martel termina imponiendo su autoridad;
• descubrir el mito que rodea a la batalla de Martel;
• evaluar las repercusiones inmediatas y posteriores de la contienda;
• etc.

Aude Cirier

Carlos Martel, el nacimiento de una figura heroica

En 50 minutos
Historia - 0

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Titivillus 08.05.2020

• ¿Cuándo? El 25 de octubre de 732.
• ¿Dónde? En Moussais (llamada más adelante Moussais-la-Bataille), municipio de Vouneuil-sur-Vienne, situado entre Poitiers y Châtellerault (Francia).
• ¿Contexto? La expansión musulmana en Occidente y la guerra de poder en zona franca.
• ¿Beligerantes? El Reino franco y el ducado de Aquitania contra el califato omeya de Damasco.
• ¿Principales protagonistas?
  • Carlos, apodado más tarde Carlos Martel, príncipe de los francos (c. 684-741).
  • Eudes de Aquitania, duque de Aquitania (mediados del siglo VII-735).
  • Abderramán al Gafiqi, gobernador de Córdoba (muerto en 732).
• ¿Resultado? Victoria franca.
• ¿Víctimas?
  • Bando de los francos y de los aquitanos: cerca de 1000 víctimas.
  • Bando de los Omeya: cerca de 12 000 víctimas.

El 25 de octubre de 732, esta batalla, que se conoce con el nombre de «batalla de Poitiers» —y menos frecuentemente como «batalla de Tours»—, enfrenta a unos kilómetros de la capital de Poitou a los francos, liderados por el mayordomo de palacio austrasio, Carlos (el futuro Carlos Martel), que vienen a socorrer al duque Eudes de Aquitania, contra las tropas árabo-bereberes, guiadas por el gobernador de Córdoba, Abderramán al Gafiqi.

Aunque por falta de fuentes precisas resulte imposible a día de hoy afirmar con exactitud dónde y cuándo tuvo lugar la batalla, y qué fuerzas estaban presentes, durante mucho tiempo se consideró que la victoria de los francos había supuesto un freno definitivo a la expansión musulmana por Occidente. Sin embargo, en este punto cabe precisar que, en realidad, la batalla de Poitiers debe interpretarse más como una respuesta defensiva a una incursión orquestada por las tropas árabes, que tenía por objetivo el santuario de San Martín de Tours, que como un auténtico freno que se pone al intento de conquistar Galia de los Omeya (dinastía de califas que reina entre 660 y 750 desde Damasco, sobre un imperio que se extiende por toda la cuenca del Mediterráneo).

En primer lugar, conviene fijar un marco inherente al tema: al contrario de lo que ocurre con los conflictos más recientes, las fuentes que tratan la batalla de Poitiers son relativamente escasas. Aquí, la arqueología no sirve de ninguna ayuda y las fuentes literarias deben someterse a un profundo análisis para evitar caer en el error de tomar por ciertas informaciones que nos llegan a través de cronistas a menudo parciales. Además, las fuentes contemporáneas o inmediatamente posteriores al acontecimiento proporcionan pocos detalles sobre el tema. Algunas crónicas latinas, que no tienen especial interés en este tema —como la de Beda el Venerable (benedictino anglosajón y doctor de la Iglesia, 672-735), Historia eclesiástica del pueblo de los anglos (735), Continuación de la crónica de Fredegario (compuesta hacia 736) o, también, la Crónica de Moissac (compilada a principios del siglo IX)— exponen a grandes rasgos los avances de las tropas árabes en Galia, los pillajes cometidos o el «castigo» que reciben los árabes en Poitiers. La mejor descripción —si es que se puede llamar así— se lee en una crónica mozárabe (crónica latina compuesta por un autor cristiano de Córdoba, hacia 754) titulada Epitoma imperatorum (que en castellano se conoce con el título de Crónica mozárabe de 754). En el mundo árabe, son escasas las fuentes contemporáneas o inmediatamente posteriores a la batalla que mencionan el episodio. Sin embargo, podemos citar la Conquista de Egipto y el norte de África y España, del historiador egipcio Ibn Abd al-Hakam (mediados del siglo IX). Los otros historiadores pasan por alto esta batalla. Por lo tanto, es especialmente difícil calcular el número de hombres presentes y la mayor parte de los datos de los que disponemos son extremadamente polémicos. No obstante, con toda la prudencia necesaria, se puede asegurar que los francos y los aquitanos eran entre 15 000 y 20 000 (de los que 1000 perecen) y que las tropas omeyas eran entre 20 000 y 25 000 (con 12 000 víctimas, entre las que se encuentra Abderramán al-Gafiqi).

Un poder que viene de lejos

A principios del siglo VIII, el califato omeya, que está dirigido desde Damasco, representa un imperio desmedido, que extiende sus fronteras desde la India hasta el Atlántico. Desde finales del siglo VII, ha conquistado gran parte de los territorios orientales del Imperio bizantino, ha atacado Constantinopla (la antigua Bizancio y actual Estambul) y se ha apoderado definitivamente del Norte de África con la toma de Cartago en 702, al término de una conquista que ha durado varias décadas. Las tropas del califa, que llegan a Europa por lo que será el futuro Gibraltar, conquistan casi toda la península ibérica frente a unos visigodos (pueblo de origen germánico) que ofrecen poca resistencia y que están divididos. En efecto, desde el siglo anterior, la monarquía visigoda se encuentra en plena decadencia y cada vez más frágil debido a los motines y los complots. La conquista de la península se inicia en la primavera de 711 con varias incursiones de reconocimiento. Debemos destacar la derrota del rey visigodo Roderico (o Rodrigo, muerto en 711) junto al río Guadalete, cerca de Cádiz, frente a 7000 bereberes (población del África septentrional y saharaui) liderados por Tariq ibn Ziyad (jefe bereber, siglo VIII), al servicio de Musa ibn Nusair (640-718), entonces gobernador del Norte de África, que actúa en nombre del califa de Damasco. Esta batalla marca la caída de la monarquía visigoda: la nobleza, sin un líder tras la muerte de Rodrigo en el campo de batalla, se ve diezmada. Rápidamente, las ciudades van cediendo unas tras otras ante el avance omeya: Córdoba, Sevilla, Toledo (capital del reino visigodo), Zaragoza, etc.