Bernard de Lovinfosse - El congreso de Viena

• ¿Cuándo? Del 1 de noviembre de 1814 al 9 de junio de 1815.
• ¿Dónde? En Viena (Imperio de Austria).
• ¿Contexto?
  • El fin de las guerras napoleónicas.
  • La restauración de la monarquía francesa.
• ¿Principales protagonistas?
  • Carlos Augusto, príncipe de Hardenberg, estadista prusiano (1750-1822).
  • Carlos Mauricio de Talleyrand Perigord, obispo de la Iglesia católica y más tarde político francés (1754-1838).
  • Robert Stewart, vizconde de Castlereagh, estadista británico (1769-1822).
  • Klemens, príncipe de Metternich-Winneburg, estadista austríaco (1773-1859).
  • Alejandro I de Rusia (1777-1825), emperador de Rusia a partir de 1801 y rey de Polonia desde 1815 hasta su muerte.
  • Carlos Roberto, conde de Nesselrode, estadista ruso (1780-1862).
• ¿Repercusiones?
  • El equilibrio europeo.
  • El concierto europeo de las naciones.
  • La Restauración.
  • La creación de la Santa Alianza.

La derrota del emperador de los franceses Napoleón I (1769-1821) en Leipzig en 1813 marca el fin de su hegemonía sobre Europa y anuncia la caída de su poder y del régimen político que encarnaba. Tras esta batalla, las potencias vencedoras deciden celebrar, a través de sus representantes, un congreso en Viena con la idea de restaurar los regímenes políticos existentes en Europa antes de la Revolución francesa de 1789. Sin embargo, las alteraciones producidas por más de 25 años de guerra entre países con regímenes políticos tan diferentes son tan profundas que un simple retorno al pasado resulta imposible. Entonces, estas naciones se fijan el objetivo de instaurar un equilibrio duradero entre las distintas potencias europeas, con la idea de que ninguna de ellas pueda gozar de demasiada influencia sobre las demás, como en el caso de Francia.

¿Podrán llegar a un acuerdo los aliados de antaño, movidos por el deseo de ver crecer su esfera de influencia? ¿Qué precio tiene que pagar Francia para conseguir la paz?

Retrato de Carlos Augusto de Hardenberg.

Carlos Augusto de Hardenberg, nacido el 31 de mayo de 1750 en Essenrode, posee una formación de jurista. Procedente del Principado de Hannover, está al servicio del rey de Prusia desde 1791. Va escalando posiciones progresivamente hasta el puesto de primer ministro, que abandona en 1806, y que vuelve a ocupar cuatro años más tarde con un plan de recuperación de su país diseñado cuidadosamente. Después de 1810, dirige las reformas (reforma de la administración, reforma militar, etc.) que permiten que Prusia participe en la victoria final contra Napoleón. Su política combina la distensión con Francia y la preparación de la venganza militar.

Con una mentalidad realista, pero con fuertes convicciones sobre el papel de su país en Europa, Augusto llega a Viena el 17 de septiembre, donde debe contemporizar con Guillermo de Humboldt (diplomático e historiador prusiano, 1767-1835), que llega a la cima antes que él. En el Congreso de Viena, el zar pacta con ellos un acuerdo que concede a Prusia las expansiones deseadas en Sajonia y Renania, a cambio de Polonia. Augusto, partidario de una Alemania unida bajo una constitución federal, continúa su carrera política después del Congreso, pero lo dejan al margen de las grandes decisiones a causa de sus ideas, que se consideran muy vanguardistas. Agotado, muere en Génova el 26 de diciembre de 1822.

Retrato de Carlos Mauricio de Talleyrand.

El príncipe Carlos Mauricio de Talleyrand nace en París el 2 de febrero de 1754 en una de las familias francesas más prestigiosas de su época. Se le orienta hacia la carrera eclesiástica para suceder a su tío, el arzobispo de Reims. En 1779 es ordenado sacerdote, y nueve años más tarde se convierte en obispo de Autun. Durante la Revolución francesa, renuncia a su cargo eclesiástico y vuelve a ser un simple laico para ir ascendiendo en la jerarquía política bajo los regímenes que se suceden en Francia a partir de 1789, evitando los momentos más peligrosos de ese período.

El golpe de Estado del 18 de brumario del año VIII (9 de noviembre de 1799) lo propulsa a la cabeza de las relaciones exteriores, al servicio de Napoleón Bonaparte, donde trata de poner en práctica una política de apaciguamiento con las cortes europeas. Manipula a los italianos para que acepten elegir a Bonaparte al frente de la República Italiana y dirige la reforma del Ministerio de Asuntos Exteriores. Después de la campaña de Austria, hace todo lo posible para suavizar las condiciones de paz impuestas a esta última potencia, especialmente mediante rebajas y prórrogas en las condiciones financieras.

El 12 de julio de 1806, firma el tratado que instaura la Confederación del Rin —que reúne a los Estados alemanes bajo la influencia francesa—, un proyecto iniciado por él para satisfacer la voluntad de Napoleón. Pero cada vez se muestra más crítico con la política de guerra de este último. Incluso mantiene una relación continuada con la corte austriaca con la esperanza de una reconciliación. En 1807, después de la victoria de Napoleón sobre Prusia y Rusia, se retira de los Asuntos Exteriores, manteniendo un cargo de asesor del emperador. En 1808, este último le encarga que le ayude en la reunión de Erfurt con el zar Alejandro I. Al darse cuenta del peligro que una alianza franco-rusa representaría para el equilibrio europeo y las ideas revolucionarias, en secreto desaconseja a Alejandro I que se acerque a Napoleón. Este gesto salvaguarda su integridad política y permite que su influencia sobreviva a la caída de Napoleón.

Designado miembro del Consejo de Regencia en 1814, negocia la capitulación del ejército francés frente a los aliados en las puertas de París y aboga por el retorno de la dinastía monárquica de los Borbones frente al zar y el rey de Prusia. En 1814, el rey Luis XVIII lo envía a Viena para defender los intereses de Francia, y hábilmente Talleyrand logra volver a situar a Francia en igualdad de condiciones ante los vencedores.

Durante los años siguientes, se retira gradualmente de la política al tiempo que conserva una influencia que va más allá de las fronteras nacionales. Este político, que participa en todos los regímenes desde la Revolución francesa hasta la Restauración, muere en París el 17 de mayo de 1838.

Retrato de Robert Stewart, vizconde de Castlereagh.

Robert Stewart, vizconde de Castlereagh, es un diplomático británico nacido en Dublín el 18 de junio de 1769. Apenas sale de la Universidad de Cambridge, se convierte en parlamentario con 21 años y luego ocupa diversos cargos en los Gobiernos que dirigen Inglaterra durante los primeros años del siglo XIX.

En 1812, ocupa el cargo de secretario en el Foreign Office —el equivalente inglés de ministro de Asuntos Exteriores—, un puesto que lo conduce a desempeñar un papel decisivo en el levantamiento de Europa contra Napoleón. Desea preservar el equilibrio europeo, por lo que se horroriza ante las medidas que adopta Francia con el fin de crear un imperio. Según él, las tradiciones políticas de Francia, su fuerza militar y su gusto por la aventura la convierten en un verdadero peligro. Sin embargo, piensa que mediante su integración en el juego político europeo puede ser neutralizada y utilizada para oponerse a las ambiciones rusas que también amenazan el equilibrio europeo. Ejerce como plenipotenciario británico en el Congreso de Viena, hasta que el duque de Wellington Arthur Wellesley (general y político británico, 1769-1852) lo sustituye durante el año 1815. Entonces, recupera su cargo de secretario de Estado de Asuntos Exteriores.