Cédric Bernardi - La batalla de Accio

Cédric Bernardi, 2016

Traducción: Marina Martín Serra

Editor digital: Titivillus

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La batalla de Accio es mucho más que un combate: el 2 de septiembre del año 31 a. C., el destino de la República romana depende de ella. Dos generales romanos se enfrentan en el mar para obtener el poder supremo: por un lado, Octavio, hijo de Julio César y defensor de Roma; por el otro, Marco Antonio, que ha convertido Alejandría en su capital. La guerra civil heredada del conflicto entre Julio César y Pompeyo culmina en esta batalla. Pero más allá de la lucha entra dos hombres, Accio también simboliza el enfrentamiento entre dos mundos. Al suceder a Julio César, Octavio se erige como defensor de la potencia romana. Marco Antonio, triunviro de los territorios de Oriente, se alía con la egipcia Cleopatra y se presenta como monarca helenístico, rompiendo de este modo con la autoridad de Roma. Ante la lucha de estos dos hombres, los comentaristas de la antigüedad creen asistir a la lucha fratricida entre Oriente y Occidente. Conocemos la historia: Occidente es el vencedor, y su victoria marcará el dominio romano en el Mediterráneo durante varios cientos de años.

Atrévete a descubrir con esta guía, el contexto, los personajes y el desarrollo de una batalla que firma la muerte de la República aristocrática que dirigía Roma desde hacía muchos años y que marcará para siempre el rumbo de la historia.

Te ofrecemos las claves para:

• entender el contexto histórico que llevó a la batalla, con acontecimientos clave como el asesinato de Julio César;
• identificar los principales actores que participaron en el conflicto y la influencia que tuvieron sus decisiones y actos en el resultado de la batalla;
• analizar el resultado de la batalla y el impacto que la victoria de Octavio tuvo en el futuro de Roma y en su forma de gobierno;
• etc.

Cédric Bernardi

El fin de un siglo de guerras civiles romanas

En 50 minutos
Historia - 0

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Titivillus 04-05-2020

• ¿Cuándo? El 2 de septiembre del año 31 a. C.
• ¿Dónde? En la costa de Accio (Grecia)
• ¿Contexto? La guerra civil entre Octavio y Marco Antonio
• ¿Beligerantes? Octavio y sus partidarios contra Marco Antonio, Egipto y sus partidarios
• ¿Actores principales?
  • Octavio, hombre político romano (63 a. C.-14 d. C.)
  • Marco Vipsanio Agripa, general y hombre político romano (63-12 a. C.)
  • Marco Antonio, hombre político romano (83-30 a. C.)
  • Cleopatra, reina de Egipto (circa 69-30 a. C.)
• ¿Resultado? Victoria de Octavio
• ¿Víctimas?
  • Bando de Octavio: no es posible estimar las pérdidas
  • Bando de Marco Antonio y Cleopatra: alrededor de 5000 muertos

El 2 de septiembre a. C., el destino de la República romana está en juego en Accio, a lo largo de la costa griega. Dos generales romanos se enfrentan en el mar para obtener el poder supremo: por un lado, Octavio, hijo de Julio César y defensor de Roma; por el otro, Marco Antonio, que ha convertido Alejandría en su capital. La guerra civil heredada del conflicto entre Julio César (hombre de Estado romano, 100 o 101-44 a. C.) y Pompeyo (hombre de Estado romano, 106-48 a. C.) culmina en esta batalla.

13 años después del asesinato de Julio César, la batalla de Accio pone fin a un largo periodo de conflictos internos en la República. El viejo régimen aristocrático, que permitía al Senado calmar las ansias de los ambiciosos, se ha desmoronado a lo largo del siglo I a. C., dejando a los grandes generales los medios de controlar Roma. La victoria de Octavio que, bajo el nombre de Augusto, se convertirá en el primer emperador romano, es la culminación del proceso de centralización del poder y de disminución de la potestad del Senado.

Pero más allá de la lucha entra dos hombres, Accio también simboliza el enfrentamiento entre dos mundos. Al suceder a Julio César, Octavio se erige como defensor de la potencia romana. Marco Antonio, triunviro de los territorios de Oriente, ricos pero lejanos, se alía con la egipcia Cleopatra y se presenta como monarca helenístico, rompiendo de este modo con la autoridad de Roma. Ante la lucha de estos dos hombres, los comentaristas de la antigüedad creen asistir a la lucha fratricida entre Oriente y Occidente. Conocemos la historia: Occidente es el vencedor, y su victoria marcará el dominio romano en el Mediterráneo durante varios cientos de años.

En el 31 a. C., hace décadas que Roma sufre la guerra civil. Bastante tiempo antes de la batalla de Accio, varios grandes hombres políticos lucharon para obtener el poder supremo. En la mitad del siglo I a. C., Julio César consigue vencer a sus rivales: Pompeyo, Catón de útica (95-46 a. C.) o incluso Metelo Escipión (muerto en el año 46 a. C.) fueron derrotados. Julio César se convierte en el amo absoluto de Roma; sin embargo, lo apuñalan en pleno Senado romano el 15 de marzo del 44 a. C. Cayo Casio Longino (muerto en el 42 a. C.) y Marco Junio Bruto (85-42 a. C.), que es hijo adoptivo de César, urden esta conspiración.

La muerte de César, pintura de Jean-Léon Gérôme, 1867.

En esta época, Marco Antonio todavía es el fiel teniente del difunto hombre de Estado, mientras que Octavio es su sobrino nieto; ambos hombres están al margen de este complot y lloran la muerte del dictador como amigos fieles. Durante el funeral, Marco Antonio se dirige directamente al pueblo romano y consigue emocionarlo evocando la gloria militar del difunto. Igualmente, aprovecha la ocasión para acusar abiertamente a Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino. La multitud, sobreexcitada ante tal discurso, reacciona con violencia: estallan revueltas por toda la ciudad y las casas de ambos culpables son incendiadas.

¿Sabías que…?

Como reacción al gran poder que Julio César había obtenido del Senado, unos cuantos aristócratas fomentan su asesinato, esperando liberar Roma del tirano y obtener el apoyo indefectible del pueblo a cambio de este servicio a la patria. Marco Junio Bruto, que da el golpe de gracia a su padre adoptivo, traiciona a los suyos, pero sigue siendo fiel a la República. Según Suetonio (historiador latino, 69-126 d. C.), al ver a su hijo entre los enemigos, Julio César habría dicho la frase «Tú también, hijo mío».

Por desgracia para él, Marco Antonio se gana a la opinión pública más rápido y denuncia un complot infame: los dos asesinos se ven obligados a dejar Roma y refugiarse en Oriente.

En el momento de los hechos, Marco Antonio está en Roma mientras que Octavio se encuentra en Grecia. Cuando este último se entera de la triste noticia, vuelve rápidamente: antes de morir, Julio César ha hecho que sea el heredero de todos sus bienes. Así, se convierte en el hombre más poderoso de Roma, puesto que recupera todas las riquezas y los partidarios del difunto. Por su parte, Marco Antonio es el más popular. La rivalidad entre ambos no ha hecho más que empezar.