María Pilar Queralt del Hierro - Reinas en la sombra

Decía Benjamin Franklin (1706-1790) que «donde se celebra matrimonio sin amor, habrá amor sin matrimonio». La historia confirma esa máxima. Son escasos los monarcas que no cuentan con una larga historia de relaciones extraconyugales. No es de extrañar. La mayoría de las veces los matrimonios reales han sido resultado de intereses de estado e infantas y princesas no han sido más que el sello que lacraba un pacto estratégico o político. Posiblemente por eso las aventuras amorosas de los monarcas siempre se contemplaron con una cierta indulgencia. Tanta que, en la corte de Versalles, por ejemplo, la maîtresse-en-titre, o amante oficial del rey tenía una asignación económica, apartamentos propios en el mismo palacio y un lugar destacado en las ceremonias de corte. Es evidente que, al paso de los siglos, las circunstancias han cambiado pero, en cualquier caso, lo cierto es que la «mujer» del rey no siempre es la reina. Así lo demuestran, al menos, las veinte historias de amor que, desde el siglo XIV al XXI, desfilan por estas páginas y que alteraron los destinos reales.

María Pilar Queralt del Hierro

Amantes y cortesanas que cambiaron la historia

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Titivillus 24.04.18

María Pilar Queralt del Hierro, 2014

Editor digital: Titivillus

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No hay salsa para el amor como el mismo
inconveniente.

Francisco de Rojas Zorrilla, (1607-1648)

Donde se celebra matrimonio sin amor, habrá amor
sin matrimonio.

Benjamin Franklin (1706-1790)

El nombre que te ofrecía
ya no es tuyo compañera,
de azahares y velo blanco
se viste la que lo lleva.

Rafael de León (1908-1982),

Romance de la otra (1932)

María Pilar Queralt del Hierro (Barcelona 1951) licenciada en Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad Autónoma de Barcelona. Vinculada al mundo de la edición desde 1976, ejerció durante tres cursos (1979-1982) como profesora de Historia de España Contemporánea en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Autónoma de Barcelona. En 1985 se reintegró al mundo editorial, donde ha desempeñado diversas funciones entre las que cabe destacar las relacionadas con la iconografía y la edición de libro ilustrado.

Colaboradora habitual de la revista Historia y Vida, donde publica de forma ininterrumpida desde 1974, ha escrito también artículos de historia para otras publicaciones como la edición española del National Geographic Magazine y ha realizado asimismo numerosos trabajos en obras colectivas sobre temas de arte, cultura e historia contemporánea.

En 1984 publicó Balaguer, biografía del poeta y político catalán sobre el que había realizado su tesis de licenciatura lo que significó el comienzo de una carrera destacada por la novela biográfica de personajes históricos como Fernando VII en La vida y la época de Fernando VII y Los espejos de Fernando VII publicada en 2001.

La obra que acercó a María Pilar Queralt a la novela histórica fue Guerra y Paz, de León Tolstoi. Pero el primer libro que recuerda es un volumen de litografías de su abuelo titulado Portofolio de la historia de España. Aquellas imágenes encendieron su pasión por la historia, a la que ha dedicado toda su vida.

Si algo le interesa a Queralt del estudio del pasado es el papel de las grandes damas, sus vidas y sus sufrimientos. Lo vemos en la llamada trilogía portuguesa (integrada por Inés de Castro, Leonor y La rosa de Coimbra), pero también en La pasión de la reina, De Alfonso la dulcísima esposa o del ensayo Madres e hijas en la historia.

[1] Algunos autores aseguran que la emperatriz sentía una cierta repulsión por el sexo.

[2] Alfonso XI era hijo de Constanza de Portugal, hermana de Alfonso IV de Portugal, padre de María.

[3] Pedro Alfonso (1330-1338); Juana Alfonso, señora de Trastamara (1330-¿); Sancho Alfonso, señor de Ledesma (1331-1343); Enrique de Trastamara, rey de Castilla como Enrique II «el de las Mercedes» (1333-1379); Fadrique Alfonso, maestre de Santiago y señor de Haro ((1334-1358); Fernando Alfonso, muerto en la niñez; Tello de Castilla, conde de Vizcaya (1337-1370); Juan Alfonso, señor de Badajoz y de Jerez de la Frontera (1341-1359), Sancho de Castilla, conde de Alburquerque (1342-1375) que contraería matrimonio con Beatriz, hija de Inés de Castro y Pedro I de Portugal (1342-1375); Pedro Alfonso (1345-1359).

[4] Isabel de Aragón subió a los altares como Santa Isabel de Portugal en 1625. En tierras lusas se la conoce como la «Rainha Santa».

[5] A los dos hijos del matrimonio con Isabel de Aragón —Constanza (1285-1313), casada con Fernando IV de Castilla, y Alfonso IV (1291-1357)— se añadieron Pedro Alfonso, (1287-1354) conde de Barcelos; Alfonso Sánchez (1289-1329) que disputó el trono al futuro Alfonso IV; María Alfonso (1290-1340), María (1301-1320), Juan Alfonso (1280-1329), Fernán Sánchez (1280-1329) y Pedro Alfonso (1280-¿?). Todos se educaron en palacio bajo los cuidados de la reina Isabel.

[6] Los partidarios de Leonor hicieron correr la especie de que el infante era fruto de los amores adúlteros de la reina con un cortesano llamado Pero Gil, de ahí que a los partidarios de Pedro I el Cruel se les llamara «emperejilados».

[7] Era nieto de Jaime II, hermano de Isabel de Aragón, esposa de Dionis I de Portugal.

[8] «Cy gist noble damoyselle Agnès Seurelle en son vivant dame de Beaulté, de Roquesserière, d’Issouldun et de Vernon-sur-Seine piteuse envers toutes les gens et qui largement donnoit de ses biens aux eglyses et aux pauvres laquelle trespassa le IXe jour de février l’an de grâce MCCCCL, priies Dieu pour l’ame delle. Amen»

[9]Beauté: «belleza» en francés.

[10] «Et comme entre les belles estoit tenue pour la plus belle du monde fut appelée damoyselle de Beauté tant pour cette cause que pour ce que le roy lui avait donné à sa vie la maison de Beauté».

[11] Desde 1337, tras la muerte sin sucesión del último monarca Capeto, Francia e Inglaterra estaban enfrentadas a causa de las pretensiones del monarca inglés Eduardo III sobre el trono francés.

[12] Nació en París el 22 de febrero de 1403.

[13] Según Enguerrand de Monstrelet (1390-1453) así rezaban unos versos que el monarca recitó a su dama durante unas justas celebradas en Loches: «Dans la table, le lit et le consei, je voudrais être toujours avec toi».

[14] Marie (1444-1473), Charlotte (1446-1477) y Jeanne (1448-1467) de Valois. Poco antes de morir, Agnès dio a luz a una cuarta hija que solo vivió unos días. Conocidas como «las bastardas de Francia», Marie, Charlotte y Jeanne (llamada así en honor a Juana de Arco) fueron reconocidas por el monarca. Charlotte contrajo matrimonio con un hijo de Pierre de Brézé quien la asesinó poco después de contraer matrimonio al encontrarla yaciendo con su amante en la alcoba conyugal.

[15] No hay que olvidar que pasar de la cincuentena en el siglo XV ya se consideraba una edad avanzada.

[16] Fernando el Católico realizaba múltiples desplazamientos ocupado en diferentes empresas italianas y norteafricanas. De la consideración que sentía hacia su esposa baste decir que, entre 1507 y 1516, Germana fue nombrada lugarteniente general del reino de Aragón, con poder para convocar Cortes generales en todo el territorio.