María Pilar Quiroga Méndez - C.G. Jung. Vida. obra y psicoterapia

Esta obra expone las concepciones de Jung sobre la psicoterapia, estrechamente unidas a las teorías sobre el enfermar psíquico. Ninguna de estas aportaciones puede desligarse de su teoría de la personalidad, los conceptos fundamentales que propone para la comprensión de la estructura y la dinámica psíquica. Estos conceptos remiten directamente a la obra de Jung, compleja, amplísima, abigarrada, a veces de apariencia contradictoria y de difícil acceso para el lector español. Razones todas ellas que hacen que un autor, cuya dedicación a la psicoterapia fue exclusiva durante más de cincuenta años, no sea conocido en nuestro idioma por sus importantes y adelantadas aportaciones en este campo. Esta investigación surge pues, de la evidencia de que existe un enorme vacío de estudio de la psicología de C. G. Jung.

La génesis de este interés, puede situarse hace más de diez años. Por medio del profesor A. Vázquez, en una de sus clases impartidas en la universidad, tuve las primeras nociones acerca del significado de la psicología analítica. Estos conocimientos permanecieron en la oscuridad durante años, aunque ya desde el principio había en la figura y concepciones de Jung elementos sugerentes que marcaban paralelismos con mi propio proceso. El punto de partida de Jung en su trabajo con enfermos mentales en un hospital psiquiátrico que es también mi ámbito preferente de trabajo; las hipótesis de Jung sobre la enfermedad mental que tienen una innegable actualidad, y son un punto de referencia para todo aquel que dedique sus esfuerzos a este tipo de pacientes. También encontré en Jung la descripción de casos clínicos, las limitaciones del puro diagnóstico, el sentimiento de impotencia y desconocimiento, junto con el esfuerzo enorme de búsqueda de sentido, esos y otros son los retos que este autor plantea a principios de siglo; enormemente cercanos para quienes cotidianamente intentamos un afrontamiento honesto a la realidad del enfermo mental en la actualidad. Muchas cosas han cambiado, pero continúa el desconocimiento básico de lo que ocurre, las guerras metodológicas y los intentos de aproximación que no ofrecen una remisión sintomática completa. Leer a Jung supone acercarse a las cuestiones esenciales, evitar los prejuicios y recuperar el tesón para aproximarse a cada caso clínico sin cejar en la investigación rigurosa que nos acerque cada día a lo que todavía hoy parece imposible.

Otro punto de afinidad es el contexto filosófico-religioso que enmarca toda su obra. La necesidad de contestar a las últimas preguntas y la convicción de no dejar nada de lo que supone para el hombre su realidad psíquica, su vivencia, en el sentido más amplio y más inaprensible. El enorme esfuerzo que Jung realiza para integrar sus intuiciones en su teoría y cómo todo surge de la vida, es un enfoque de totalidad que coincide ampliamente con mis propias intuiciones sobre el sujeto humano. La preocupación inicial por la enfermedad mental, la visión abierta y desprejuiciada, el conocimiento intuitivo, la búsqueda de prefiguración histórica de sus concepciones, el esfuerzo de profundización y la presencia del elemento religioso en el hombre como hecho psíquico fundamental, fueron los elementos que en un primer momento hicieron que este autor fuera para mí de máximo interés.

Guiada por mi propia actividad como psicoterapeuta, situé mi objetivo en conocer cuáles eran las aportaciones de este autor al ámbito puramente clínico de las intervenciones en psicoterapia. La escasez de textos sobre el pensamiento de Jung en nuestro idioma es notoria, pero el problema se hace mucho más grande cuando se pretende recabar información sobre sus propuestas en psicoterapia. Me pareció extraño que un autor que había dedicado toda su vida al trabajo clínico no hubiera fundamentado sus aportaciones. Al mismo tiempo, resultaba incomprensible que treinta años después de su muerte no fuera posible encontrar un texto de referencia de sus concepciones clínicas.

Las razones para este vacío fueron apareciendo posteriormente: Las dificultades de acceso para el público español de su obra completa; la extraordinaria magnitud de esta obra, que alcanza 28 volúmenes y 14.137 páginas. Además está la complejidad del lenguaje, y las sucesivas revisiones de conceptos, que hacen difícil un seguimiento ordenado de sus aportaciones.

De todo ello resulta un desconocimiento profundo del pensamiento de Jung y un cúmulo de interpretaciones sesgadas de su psicología. En este ámbito nadie parece tener necesidad de remitirse a las fuentes originales, quizá por la enorme dificultad que supone este primer paso, fundamental para el conocimiento del pensamiento de cualquier autor.

La novedad indiscutible de algunos de los conceptos que Jung propone; inconsciente colectivo, arquetipos, sincronicidad, se difunden como si fueran iluminaciones de un místico, incluso podemos encontrar títulos que utilizan este tipo de acepciones: Jung el gnóstico, Jung, el último mago. Una lectura rigurosa de su obra no permite este tipo de derivaciones. Supone algo tremendamente injusto que Jung se presente como un autor lejano a la realidad, aportando pruebas de oscurantismo que no existen en absoluto en sus escritos. Estos hallazgos fundamentales son de difícil comprensión, pero en los textos del autor aparecen perfectamente fundamentados y en conexión directa con su vertiente práctica. Esta vertiente no es solamente la de la psicoterapia, sino también la de interpretación de la cultura, de las obras de arte, de los pueblos y las civilizaciones; todo ello desde un análisis que sostiene perfectamente su sentido. Por ello puede hacerse una crítica, desde distintas perspectivas, al pensamiento de Jung, aunque este debiera ser el paso siguiente al de su conocimiento.

En especial no existen textos sobre psicología analítica que supongan una sistematización del pensamiento de su autor y estén referidos a su obra escrita. En otros idiomas este tipo de publicaciones también son muy escasas, la situación se agrava si pretendemos esa búsqueda en relación al modelo psicoterapéutico que propone; entonces el material encontrado es casi inexistente.

El trabajo que presento quiere llenar este vacío. La psicología analítica está viviendo actualmente una enorme expansión fuera de nuestras fronteras, estamos en el momento adecuado para que esto suceda también en nuestro país.