• Quejarse

Rafael García Serrano - Diccionario para un macuto

Aquí puedes leer online Rafael García Serrano - Diccionario para un macuto texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 1964, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Rafael García Serrano Diccionario para un macuto

Diccionario para un macuto: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Diccionario para un macuto" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Rafael García Serrano: otros libros del autor


¿Quién escribió Diccionario para un macuto? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Diccionario para un macuto — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Diccionario para un macuto " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Éste es un libro descomunal propio de un verdadero filólogo El autor el - photo 1

Éste es un libro descomunal, propio de un verdadero filólogo. El autor, el falangista navarro García Serrano, se afanó en recopilar todas las palabras y expresiones propias de la guerra y de los años anteriores y de documentar su origen: «gudari», «requeté», «checa», «píldoras del doctor Negrín», «quinta del SEU», «la Parrala», «Quinto Regimiento», «faicistas», «CTV», «incautar», «Socorro Rojo», «comité», «ensaladilla nacional», «boina», «nacional-seminarista», «comisario», «provisionales», etcétera. Vocablos políticos y militares, modernos y decimonónicos, corrupciones del árabe y del alemán, siglas y anagramas…

Hasta cuatrocientos cincuenta y dos. Todas las palabras que usaron los combatientes de los dos bandos, perfectamente explicadas, incluso con citas de autoridad. García Serrano empieza a raspar una palabra y, como un prestidigitador, saca una lección de historia, una anécdota y un libro antiguo.

Un trabajo de chinos que, por supuesto, fue ignorado por los académicos de la época, aunque alcanzó una gran difusión popular, cuando se publicaron las entradas sueltas en la prensa y cuando apareció el libro en 1964. Desde entonces, lo han editado la Editora Nacional, Planeta y, por último, Homolegens.

Rafael García Serrano Diccionario para un macuto ePub r11 Titivillus 240918 - photo 2

Rafael García Serrano

Diccionario para un macuto

ePub r1.1

Titivillus 24.09.18

Título original: Diccionario para un macuto

Rafael García Serrano, 1964

Editor digital: Titivillus

ePub base r1.2

A Francisco Franco el General de mi juventud Y a todos los que entonces - photo 3

A Francisco Franco,

el General de mi juventud.

Y a todos los que entonces quisieron

una España nueva, la quisieran

como la quisieran y desde donde la

quisieran.

Rafael García Serrano nació en Pamplona en 1917 y murió en Madrid en 1988 - photo 4

Rafael García Serrano nació en Pamplona en 1917 y murió en Madrid en 1988. Estudió Filosofía y Letras en Madrid y fue uno de los fundadores del SEU. En 1936, el Alzamiento Nacional lo sorprendió en Pamplona, y el primer día se incorporó como voluntario a la columna García Escámez. En octubre de 1936 fue nombrado subdirector de Arriba España, fue corresponsal de guerra y alférez provisional, y mientras se encontraba gravemente enfermo apareció su primera novela, Eugenio o proclamación de la primavera (1938); su segunda novela, La fiel infantería (1943), obtuvo el Premio Nacional de Literatura, pero debido a la oposición de ciertos sectores eclesiásticos fue recogida durante catorce años. Reincorporado al periodismo, fue corresponsal de Arriba en Italia y dirigió Haz, Arriba, Primer Plano, Siete Fechas y la agencia Pyresa. Publicó veinte libros y numerosísimos artículos, crónicas y reportajes.Fue galardonado con infinidad de premios periodísticos

VEINTICINCO AÑOS DESPUÉS, O CUARENTA,

O CUARENTA Y TRES, A ELEGIR

(Prólogo a esta tercera edición)

La primera edición de este Diccionario para un macuto vio la luz con motivo del XXV Aniversario de la Victoria —algunos de ustedes recordarán que hubo una Victoria que cumplía sus primeros veinticinco abriles, nunca mejor dicho, en el año 1964— que oficialmente se llamó XXV Aniversario de la Paz española, sin duda por deshidratar la conmemoración; y ahora vengo a caer en la cuenta de que esta tercera edición, agotadas con éxito relativamente vertiginoso las dos primeras, y abandonadas las posibilidades de explotación del éxito a medias por mi desidia y a medias por la famosa involución que ya nos iba devolviendo a la Edad Media todavía en vida de algunos castísimos y torpes políticos de Franco, va a coincidir con los quince años, la niña bonita, de la primera. También conviene observar que en estos últimos quince años la Victoria, aquella Victoria, ha muerto y está más enterrada que las siete llaves que cerraron para siempre el sepulcro del Cid.

El Ejército español, por las manos mágicas, intelectuales y caballerescas del Gran Capitán, se inventó aquella implacable máquina de vencer que fue durante dos siglos la Infantería Española. ¿Alguien se ha parado a pensar cuál hubiera sido la suerte de nuestra bandera en Cavite y Santiago de Cuba nada más que con disponer de dos docenas de submarinos Peral? A un hallazgo extranjero —aquellas libélulas de los hermanos Wright— le encontraron aplicación militar, antes que nadie, una buena patrulla de locos militares españoles, los Kindelán, Ortiz Echagüe, Herrera, Barrón y Arrillaga, que acababan de enamorarse del aire. El primer puente aéreo de la Historia lo estableció entre Tetuán y Sevilla el entonces general jefe del Ejército de África, Francisco Franco, ayudado por Kindelán. El bombardeo en picado fue cosa nuestra y de Nuestra Gran Guerra, igual que las primitivas columnas del verano y del otoño iniciales obtendrían una valoración universal con el marchamo americano de la task force. El más insólito bombardeo de la historia de la Aviación lo llevaron a cabo José María Osborne y el marqués de Paradas, del Aéreo Club sevillano. Un hermano del primero, que aguantaba con un puñado de hombres las tarascadas rojas en un pueblecito de Sevilla, les pidió auxilio. Como no tenían bombas —cuenta en su divertido y sencillo volumen de memorias militares Combate sobre España el capitán José Larios, duque de Lerma— cargaron su avioneta con sandías, las cuales, al ser arrojadas a mano y con ira producían un silbido precursor del de los Stukas, y además reventaban con tal calidad y profusión de tonalidades rojas y pepitas negras, que el cerco fue levantado por retirada del enemigo. Hay momentos en que el ánimo no se inclina a la metódica observación de los hechos, ni mucho menos a extraer de ella las lógicas consecuencias.

Del mismo modo nuestro Ejército se sacó del caletre las Compañías de Propaganda, los bombardeos de pan blanco —no reclamo el de flores porque creo que D’Annunzio se nos adelantó en Viena—, el cohete que enviaba a las trincheras de enfrente la muestra de un rancho con el que ni podían soñar los pobres milicianos, la guerra musical y dialéctica en los frentes paralizados y fortificados con la abrumadora pesadez subterránea de la G.M.I, que fue la absoluta negación del arte militar, y Queipo de Llano le sacó ventaja a Orson Welles en los efectos que pueden conseguirse con el diestro uso de un micrófono: la guerra psicológica se la inventó don Gonzalo en aquellos angustiosos días de las calores sevillanas. Del mismo modo surgió la táctica llamada de las bolsas y la improvisación de los «pichis» para hacer frente a «la bien pagá» (la Aviación Roja) de las primeras semanas. O el truco del fogueteiro, como verá quien lea.

Pues a todas estas grandes y menudas invenciones, nuestro Ejército debe ahora añadir otra colosal, asombro del mundo, pasmo de historiadores, éxtasis de pacifistas profesionales, milagro de generosidad, novena maravilla, portento sin igual, único, sin precedente conocido ni imaginable sucesión: entregar su Victoria a manos llenas al enemigo vencido, sin que entrase en fuego, incluso de acuerdo con la ley vigente hasta el advenimiento del orden constitucional, ni un piquete de peones camineros.

No me quejo. Relato, hago constar y certifico que yo al menos no estoy de acuerdo. Porque los que han malbaratado la Victoria, los que la han puesto a la venta en el Rastro, los que la han violado en un solar de las afueras o en el diván de un salón de Moncloa, son los míos —eran los míos—, los vencedores. Me refiero a la minoría selecta dada al chau-chau y amiga de la capona. Esos son los que han arrastrado sus banderas, sus muertos, sus recompensas meritísimas por el lodo de la traición. No así los vencidos, que al aceptar el maná están en lo suyo y cumpliendo con su deber. «La vejez es una enfermedad», parece que dijo el joven general De Gaulle refiriéndose al anciano Pétain de Vichy, camino de la isla de Yeu. Sirvió de escudo a su Patria en la desventura y de cabeza de turco a la soberbia y la inoperancia de la

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Diccionario para un macuto»

Mira libros similares a Diccionario para un macuto. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Federico García Serrano - Cocina para vagos
Cocina para vagos
Federico García Serrano
Rafael Garcia Serrano - Diccionario para un macuto(c.1)
Diccionario para un macuto(c.1)
Rafael Garcia Serrano
Francisco Serrano - La Dictadura de Género
La Dictadura de Género
Francisco Serrano
Victoriano Corral Serrano - Evasión
Evasión
Victoriano Corral Serrano
Vicente Serrano - La herida de Spinoza
La herida de Spinoza
Vicente Serrano
Vicente Serrano - Fraudebook
Fraudebook
Vicente Serrano
Secundino Serrano - Maquis
Maquis
Secundino Serrano
Secundino Serrano - La última gesta
La última gesta
Secundino Serrano
Sebastià Serrano - El instinto de seducción
El instinto de seducción
Sebastià Serrano
Carlos García Gual - Diccionario de mitos
Diccionario de mitos
Carlos García Gual
Reseñas sobre «Diccionario para un macuto»

Discusión, reseñas del libro Diccionario para un macuto y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.