Nicolas Cartelet - La batalla de Alesia

Nicolas Cartelet, 2017

Traducción: Marina Martín Serra

Editor digital: Titivillus

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La batalla de Alesia, que tiene lugar en la actual Francia en el año 52 a. C., es el último esfuerzo de los galos contra Julio César. Pero Vercingetorix, convencido de que una victoria permitiría que las tribus galas mantuvieran su autonomía, no cuenta con las ingeniosas operaciones de asedio de Julio César ni con la disciplina de la que hacen gala los romanos.

En esta guía te presentamos de manera clara y estructurada todo lo que necesitas saber sobre la batalla de Alesia, desde su contexto hasta su desarrollo, pasando por la vida y obra de sus principales protagonistas y por un análisis de sus repercusiones en la historia. ¿A qué esperas para descubrir cómo fue la batalla que marcará un punto de inflexión en la historia del Occidente romano?

Te ofrecemos las claves para:

• profundizar en el contexto de la batalla de Alesia, en plena guerra de las Galias entre romanos y galos, que desean conservar su autonomía y no caer ante el Imperio romano en expansión;
• analizar paso a paso las distintas etapas de la batalla de Alesia, así como la constitución de ambos bandos beligerantes, las estrategias de sus líderes y las actuaciones por parte de unos y otros;
• evaluar las repercusiones de la batalla de Alesia para el pueblo galo, cuya coalición queda fracturada para siempre, y para el Imperio romano, que amplía su territorio de forma sustancial y ve cómo la gloria de César aumenta sin cesar;
• etc.

Nicolas Cartelet

El fin de la guerra de las Galias

En 50 minutos
Historia - 0

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Titivillus 04-05-2020

• ¿Cuándo? En verano del año 52 a. C.
• ¿Dónde? En Alesia (Alesia Santa Regina, Francia).
• ¿Contexto? La guerra de las Galias (58-51 a. C.).
• ¿Beligerantes? Las legiones romanas contra la alianza de las tribus galas.
• ¿Principales protagonistas?
  • Julio César, triunviro y general romano (100/101-44 a. C.).
  • Vercingetorix, jefe arverno de la coalición gala (72-46 a. C.).
• ¿Resultado? Victoria de Julio César.
• ¿Víctimas?
  • Bando galo: alrededor de 10 000 muertos.
  • Bando romano: alrededor de 2500 muertos.

La batalla de Alesia, que se traducirá en una victoria romana durante el verano del año 52 a. C., en muchos aspectos constituye un punto de inflexión en la historia del Occidente romano. Puesto que su Ejército acaba dispersado y deportado por el ganador, Vercingetorix firma con ella su última derrota, enterrando definitivamente sus esperanzas de coalición gala contra Roma. Debido a que gana una gloria y una riqueza inmensas, Julio César sale fortalecido de ella, dispuesto a ir contra sus rivales Marco Licinio Craso (115-53 a. C.) y Pompeyo (106-48 a. C.). A partir del año 52 a. C., la victoria de Julio César anuncia el imperio que, 25 años después, materializará su sobrino Octavio Augusto (63 a. C.-14 d. C.). Al concentrar el poder y el apoyo popular entre sus manos, los grandes generales del siglo I reducen las prerrogativas senatoriales y cuestionan la república aristocrática romana. La batalla de Alesia se inscribe en este largo proceso.

Sin embargo, cuando se encierra en el oppidum galo (plaza fuerte antigua), Vercingetorix no puede dar nada por hecho. Valiéndose de su victoria en Gergovia, lo sigue un Ejército considerable y todavía está a la espera de refuerzos. Desde el año 58 a. C., la guerra de las Galias ocupa, de hecho, las legiones romanas, que deben enfrentarse a múltiples rebeliones. Durante mucho tiempo, los líderes de las tribus galas creen en la posibilidad de mantener su autonomía. Por desgracia, el ingenio militar de Julio César y la poliorcética romana (arte de dirigir un asedio) acaban con el líder arverno: es deportado y ejecutado en Roma. La guerra de las Galias casi ha terminado. Unos años más tarde, la zona se convierte en provincia, integrando definitivamente el gigantesco Imperio romano. Han acabado los sueños de independencia.

¿Sabías que…?

La batalla de Alesia, punto culminante del conflicto entre Roma y las tribus galas, cuenta con una sola fuente: La guerra de las Galias de Julio César. En efecto, los testimonios son tan pocos en este período que los historiadores tienen que depender casi exclusivamente del relato del general romano para escribir la historia. Así pues, hay que tener cuidado y no tomarse todos sus alegatos al pie de la letra: al escribir sus memorias de guerra, Julio César sin duda quería reforzar su heroísmo y su ingenio militar. En especial, las cifras que avanza (como el número de combatientes y las dimensiones de los campos de batalla) son imposibles de verificar y, por lo tanto, no del todo fiables. Este texto, sin embargo, es muy valioso, ya que lo escribe justo después de la conquista romana.

En el año 60 a. C., Julio César, Pompeyo y Marco Licinio Craso concluyen en secreto un triunvirato, acuerdo político que les permite controlar el Senado romano. Tras la fachada de unidad, cada uno de ellos busca imponerse como dirigente de primer plano. En el año 58, Julio César, tras su demanda, se convierte en procónsul de Iliria, de la Galia Cisalpina y de la Galia Transalpina: desea buscar la gloria y las riquezas que necesita para su ascenso político en el norte. Tan pronto como es elegido, utiliza el pretexto de la incursión de los helvéticos en la Galia para intervenir militarmente. En efecto, ese pueblo, repelido fuera de su territorio por el avance de los germanos, tiene la intención de instalarse en la actual Gironda, atravesando las regiones controladas por Roma. Las poblaciones locales temen las migraciones de los bárbaros, que van acompañadas de pillajes y de saqueos. Por eso Julio César, en nombre de la defensa del territorio, invade la Galia Melenuda con diez legiones.

¿Sabías que…?

Antes de la incursión de Julio César en el norte de la Galia, la región, que corresponde al norte de Francia y a la Bélgica actuales, es independiente. Los romanos tienen la costumbre de llamarla la Galia Melenuda. En el sur, con todo, hace mucho tiempo que dos regiones están integradas en el territorio romano: la Galia Cisalpina, en el lado italiano de los Alpes, y la Galia Transalpina, cuya capital es Narbona. Julio César emprende desde ahí su ataque hacia el norte.

Desde la Antigüedad, los oponentes de Julio César lo acusan de haber buscado un pretexto para iniciar una invasión militar. La escritura de los Comentarios a la guerra de las Galias (Commentarii de bello Gallico), a partir del final del conflicto, es un medio para el general romano de justificar su empresa. En este escrito, asegura que esta guerra era esencial, ya que se temía una invasión bárbara. Entonces, le era fácil alarmar a la opinión pública recordando a los romanos la oscura época en la que los propios galos, liderados por Breno (siglo IV a. C.), habían arrasado la ciudad de Roma (en el año 390 a. C.). En realidad, los historiadores sospechan que Julio César buscó el combate a cualquier precio. Por otra parte, la conquista es un éxito: los helvéticos, pero también los germanos de Ariovisto (rey de los suevos, siglo I a. C.) y las tribus galas resultan derrotados unos tras otros.