Nicolas Zinque - Aprende a autoevaluarte en el trabajo

Nicolas Zinque, 2017

Traducción: Laura Soler Pinson

Editor digital: Titivillus

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• ¿Problemática? ¿Cómo desarrollo un programa de evaluación eficaz para analizar correctamente mis competencias?
• ¿Utilidad? Evaluar de manera realista nuestros puntos fuertes y débiles y nuestro rendimiento nos permite mejorar y alcanzar más rápidamente nuestros objetivos a través del autoconocimiento.
• ¿Contexto profesional? Desarrollo de las competencias, gestión, gestión de carrera, motivación, formación, inventario profesional.
• ¿Preguntas frecuentes?
  • ¿Cuándo debo proceder a evaluarme?
  • ¿Con qué frecuencia debo planificar mis autoevaluaciones?
  • ¿Qué peligros puedo encontrarme cuando me evalúo?
  • ¿Qué diferencia existe entre una tabla de evaluación y una tabla de autoevaluación?
  • ¿Cómo puede ayudarme la autoevaluación a preparar mi entrevista anual?
  • ¿Qué hago si los resultados de mi balance personal no se corresponden con los de mi evaluación anual?
  • ¿Debo animar a mis empleados a que procedan a autoevaluarse?

No somos ajenos a la evaluación; de hecho, pertenece a nuestra cultura, puesto que, ya desde nuestros inicios en la escuela, atravesamos esta etapa que no siempre resulta agradable. Y aunque ya no obtenemos buenas o malas notas en el ámbito profesional, con frecuencia debemos enfrentarnos a los comentarios de nuestros superiores. Si bien a veces tememos estas evaluaciones y, a menudo, las criticamos, tenemos que admitir su utilidad, sobre todo para analizar nuestros progresos. Sin embargo, evaluar es mucho más complicado de lo que parece, sobre todo si asumimos tanto el papel de evaluador como de evaluado. En efecto, cuando somos los únicos capitanes a bordo, resulta mucho más fácil perder el control.

No obstante, ser capaz de autoevaluarse correctamente es una competencia indispensable en el mundo laboral, ya sea para el empleador, que desea contratar a una persona autónoma, capaz de analizar su trabajo, sus fracasos y sus éxitos para progresar, o ya sea para el empleado que la efectúa, que termina siendo el primero en beneficiarse. La autoevaluación te ayudará a prevenir los posibles obstáculos y a alcanzar tus objetivos más fácilmente. Así, tendrás más posibilidades de obtener un resultado favorable en ese proyecto en el que tanto te has implicado, en ese expediente tan importante que tu jefe te ha confiado o, incluso, en esa entrevista de evaluación anual.

En 50 minutos, esta guía te ayudará a crear una tabla de autoevaluación personalizada con el fin de que analices objetivamente tus resultados, definas tus puntos fuertes y los elementos que podrías mejorar para aumentar tu productividad, y te sientas realizado a nivel profesional.

El proceso en unas palabras

Este concepto se compone de dos palabras que, si las analizamos por separado, se entienden a la perfección:

• «evaluación» que, según la definición que nos ofrece el DRAE, es la «acción y efecto de evaluar», de «señalar el valor de algo»;
• «auto» que significa «uno mismo».

La mayor parte del tiempo, evaluamos a personas de nuestro entorno o ellas nos evalúan a nosotros. Sin embargo, la particularidad de la autoevaluación es que el individuo la ejerce sobre sí mismo. En teoría, solo cambia el objeto, pero en la práctica, esto acarrea consecuencias importantes. ¿Alguna vez te has dado cuenta de que no nos tratamos igual a nosotros mismos que a los demás? Algunos muestran indulgencia e, incluso, laxismo para consigo; sin embargo, otros son más intransigentes con ellos mismos que con los demás.

Más que una acumulación de palabras, la autoevaluación define un proceso complejo que podemos ejemplificar con el culturismo (bodybuilding en inglés). Seguro que has escuchado hablar de este deporte en el que la gente desarrolla su masa muscular con un fin puramente estético y, a continuación, expone su cuerpo en competiciones. Cuando estos individuos se entrenan ante un espejo, no solo es para admirar el resultado, sino sobre todo para evaluar su trabajo. Cada persona tiene su propia fisiología, y esto facilita u obstaculiza el desarrollo muscular de ciertas partes de su anatomía. Por lo tanto, el culturista debe aprender a conocer su cuerpo, sus puntos fuertes y, sobre todo, sus puntos débiles. En efecto, aunque trabajar sus puntos fuertes siempre le resultará más gratificante, tendrá que encontrar un equilibrio si quiere obtener un cuerpo armonioso. Se basará en un primer balance para desarrollar un programa de entrenamiento adecuado que le permita alcanzar su objetivo. Irá ajustando periódicamente sus ejercicios en función de su evolución. Solo llegará a su meta al final de todo ese esfuerzo.

En eso consiste la autoevaluación: en que aprendamos a conocernos mejor a nosotros mismos, en que nos atrevamos a mirar nuestro reflejo en el espejo y en que establezcamos un balance objetivo analizando nuestros puntos fuertes y débiles para alcanzar nuestro objetivo. Es importante que trabajemos en un programa de evaluación personalizado, puesto que algunas personas aprenderán más rápidamente algunas competencias.

Consejo

La comparación con el ámbito deportivo no es fruto del azar. En efecto, aunque los grandes campeones se rodean de un equipo formado por un entrenador y por preparadores físicos y mentales, entre otros, alcanzan la gloria sobre todo gracias a su trabajo, a su disciplina y a su capacidad para evaluarse. En las entrevistas, los deportistas a menudo desvelan consejos relacionados con su estado anímico y con sus métodos de entrenamiento. Inspírate de ellos. Además, si pierdes de vista tu objetivo, aférrate al ejemplo del culturismo: imagina tu proyecto como el cuerpo de un culturista e identifica las partes que deben mejorarse.

¿En qué contexto la utilizo?

La autoevaluación puede resultar útil en tres situaciones diferentes, basándose en los criterios de «antes, durante, después».

• «Antes»: a lo largo de nuestra vida, debemos tomar con frecuencia decisiones importantes que pueden acarrear graves consecuencias a largo plazo («¿Me arriesgo a dejar mi contrato indefinido para perseguir mi sueño de emprendedor independiente?»). Antes de empezar una nueva aventura o un expediente complicado, es necesario que lleves a cabo una evaluación para analizar los pros y los contras y, sobre todo, para comprender lo que implica y los retos que conlleva.
• «Durante»: en medio de un proyecto, te das cuenta de que te estás desviando de tu objetivo inicial o que el contexto ha cambiado con el anuncio de una nueva herramienta, la modificación del público del futuro producto, la reducción del presupuesto básico, etc. Es el momento de evaluar la situación para ajustar los medios que te permitirán alcanzar tu objetivo, si fuera necesario.
• «Después»: una vez que ha concluido un proyecto, la autoevaluación es igual de importante para tus futuros trabajos. ¿Quieres saber por qué ha resultado tan arduo llevar a cabo un proyecto tras haber trabajado varios meses en él? ¿Acabas de incorporarte a una empresa y te enfrentas a tu primera entrevista de evaluación? Un balance te ayudará a sacar conclusiones sobre el trabajo que has efectuado.

Todo el mundo puede autoevaluarse

La autoevaluación es esencial en el marco de proyectos personales en los que eres el único capitán del barco, ya que nadie te pedirá que respetes los límites fijados si avanzas en la dirección incorrecta. Pero esta herramienta también puede servir para cualquier trabajo: si trabajas como ejecutante en una gran empresa, sin ninguna responsabilidad, nada impide que evalúes tu trabajo y que tú mismo busques la manera de mejorar tu eficacia. Te sentirás más realizado en tu vida diaria y, con total seguridad, tus superiores se percatarán de tus esfuerzos.