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© Del texto, los autores, 2014
© De esta edición: Publicacions de la Universitat de València, 2014
Publicacions de la Universitat de València
http://puv.uv.es
Diseño de la cubierta: Celso Hernández de la Figuera
Fotocomposición, maquetación y corrección: Communico, C.B.
ISBN: 978-84-370-9696-4
INTRODUCCIÓN
Ferran Archilés e Ismael Saz
Desde la aprobación de la Constitución de 1978 nunca ha estado tan cuestionada la forma de articulación territorial (el llamado modelo de la España de las Autonomías), como lo ha sido en los años que van desde 2006 hasta el presente. Aunque los debates en torno al modelo, sus posibilidades y límites, se han sucedido desde 1978, así como ya sucediera durante la redacción de la propia Constitución, parece claro que el llamado proceso soberanista en Cataluña supone un cambio cualitativo respecto a un escenario, a pesar de todo, relativamente estable.
En realidad el protagonismo de Cataluña, de los proyectos políticos surgidos del catalanismo (entendido en sentido estricto o en un sentido social más amplio), no es ninguna novedad de los últimos años. A pesar del impacto de las derivas amparadas en la lucha armada de ETA y las reacciones y distorsiones sin fin que ha provocado, no es desde el País Vasco desde donde se han planteado los desafíos más poderosos al modelo de Estado e, incluso, a la identidad nacional española. Desde finales del siglo XIX , el catalanismo ha impulsado unas demandas de reconocimiento cultural y de acción política que han transformado por completo el modelo de Estado-Nación consolidado desde la Restauración. La Mancomunitat, primero, y el Estatut d’Autonomía de 1932, después, supusieron los cambios más profundos, aunque ciertamente no duraderos, en la forma de articulación del estado-nación España.
De nuevo bajo la dictadura franquista, cuyo componente nacionalista (español) parece ser relegado a un curioso olvido en no pocos discursos académicos y políticos, Cataluña y el catalanismo actuaron como faro. Nunca como desde los años sesenta se produjo una extensión de las demandas de cambio y de redefinición de las identidades colectivas de los diversos territorios españoles en el seno de un programa democrático antifranquista. Contradictorios y frecuentemente divergentes, estos movimientos en el País Valenciano, Andalucía, Aragón o Canarias, por citar solo algunos ejemplos, sentaron las bases para lo que debía ser una alternativa.
La Constitución de 1978 fue y no fue esa alternativa. La izquierda y la derecha españolas, surgidas desde concepciones rivales de la identidad nacional española, se vieron obligadas con mayor o menor grado de aquiescencia a elaborar una propuesta de organización territorial que permitiera encajar las demandas de los territorios «periféricos». La España de las autonomías acabó siendo algo más (al menos para algunos territorios o nacionalidades) que un simple modelo descentralizado, aunque sin llegar a un reconocimiento consecuente de la plurinacionalidad española.
En las dos décadas posteriores, las energías se dedicaron a construir el marco de las autonomías, con no escaso éxito social. Pero el modelo nunca fue definitivo, ni podía serlo. Durante unos años la imagen de los regates, acuerdos y «cesiones» fue entendida como una suerte de anomalía de la política española, como el resultado de coyunturas cortas, por no decir de la miopía. La llegada al gobierno de José María Aznar, primero, con su escasamente disimulado proyecto nacionalista español; el cambio, después, a partir de 2004, con un gobierno socialista aparentemente dispuesto a primar una vía federal, y, finalmente, la desastrosa gestión de la reforma del Estatuto de Cataluña figuran entre algunos de los elementos que han modificado de nuevo el escenario político español de la última década y que nos acercan al presente más estricto.
El crecimiento de un sentimiento de «desafección» y finalmente favorable a la independencia en amplísimos sectores de la sociedad catalana, así como la singular configuración del espectro político catalán, han permitido dibujar en los últimos tres años un horizonte ante el cual casi todo el pasado de tres décadas parece licuarse.
Naciones y Estado: la cuestión española es un intento de proponer vías para el análisis del nuevo escenario de la que, sin duda, debe denominarse la «cuestión española». El título de este libro se permite, a manera de homenaje, un juego de palabras con el título que Alfons Cucó diera a su obra de 1988: Nació i Estat: la qüestió valenciana. El presente volumen ha surgido en el marco de las actividades que la Càtedra Alfons Cucó desarrolla en la Universitat de València. Es innecesario destacar la enorme importancia que en la trayectoria política e intelectual de Alfons Cucó tuvo la reflexión sobre los fenómenos nacionales y nacionalistas. El valenciano, ciertamente, pero también el español y los europeos. El objetivo de Naciones y Estado: la cuestión española no es ni puede serlo el desarrollo de las tesis que Cucó defendió en sus trabajos. Es probable que no estuviera de acuerdo con muchas de las reflexiones contenidas en este volumen; su prematuro fallecimiento nos impide saber cuál hubiera sido su pensamiento en la coyuntura presente. Pero es seguro que hubiese formado parte de los que animaran a pensar, a repensar, a dialogar.
Naciones y Estado: la cuestión española surge de un encuentro celebrado el 21 de noviembre de 2013, en el marco de la Càtedra Alfons Cucó, y bajo el amparo del Centre Internacional de Gandia y del Departament d’Història Contemporània de la Universitat de València. A su patrocinio se debe la posibilidad del encuentro, así como la publicación que se deriva de este y que el lector tiene ahora en sus manos, y que ha sido posible gracias a la colaboración y eficacia habitual de Publicacions de la Universitat de València, y de Vicent Olmos en particular. Para la celebración de la jornada así como para la edición del libro contamos con las aportaciones (en forma de ponencias o comunicaciones) de casi una quincena de especialistas procedentes de la Universitat de Barcelona, Universidad Complutense de Madrid, Universitat Pompeu Fabra, Universitat Autónoma de Barcelona, Universidad del País Vasco, Universitat de Girona, Universitat d’Alacant y Universitat de València, con especialistas en historia, ciencias políticas, comunicación, geografía y derecho.
Solo gracias a la profesionalidad de los autores de cada capítulo de este libro un esfuerzo tal ha sido posible. Especialmente cuando los recursos son tan escasos como en el presente. Máxime, cuando se trata de reflexiones impulsadas desde la doble periferia en la que se encuentra situada Valencia. A diferencia de Madrid o Barcelona, donde se concentran recursos culturales y políticos muy poderosos, desde Valencia es muy difícil competir cuando se dispone de tan pocos medios.
Pero el objetivo de este libro no es competir, sino contribuir al análisis y el debate. Quizá, en el fondo, es seguramente desde la periferia desde donde mejor se percibe la complejidad, no siempre admitida, de procesos que son intrínsecamente complejos. En todo caso, el objetivo de