Sea cual fuere la importancia atribuida a Alejandro Magno como un personaje sobresaliente y carismático, es indudable que su paso por la historia de Grecia y del Próximo Oriente representó un profundo cambio a partir del cual nacería un mundo nuevo. Todavía permanece vivo el debate sobre si ello significó la helenización del Oriente o más bien la orientalización de Grecia. Lo cierto es que a partir de este momento hay que estudiar de manera globalizadora todo el espacio histórico comprendido entre Macedonia y los límites de la India.
Este es, en efecto, el nuevo «mundo griego». El nuevo espacio histórico comprende Egipto, Asia Menor, Grecia, el antiguo Irán, pero sus alteraciones finales se verán condicionadas igualmente por la presencia romana. La historia universal adquiere así un contenido más realista en relación con su título, reflejo de las aspiraciones de sus protagonistas al Imperio universal.
Graham Shipley
El mundo griego después de Alejandro, 323-30 a. C.
ePub r1.0
FLeCos 03.04.16
Título original: The Greek world after Alexander, 323-30 BC
Graham Shipley, 2000
Traducción: Magdalena Chocano Mena
Editor digital: FLeCos
ePub base r1.2
PREFACIO
E N un principio, esta visión de conjunto de la sociedad y la cultura helenísticas se inspiró en las obras de Claire Préaux y Frank Wallbank, con quienes debo reconocer una deuda sustancial. Sin embargo, desde el momento en que el libro fue concebido a inicios de los años noventa, han aparecido numerosos obras disponibles (particularmente en inglés), las cuales se destacan en la sección de Lecturas suplementarias, que han cumplido la tarea de asimilar una amplia gama de fuentes y acontecimientos históricos mucho más simple de lo que podría haber sido.
Dada su extensión limitada, esta obra no pretende dar una imagen completa, sobre todo de las áreas en las que el autor no es experto. Para ciertos temas y regiones específicos es obvio que me he basado en gran medida en investigadores anteriores; este es en especial el caso de Egipto y el imperio seléucida, pues no tengo conocimiento de lenguas no griegas. Este libro está concebido para vincular dos aspectos que quedan desvinculados en estudios anteriores: por una parte, los cambios políticos, económicos y administrativos que ocurrieron después de Alejandro el Grande, que son explorados mediante el examen de áreas geográficas distintas (Macedonia, Grecia, Asia seléucida y Egipto; por otra parte, la producción cultural e intelectual del período, y particularmente la literatura y la ciencia). Estas últimas no pueden ser entendidas sin los anteriores. No soy el primero en sugerir que el elemento de continuidad de la época clásica puede al menos ser tan importante como el elemento de cambio. También me permito sugerir que muchas de las nuevas formaciones son prueba, no de los cambios en la mentalidad popular, sino de las innovaciones en los discursos llevadas a cabo en el ámbito de la élite de la sociedad; éstas no carecían de influencia en las bases, pero el grado de continuidad en la cultura popular de seguro que fue mucho más grande.
Por darme la posibilidad de escribir este libro doy las gracias, primero y ante todo, a la Universidad de Leicester por brindarme un año de licencia para estudios en 1993 y 1998, y una licencia de investigación suplementaria en 1999. El jefe del la Escuela de Estudios Arqueológicos, Graeme Barker, y mis colegas de las secciones de historia antigua y arqueología merecen mi aprecio por asumir tareas adicionales durante mis ausencias. Debo dar las gracias también al director de la Escuela Británica de Atenas, David Blackman y al personal, particularmente de la biblioteca, por proporcionarme un entorno agradable, en el cual concentrarse en la investigación durante 1998 y 1999. Agradezco a Warden and Fellows del Wadham College, Oxford, los servicios de investigación y alojamiento durante el verano de 1998. La revisión final fue realizada durante el disfrute de una beca en la BSA y una beca del Research Leave Scheme del UK Arts and Humanities Research Board.
Richard Stoneman y sus colegas en Routledge, particularmente Coco Stevenson, han sido una fuente de saber y consejos prácticos cuyo valor no se puede ponderar. Por su ayuda práctica en seleccionar y conseguir las ilustraciones debo dar las gracias a Revel Coles, Charles Crowther, Heinrich Hall, Chris Howgego, Andy Meadows y Marcella Pisani. La Escuela de Estudios Arqueológicos de la Universidad de Leicester me ayudó con el costo de las fotografías. A otras personas les he dado las gracias personalmente y mis excusas van a quienquiera que haya sido omitido sin querer. El libro se ha beneficiado mucho de la inteligente corrección de Susan Dunsmore y la lectura de pruebas de Laetitia Grant.
Las enseñanzas y la supervisión que he recibido de Peter Derow y del difunto George Forrest siguen siendo una fuente de inspiración infinita. Los colegas y estudiantes que me han ayudado en los años recientes debatiendo detalles específicos o la forma general del trabajo, dándome acceso a sus propios trabajos o leyendo secciones particulares son: Jamie Bell, Dorothy Buchan, Lin Foxhall, Mogens Hermán Hansen, Ioanna Kralli, Brian McGing, Céline Marquaille, Henrik Mouritsen, Graham Oliver, Katerina Panagopoulou, Martyn Richards, Athanasios Rizakis, Sarah Scott, Tyler Jo Smith y Mark Steinhardt. A otros les expreso mi reconocimiento en las notas. Mi padre, Donald Shipley, leyó varias versiones del texto e hizo muchas sugerencias y críticas valiosas. Le estoy especialmente agradecido a Dorothy Thompson por ayudarme a mejorar y corregir el capítulo 6, a John Davies por leer todo el texto del borrador y hacer muchas sugerencias informativas y agudas, y sobre todo a Fergus Millar por su invitación a escribir este libro y por mostrar, cada vez, paciencia, generosidad y crítica acumen como editor de la colección.
Espero que el apoyo y el aliento constantes de mis padres y muchos amigos, aunque apenas recompensados, hayan sido adecuadamente reconocidos en otras formas. El libro está dedicado a mis colegas y estudiantes en Leicester, en particular a aquellos estudiantes que asistieron a mi curso de historia helenística en sus primeros años y contribuyeron a que este libro cobrara forma.
ADVERTENCIA
E N las citas de este libro se utilizan varios signos para indicar omisiones o restauraciones en los textos clásicos citados los puntos suspensivos indican una simple omisión del autor, los puntos suspensivos incluidos entre paréntesis cuadrados suponen, en cambio, omisiones que se encuentran ya en el original. Las conjeturas propias que intentan solventar estas deturpaciones del original se añaden igualmente entre paréntesis cuadrados. Los comentarios se destacan en cursiva, mientras que para la información adicional —por ejemplo la relativa a los números regionales— se utilizan los paréntesis convencionales.
CRONOLOGÍA
Finales del siglo IV a. C.
338 Batalla de Queronea: Filipo II de Macedonia derrota a los griegos del sur, funda liga de Corinto
336 Asesinato de Filipo; Alejandro III (Magno)
334 Alejandro invade Asia
331 Fundación de Alejandría. Agis III de Esparta encabeza revuelta de los griegos.
330 Asesinato de Darío III, rey de Persia
324 Decreto de los exiliados de Alejandro