Comandante Facundo narra la vida de José Pepe Mujica y su trayectoria excepcional: de niño travieso y trabajador, a joven rebelde y enamorado; de combatiente y militante político, a panteísta cultivador amante de la tierra. La historia novelesca de la que Mujica es protagonista revive en esta obra colmada de detalles íntimos: sus cuatro grandes amores y en especial el que perdura hasta el presente; su madre como mentora política, siempre convencida de que su hijo llegaría a ser presidente de la República; la amistad entrañable con su compinche de la infancia y juventud, compañero de rutas surcadas a pedal o sobre una rugiente Triumph 500.
Resultan estremecedoras las revelaciones sobre las acciones guerrilleras que protagonizó este líder del MLN-Tupamaros, pormenores de cuando fue acribillado a balazos, del secuestro en que debió herir con su arma para proteger a un compañero, del asalto a la casa de un juez corrupto y colaborador de la CIA, tanto como la reconstrucción de las dos fugas de la cárcel y de sus increíbles recursos para sobrevivir a las tumbas donde fue enterrado como rehén de la dictadura.
Escritor de gran capacidad para recrear épocas y construir personajes sólidos, Walter Pernas relata esta biografía novelada con el máximo rigor, característico de un excelente periodista e investigador. Pocas veces se ha logrado un nivel tan elevado de exactitud en los datos sobre la historia reciente, obtenidos tras una profunda y extensa investigación. El propio Pepe Mujica, al leer Comandante Facundo, se sorprendió de la agudeza y precisión de la información acopiada.
Narrada a un ritmo que no acepta interrupciones, la novela del presidente que emergió de un movimiento revolucionario será leída por simpatizantes y detractores con todo el interés y apasionamiento que el personaje y el tema merecen.
Walter Pernas
Comandante Facundo
El revolucionario Pepe Mujica
ePub r1.0
Titivillus 07.07.15
Título original: Comandante Facundo: El revolucionario Pepe Mujica
Walter Pernas, 2013
Editor digital: Titivillus
ePub base r1.2
Para Tania,
per sécula seculórum
WALTER PERNAS nació en Montevideo, Uruguay, en 1971. Es periodista, escritor y docente universitario. Su especialidad es el periodismo de investigación. Trabaja en prensa y en radio y ha incursionado en televisión.
Es licenciado en Comunicación Periodística por la Universidad ORT, Uruguay, centro de estudios en el que ejerce la docencia. También ha brindado cursos en la Universidad Católica del Uruguay y en la Universidad de la República.
Su primer libro fue La Caída, el dictador Bordaberry y su canciller presos (crónica, 2006), y es autor de literatura infantil y juvenil, destacada por la Administración Nacional de Educación Pública y el Ministerio de Educación y Cultura.
Obtuvo el Premio Morosoli 2010 en periodismo escrito.
Introducción
Los hechos fundamentales narrados en esta historia son reales.
Amoldada por el rigor histórico, la ficción le da forma al relato y ayuda a hilvanar acontecimientos verdaderos. Pero aun los aspectos más psicológicos del protagonista —reflexiones, estados de ánimo, sueños— y los diálogos entre los personajes se construyeron a partir de información obtenida en una profunda investigación que se desarrolló durante cinco años (2008-2013) y cuyos resultados constituyen los cimientos de esta biografía novelada.
Los datos relevantes surgen de treinta entrevistas que realicé a protagonistas o testigos calificados de los hechos: familiares, amigos, vecinos, compañeros de estudio, de la lucha revolucionaria, de la vida política, y al propio José Mujica. Pero también brotan de la documentación oficial y no oficial revisada, de declaraciones del protagonista publicadas en los últimos veintiocho años, de las formuladas por sus allegados, de las crónicas y notas acopiadas, de cartas, fotografías, filmografía, grabaciones de audio e imagen y de la vasta bibliografía consultada.
Al final del proceso de investigación y redacción, mantuve tres encuentros con el presidente Mujica, quien leyó el manuscrito, valoró el trabajo realizado, respetó su independencia, y le aportó información valiosa y enriquecedora a la obra.
Por todo esto, mi agradecimiento.
Walter Pernas
Montevideo, setiembre de 2013
Me gusta muchísimo el tango pero yo no vivo en la nostalgia. Sin embargo, al leer este libro me doy cuenta de que estoy ante un trabajo muy comprometido: mucho laburo, mucha entrevista para llegar a los datos.
Por el carácter novelado de la obra, hay algunas partes que son hijas de la imaginación del autor, pero que están en línea con la información que yo podía manejar en aquella época.
JOSÉ MUJICA
En medio de los derechos violados, de las libertades ultrajadas, de los principios vulnerados y de la justicia encarnecida, no puede existir la paz, porque de cada boca brota un anatema, de cada conciencia un remordimiento, de cada alma un huracán de indignación.
La paz solo puede restablecerse teniendo por base la justicia, por palanca y sostén la libertad y el derecho, y por cúpula de ese edificio, la reforma y el bienestar social.
EMILIANO ZAPATA , 11 de abril de 1913
(Carta al dictador mexicano, general Victoriano Huerta, usurpador de la Presidencia en acuerdo con el gobierno de
Estados Unidos de América)
El hombrecito
Faltaban cinco para las ocho cuando Dilermondo sintió en su hombro el toque fugaz de una mano. Se le erizó todo el cuerpo, como si se tratara de una deliciosa caricia.
—¡Mancha cruzada! —escuchó, mientras se dejaba dibujar la cruz en la espalda por una de las más lindas de la clase.
Ella salió corriendo, esperando ser perseguida, pero él se quedó encallado en el amplio patio del frente, ausente de la creciente marea blanca que se movía rumbo a la puerta de entrada.
—¡Me tocó! —dijo en medio del bullicio—. ¡A mí, al Nene!
Cuando reaccionó, corrió hasta el murito lateral de la escuela y estiró la mirada más allá del estrecho campo que su amigo Pepe atravesaba todas las mañanas para llegar a estudiar. Se moría por contarle lo que le acababa de pasar y afinó un poco más la vista, pero ni miras de que alguien apareciera: la casa —una construcción sencilla, de cuatro paredes externas simétricas, más altas que anchas, revocadas al color natural del pórtland, y con azotea plana— tenía puerta y ventana cerradas, algo raro para aquella hora de la mañana.
—¡Vamos, todos adentro! —llamó por última vez la directora, enérgica como siempre. Nadie, ni los de sexto, se atrevían a desoír a doña Amelia Resenite.
—¡Sí, señorita! —respondió Nene, y salió derecho hacia su salón, el de tercer año.
En unos minutos cesó el murmullo, los niños de la clase atendían a su maestra, parada a un lado del pizarrón con la tiza en la mano.
—¿Quién escribe la fecha?
—¡Yo señorita, yo! —las niñas, siempre más dispuestas que los varones, levantaban la mano desde todos los rincones. La recorrida de las compañeras hacia el frente del salón solía ser acompañada de miradas y comentarios cómplices de Nene y Pepe.