• Quejarse

Almudena Solana - Las mujeres inglesas destrozan los tacones al andar

Aquí puedes leer online Almudena Solana - Las mujeres inglesas destrozan los tacones al andar texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2011, Género: Niños. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Almudena Solana Las mujeres inglesas destrozan los tacones al andar
  • Libro:
    Las mujeres inglesas destrozan los tacones al andar
  • Autor:
  • Genre:
  • Año:
    2011
  • Índice:
    3 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 60
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Las mujeres inglesas destrozan los tacones al andar: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Las mujeres inglesas destrozan los tacones al andar" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Almudena Solana: otros libros del autor


¿Quién escribió Las mujeres inglesas destrozan los tacones al andar? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Las mujeres inglesas destrozan los tacones al andar — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Las mujeres inglesas destrozan los tacones al andar " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Almudena Solana Las Mujeres Inglesas Destrozan Los Zapatos Al Andar A José - photo 1

Almudena Solana

Las Mujeres Inglesas Destrozan Los Zapatos Al Andar

A José Miguel,

que estruja una piedra y caen estrellas.

A los nómadas del mundo, especialmente a aquellos españoles con hambre que un día marcharon lejos. A todos los valientes e inconformistas que son, siempre, los que mueven los pies .

Índice

Resumen 6

Agradecimientos 9

PARTE UNO 11

Capítulo 1 12

Capítulo 2 21

Capítulo 3 26

Capítulo 4 30

Capítulo 5 40

Capítulo 6 44

Capítulo 7 59

PARTE II 69

Capítulo 8 70

Capítulo 9 81

Capítulo 10 84

Capítulo 11 94

Capítulo 12 100

Capítulo 13 108

Capítulo 14 113

PARTE III 122

Capítulo 15 123

Capítulo 16 134

Capítulo 17 143

Capítulo 18 148

Capítulo 19 152

Capítulo 20 162

Capítulo 21 173

PARTE IV 182

Capítulo 22 183

Capítulo 23 187

Capítulo 24 194

Capítulo 25 202

Capítulo 26 212

Capítulo 27 223

Capítulo 28 228

Biografía 234

Resumen

Louisa es una inglesa h ija de inmigrantes españoles. Ba jo la apariencia de una cuestión tan de moda como es la emigración, Almudena Solana nos habla de una familia gallega que regresa a su tierra tras muchos años en Londres. Louisa, que ha vivido casi toda su vida en Inglaterra, se encuen tra desarraigada, la vida famil iar la agobia y al final le resulta difícil saber si es gallega, española o inglesa. Sin embargo, un día le llega su gran oportunidad: un empresario gallego de la moda se interesa por ella y se inicia una aventura extraordinaria que tiene como trasfondo Londres y Galicia y que terminará de una manera inesperada y alejada de los cánones tradicionales. Una historia que le habrá servido a Louisa para rearmar la familia, juntar a sus padres y encontrar una vocación.

Ser en la vida

romero,

romero sólo que cruza

siempre por caminos nuevos;

ser en la vida

romero,

sin más oficio, sin otro nombre

y sin pueblo…

ser en la vida

romero… romero…sólo romero.

LEÓN FELIPE

Romero Sólo…

(Versos y Oraciones del Caminante)

Una paloma tiene hogar, una abeja tiene hogar. Un inglés tiene hogar, tal vez

(A pigeon has a home. A bee has a home. An Englishman has a home, perhaps)

J.M COETZEE

Hombre Lento

La vida de un tacón es diferente a la del resto de las prendas; va por libre.

MANOLO BLAHNIK

Cando era tempo de inverno,

Pensaba en dónde estarías;

Cando era tempo de sol,

Pensaba en dónde andarías.

¡Agora… tan sólo penso,

Meu ben, si me olvidarías!

ROSALÍA DE CASTRO

Cando era tempo de inverno.

Agradecimientos

No sé si este libro empezó a fraguarse, hace años, cuando Stuart Weitzman me descalzó en una acera de Madrid y dibujó los límites de mi pie sobre un papel. Aún conservo esos magníficos zapatos que llegaron posteriormente, por correo. A lo mejor, la idea se agrandó después de un brindis en el cumpleaños de mi padre, uno de esos niños de la guerra, que no tuvieron juguetes. Más tarde cobró cuerpo en Londres. Gracias a mis editores ingleses de Random House y al Instituto Cervantes, que me han hecho viajar a menudo por el Reino Unido con motivo de la traducción de mi primera novela. Destaco, sin duda, a esa heroína de El Curriculum de Aurora Ortiz ( The curriculum vitae of Aurora Ortiz ) porque gracias a ella, estas otras mujeres (las que destrozan los tacones al andar) se hicieron inglesas. Londres fue mi casa hace un tiempo y ha sido un gusto pasear sus calles a través de las páginas de esta novela.

A pesar de que la historia —tanto en Galicia como en Londres— transcurre en muchos espacios reales, nada de lo que se cuenta en ella es verdad. Sin embargo, tampoco me atrevería a decir que es mentira del todo. Quiero agradecer a tantas personas que me han atendido cuando construía este mundo de ficción; especialmente a César Mogo y José Ramón Manjón, que saben mucho de los emigrantes españoles que un día marcharon lejos, y a Nieves Guitián, que me puso en contacto con ellos. Quiero agradecer a Carmen Carrera y Antonio Jorge Hermida, emigrantes gallegos en Londres, quienes, ya de vuelta, recordaron muchas cosas para mí con inmensa casta y generosidad. Gracias a Anxo Alberte, alma de la Biblioteca de Baiona la Real (Pontevedra). Gracias a mi amiga Niamh Burns, con quien hablé de tacones, de panoramas londinenses, de horarios… y a Anne McLean, por venir a verme a la Universidad de Leeds y reírnos una vez más del significado que esconden las palabras, como quirky … A Koukla MacLehose por hacer surgir el confort en medio de una cena en Londres. Gracias a mi madre, Carmen Bajo, que es capaz de contar todos los pétalos que hay en un campo de margaritas. Con ella y con Raquel Galán, hablé mucho de flores.… Gracias a Cristina Valcarce, que me hizo saber los requisitos que necesitaba mi protagonista para trabajar en un Call Center . A mi amigo Rafael Ruiz.

Gracias a mi agente Guillermo Schavelzon; todos mis personajes coinciden en reconocer que están en las mejores manos porque sienten que siempre hay alguien que está pendiente de ellos, ya sea como protección, para que no les ocurra nada, o como disparate, para que les ocurran muchas cosas. Estoy de acuerdo con ellos. Cómo no, gracias a Pablo Álvarez, mi editor.

Por último, destacar que uno de los personajes de esta obra, el abuelo Antón, está recreado, en algunos aspectos, sobre el físico del mío propio. En cierta manera no sería justo olvidarme ahora de él; Francisco Bajo Robles, alguien que comenzó a trabajar como factor en una pequeña estación de tren en la provincia de Palencia y se jubiló siendo Jefe de la Estación del Norte de Madrid. Es una especie de héroe para mí. Inventaba perfumes mezclando flores, escribía poemas y buscaba conchas por la playa, paseando descalzo con los pantalones por encima de los tobillos, pero sin abandonar ni la americana ni la corbata. Agradezco los recuerdos de la compañía de todos los abuelos que conocí: además de él, Encarna Rodríguez Baños y Petra Villamor Maza. El único que no pudo superar el año 1938 fue mi abuelo José Solana Olariaga; le mató la tuberculosis, una de esas enfermedades que se colaban, como el frío, el miedo y el hambre, en los años de la Guerra Civil. Resulta demasiado lejana su muerte, sin embargo, tampoco sería justo que él no estuviera aquí. De ninguno he heredado sentimientos de reproche, sino de superación, y eso es lo primero que debería agradecer.

PARTE UNO

Zapatos

Capítulo 1

Las mujeres inglesas destrozan los tacones al andar. Yo entre ellas. Todas corremos de un lado para otro, pero no renunciamos a la altura ni a las suelas puntiagudas. Los hombres con los que me cruzo cuando corro van a buen paso, con zancada amplia y sonora. A muchos les gusta ponerse las suelas metálicas para ir produciendo un efecto férreo al andar. Ese mismo ruido —algo más plastificado— lo hacemos nosotras, sin provocarlo, porque nos vamos comiendo las pequeñas tapas al raspar los tacones entre los peldaños del metro, las aceras y alcantarillas en general. No vamos al zapatero, nuestros tacones se quedan así. Blancos, arañados. Da igual si las botas eran de piel o de cualquier otro material de color negro o marrón porque, al final, los tacones son siempre ligeramente blancos. Plástico blanco.

En cambio, las mujeres chinas, y también un poco las japonesas —al menos con las que me encuentro en el metro todos los días—, caminan como aturdidas. Igual que nosotras, las inglesas, son un auténtico desastre con los pies, pero su torpeza es de otra clase. Es una torpeza precavida que, en el fondo, no es mala del todo, porque les lleva a tener los zapatos un poco más cuidados. No en vano suelen ir con un calzado cómodo, pero aún así caminan a trompicones. En realidad, son más bajas por eso, porque sus tacones no son tan altos. No sé si es ésta la causa principal, o el hecho de que nunca miran mucho a la cara; el caso es que, en el metro, parecen, no sé, más circunspectas, reservadas… Inferiores no. Sólo más, podríamos decir, prudentes. Si hasta los perros llegan a parecerse a sus amos, ¡cómo no va a ocurrir algo parecido con los zapatos y las personas que los calzan!

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Las mujeres inglesas destrozan los tacones al andar»

Mira libros similares a Las mujeres inglesas destrozan los tacones al andar. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


No cover
No cover
Almudena Grandes
Almudena Martínez-Fornés - Felipe VI. Un rey para la España de hoy
Felipe VI. Un rey para la España de hoy
Almudena Martínez-Fornés
Almudena Grandes - La herida perpetua
La herida perpetua
Almudena Grandes
Almudena Cid - En busca del sueño
En busca del sueño
Almudena Cid
Almudena de Arteaga - Capricho
Capricho
Almudena de Arteaga
Manuel Yañez Solana - Los celtas
Los celtas
Manuel Yañez Solana
Patricia Velásquez - Sin tacones, sin reserva
Sin tacones, sin reserva
Patricia Velásquez
Ramón Gómez de la Serna - José Gutiérrez-Solana
José Gutiérrez-Solana
Ramón Gómez de la Serna
Celia Blanco - Con dos tacones
Con dos tacones
Celia Blanco
Almudena Grandes - La madre de Frankenstein
La madre de Frankenstein
Almudena Grandes
Reseñas sobre «Las mujeres inglesas destrozan los tacones al andar»

Discusión, reseñas del libro Las mujeres inglesas destrozan los tacones al andar y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.