Agradecimientos
Agradecimientos
S e necesitan mil voces para narrar una sola historia.
Refrán nativo estadounidense
N os llevó dos años escribir, recopilar y editar este libro. Ha sido una verdadera tarea de amor para todos nosotros. Una de las mayores alegrías al elaborarlo fue trabajar con cientos de adolescentes y adultos que dieron a este proyecto no solo su tiempo y atención, sino también su corazón y alma. Nos gustaría dar las gracias a las siguientes personas por su dedicación y colaboraciones, sin las cuales no habríamos podido crear este libro.
A los miembros de nuestra familia, esto es, a Georgia, Christopher, Oran, Kyle, Patty, Elisabeth, Melanie, John y Jesse, por compartir una vez más con nosotros el proceso de crear un libro que requiere de mucho tiempo. Una vez más les agradecemos el habernos dado el espacio, tiempo y apoyo emocional que necesitábamos para proseguir con nuestra pasión y completar lo que debe de haber parecido una tarea interminable. Los amamos más de lo que puede expresarse con palabras.
Queremos mostrar nuestro agradecimiento muy especial a un grupo de adolescentes que trabajó con nosotros para asegurar que este libro tratara aspectos que en verdad conciernen a los adolescentes. A Lisa Gumenick, cuyo entusiasmo por este proyecto estimuló al grupo entero; a Lisa Rothbard, cuya sinceridad y bondad nos conmovió a todos; a Bree Abel, por su increíble ánimo y su contagiosa confianza; a Hana Ivanhoe, por la profundidad de su carácter y por ser tan abierta con nosotros. A Jamie Yellin por su gran corazón y sonrisa, y a Lia Gay por ser siempre tan generosa con tu sabiduría. Ustedes, muchachos, son el corazón de este libro y se los agradecemos y los amamos. Asimismo, nos gustaría dar las gracias a sus padres por reconocer la importancia de estas reuniones y asegurarse de que ustedes llegaran a ellas.
A Heather McNamara, por editar y preparar el manuscrito final con tanta facilidad, talento y claridad. Apreciamos profundamente tu increíble habilidad de tomar todo en condiciones desastrosas y echarlo a andar. Eres una verdadera maestra en lo que haces.
A Patty Aubrey, por todo lo que haces para que nuestra vida funcione mejor y con más fluidez. Gracias por las incontables formas en que logras la gran diferencia. ¡Eres la mejor!
A Nancy Mitchell, por la gran cantidad de horas que pasaste obteniendo permisos para publicar los relatos y por tu agudo sentido de lo que vale y lo que no. Tu compromiso y dedicación, así como tus dotes detectivescas en el Internet, son sorprendentes.
A Jessie Braun, quien leyó todos los relatos (y había muchos), y quien amablemente nos indicó cuáles no servían con solo rehusarse a mecanografiarlos. A los 18 años eres más sensata que muchos adultos. Este libro no habría sido realidad sin ti.
A los estudiantes de la John F. Kennedy High School en Granada Hills, California, por darnos un gran cúmulo de retroalimentación e invaluables sugerencias para mejorar el primer borrador del manuscrito. Un agradecimiento especial para Willy Ackerman, por organizar este enorme proyecto.
A Kim Foley, cuya dedicación y arduo trabajo para apoyar a Kimberly Kirberger nunca cesan de inundar nuestros corazones de gratitud. Eres una persona extraordinaria.
A todas las personas que leyeron el manuscrito original, nos ayudaron a determinar las selecciones finales e hicieron invaluables comentarios sobre cómo mejorar el libro: Bree Abel, Christine Belleris, Jessie Braun, Morgan Brown, Kyle Canfield, Taycora Canfield, Matthew Diener, Pegine Echivaria, Kim Foley, Sima Freed, Steve Freedman, Lia Gay, Jessica Ghaemmaghami, Randee Goldsmith, Lisa Gumenick, Alejandra Hernández, Hana Ivanhoe, Ben Kay, Lauren Leb, Katy Leicht, James Malinchak, Maggie McQuisten, Dave Murcott, Lisa Rothbard, Hilary Russell, Alyson Sena, Ben Watkins y Linda Zehr.
A Pegine Echivaria, Jim Hullihan, James Malinchak y Jack Schlatter, por todo su importante trabajo con adolescentes y por estar ante el teléfono horas enteras cuando necesitábamos apoyo y consejo de expertos acerca del mundo de los adolescentes actuales.
A Peter Vegso y Gary Seidler, de Health Communications, Inc., por creer en este libro y por su enorme trabajo para que llegara a las manos de millones de lectores. ¡Gracias, Peter y Gary!
A Christine Belleris, Matthew Diener y Mark Colucci, nuestros editores en Health Communications, Inc., por su generoso esfuerzo para que este libro alcanzara su mayor grado de excelencia.
A Fred Babb, por tus esfuerzos creativos al contribuir en el diseño de la portada del libro.
A Kim Weiss y Arielle Ford, por conseguir que la gente se entere de que el libro está a su disposición mediante sus brillantes esfuerzos en las relaciones públicas.
A Teresa Spohn, Verónica Romero, Rosalie Miller, Lisa Williams, Julie Barnes y Kathleen Long, por atender todo lo demás en nuestras oficinas para que nosotros pudiésemos concentrarnos en la tarea de terminar este libro.
A Terri Andruk y Clay White por alimentarnos con su deliciosa comida y generosos corazones.
A Leigh Taylor, Jessie Braun y Trudy Klefstad, cuya excelente capacidad en mecanografía nos ayudó a terminar este proyecto a tiempo.
A Dale Lindholm y Brad Frye, por su continuo apoyo. ¡Muchachos, ustedes son los mejores!
A Nancy Berg, Eileen Lawrence, Sharon Linnéa Scott, Dave Murcott y Jane Watkins, quienes editaron algunas de las piezas más difíciles hasta lograr relatos maravillosamente conmovedores. ¡Gracias por ser tan talentosos y rápidos en lo que hacen!
A las más de 1500 personas que presentaron relatos, poemas y otras obras para nuestra consideración. Todos ustedes saben quiénes son. Aunque muchas de las obras que enviaron eran maravillosas, sencillamente no encajaron en la estructura general de este libro. No obstante, ustedes nos proporcionaron cientos de horas de grata y estimulante lectura. Gracias.
Debido a la enormidad de este proyecto, estamos seguros de haber omitido los nombres de algunas de las personas que nos ayudaron. Lo lamentamos; sin embargo, agradecemos todas las manos que hicieron posible este libro. Gracias a todos por su visión, interés, compromiso y acciones sinceras. ¡Los amamos a todos!
Jack Canfield (19 de agosto de 1944, Frot Worth, Texas) es un autor estadounidense, orador motivacional, entrenador corporativo y empresario. Es coautor de la serie Chicken Soup for the Soul, que tiene más de 250 títulos y 500 millones de copias impresas en más de 40 idiomas. En 2005 Canfield fue coautor con Janet Switzer de Los Principios de éxito: Cómo llegar de donde estás a donde quieres estar.
Canfield pasó su adolescencia en Wheeling, Virginia Occidental y se graduó del Instituto Militar Linsly en 1962. Canfield recibió un AB en Historia China de la Universidad de Harvard en 1966. Recibió su M. Ed. en 1973 de la Universidad de Massachusetts Amherst. Canfield recibió un Ph. D. honorario. de la Universidad de Santa Mónica en 1981.
Canfield fue coautor de Chicken Soup for the Soul con Mark Victor Hansen en 1993. Según USA Today, Chicken Soup for the Soul fue el tercer libro más vendido en los Estados Unidos a mediados de la década de 1990. Canfield más tarde fue coautor de docenas de libros adicionales en la serie Sopa de pollo para el alma.
Canfield se casó en 1971 y tuvo dos hijos antes de divorciarse en 1976. Unos años más tarde se volvió a casar y tuvo un tercer hijo. Se divorció en 1999 y se casó por tercera vez en 2001.
Mark Victor Hansen (8 de enero de 1948, Waukegan, Illinois) es un orador, entrenador y autor inspirador y motivador estadounidense. Es mejor conocido como el fundador y cocreador de la serie de libros Sopa de pollo para el alma.