Una 4 a ración de SOPA DE POLLO PARA EL ALMA
Más relatos que conmueven el corazón y ponen fuego en el espíritu
Jack Canfield
Mark Víctor Hansen
Hanoch McCarty
Meladee McCarty
Introducción
Todos somos una historia. Cuando yo era niña, la gente se sentaba alrededor de la mesa de la cocina y narraba sus historias. Ya no lo hacemos tanto. Sentarse a la mesa a narrar historias no es sólo una forma de pasar el tiempo. Es la manera en que se transmite la sabiduría, nos ayuda a vivir una existencia que valga la pena recordar. A pesar del tremendo poder de la tecnología, muchas personas siguen sin vivir muy bien. Necesitamos volver a escuchar las historias de los demás.
Rachel Naomi Remen
Todos tenemos una historia. Sin importar cómo nos ganamos la vida, cuánto dinero tenemos en nuestra cuenta bancaria o cuál es el color de nuestra piel, todos tenemos una historia. Cada uno de nosotros tiene una historia, ya sea a la vista o guardada en su interior. Se nos anima a creer que nuestro pasado, nuestras circunstancias, tanto físicas como emocionales, y nuestras experiencias, son nuestra historia. Nuestra proyección mental de la historia de nuestra vida abarca lo que percibimos que es verdad respecto a nosotros mismos y nuestras posibilidades.
La vida en la que uno nace no es necesariamente su destino. Todos tenemos el poder de reescribir nuestra historia, de volver a repartir los papeles de los personajes del drama de nuestra vida y de reformar la dirección de las acciones del personaje principal, es decir, las nuestras. Lo que determina antes que nada el resultado de nuestra vida es la manera en la que respondemos ante cada situación. ¿Preferimos ser héroes o víctimas en el drama de nuestra vida?
Las buenas historias, al igual que nuestros mejores mentores, nos abren puertas. Son experiencias únicas que contienen alguna reflexión ligada a disparadores emocionales que atrapan nuestra atención y se quedan en nuestra memoria. Estas historias pueden liberarnos de ataduras a decisiones pasadas y nos permiten tener una mejor comprensión de nosotros mismos y de las oportunidades que tenemos frente a nosotros. Una historia en verdad buena nos habilita para reconocer las opciones que tenemos a nuestro alcance y para ver nuevas alternativas que tal vez nunca antes percibimos. Puede permitirnos intentar (o por lo menos considerarlo) tomar un nuevo camino.
Muchas de las personas que conocerá en estas páginas proporcionan un modelo a seguir de actos incondicionales de bondad y amor, de gran valor y prudencia, de fe cuando la norma sería el cinismo, un sentido de esperanza respecto a lo que el mundo tiene para ofrecer y la inspiración para buscarlo por nosotros mismos.
Usted se remitirá una y otra vez a algunas de las historias porque su mensaje es de consuelo y estímulo. Otros relatos le inspirarán a compartirlos con su familia, sus amigos y sus colegas.
Cómo leer este libro
Hemos tenido la fantástica oportunidad de recibir retroalimentación de lectores de todas partes del mundo. Algunos de ellos nos han dicho que obtienen el mayor valor si leen nuestros libros de principio a fin. Otros profundizan en algún capítulo específico que les interese más. La mayoría nos comenta que le funciona mejor leer sólo uno o dos relatos de una vez y luego dedicarse a saborear los sentimientos y lecciones que ellos evocan. Nosotros le aconsejamos que se tome su tiempo y deje que cada relato lo afecte a un nivel profundo. Pregúntese cómo podría aplicar en su vida las lecciones aprendidas. Adopte cada historia como si en verdad le concerniera, como si en verdad pudiese lograr la diferencia en su vida.
Recopilar estos relatos ha requerido de mucho trabajo, pero consideramos que hemos seleccionado setenta y cinco gemas. Ojalá que le gusten tanto como a nosotros. Deseamos que le produzcan lágrimas, risas, reflexión, alivio y fortaleza.
Esperamos poder influir en su vida de alguna manera con estos modelos de gente común que realiza cosas extraordinarias para que lo guíen en su trayectoria. Deseamos que en las páginas de este libro haya un relato que contenga la llave de alguna puerta que necesite abrir en su vida.
Jack Canfield, Mark Victor Hansen, Hanoch McCarty y Meladee McCarty
De un lector anterior
Estimados señores:
Les escribo desde una base militar en Panamá para darles las gracias por su maravilloso libro y para relatarles el impacto que tuvo en mi vida y en la de aquellos con quienes lo compartí.
Estaba solo en mi habitación de hotel una noche después de trabajar largas horas, cuando leí el relato “Información por favor” de Una 3a. ración de sopa de pollo para el alma. No me avergüenza confesar que lloré mucho y encontré alivio en esas lágrimas. En ese momento les escribí un poema que anexo.
Más tarde compartí el libro con un infante de marina encargado de vigilar el acceso a información clasificada. Era el tercero en la seguridad armada, lo que hacía que su trabajo fuera poco exigente y muy aburrido. Por tal motivo, su oficial superior le permitió leer, pero él había olvidado traer un libro. Iba a hacer una larga guardia de doce horas, por lo que le ofrecí un ejemplar de Una 3a. ración de sopa de pollo para el alma que llevaba en mi portafolios. Le advertí, no obstante, que después de leer algunas de las historias podía quedar atrapado en una catarsis emocional poco adecuada para un infante de marina.
Al finalizar nuestra guardia entré al corredor y encontré a otro infante de marina, armado, de pie junte al primero. Ambos tenían los ojos húmedos y uno de elles exclamó:
—Como que conmueve, ¿no es cierto?
El otro infante respondió:
—¡Te lo aseguro! —y se retiró. Al verme, manifestó:
—Gracias por el libro, teniente. Lo primero que haré mañana es ir a la casa de cambio a comprarme uno.
—Te dije que ahí encontrarías cosas que te harían estremecer —respondí y ambos nos dimos las buenas noches.
Gracias por un libro tan grandioso. Yo se lo recomiendo a todos.
He aquí el poema.
Nárrame una historia, mi corazón está vacío.
Haz que fluyan las lágrimas, mis ojos están secos.
Por mucho tiempo me ha limitado el desaliento.
Reanima mi alma, hazme volar.
Nárrame una historia, mi esperanza ha menguado.
Hábíame de fe y amor.
Recuérdame que fuimos creados
para vivir en la tierra como en el cielo.
Nárrame una historia, llena mi corazón de compasión.
Abre mis ojos, he estado ciego.
Recuérdame que todos los hombres somos hermanos,
que todos deberíamos ser afectuosos y amables.
Sírveme otra ración,
más caldo de pollo para mi alma.
Animémonos los unos a los otros a amar,
y tal vez conozcamos dimensiones más elevadas de amor.
Teniente Morris Passmore, Reserva Naval de Estados Unidos
SOBRE EL AMOR
U n químico que puede extraer del elemento de su corazón compasión, respeto, anhelo, paciencia, arrepentimiento, sorpresa y perdón, y que los puede combinar en uno, puede crear ese átomo llamado amor.
Khalil Gibran
SOBRE LA BONDAD
E sparce amor por donde vayas. Ante todo, en tu propia casa… no permitas que nadie que venga a ti se vaya sin sentirse mejor y más feliz. Sé la expresión viva de la bondad de Dios; bondad en tu rostro, bondad en tus ojos, bondad en tu sonrisa, bondad en tu cálido saludo.
Madre Teresa
SOBRE LOS PADRES Y LA PATERNIDAD
T omar la decisión de tener un hijo es trascendental. Es decidir que tu corazón viva para siempre fuera de tu cuerpo.
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