• Quejarse

Mireia bofill Abelló - País Nómada : Supervivientes del siglo XXI

Aquí puedes leer online Mireia bofill Abelló - País Nómada : Supervivientes del siglo XXI texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2020, Editor: CAPITÁN SWING LIBROS, Género: Niños. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Mireia bofill Abelló País Nómada : Supervivientes del siglo XXI
  • Libro:
    País Nómada : Supervivientes del siglo XXI
  • Autor:
  • Editor:
    CAPITÁN SWING LIBROS
  • Genre:
  • Año:
    2020
  • Índice:
    4 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 80
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

País Nómada : Supervivientes del siglo XXI: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "País Nómada : Supervivientes del siglo XXI" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Mireia bofill Abelló: otros libros del autor


¿Quién escribió País Nómada : Supervivientes del siglo XXI? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

País Nómada : Supervivientes del siglo XXI — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" País Nómada : Supervivientes del siglo XXI " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Prefacio 1 M ientras escribo estas líneas se hallan dispersos por todo el - photo 1

Prefacio [1]

M ientras escribo estas líneas, se hallan dispersos por todo el país.

En Drayton (Dakota del Norte), un extaxista de San Francisco de sesenta y siete años trabaja en la recolección anual de remolacha azucarera. Su jornada comienza al amanecer y acaba tras la caída del sol. Con temperaturas que descienden bajo cero, participa en las tareas de descarga de los camiones que transportan toneladas de remolacha desde los campos de cultivo. Por las noches duerme en la furgoneta que ha sido su hogar desde que Uber lo desalojó del sector del taxi y pagar el alquiler se convirtió en un empeño imposible.

En Campbellsville (Kentucky), una antigua contratista de obras de sesenta y seis años recorre kilómetros sobre el suelo de cemento de una nave industrial de Amazon durante el turno de noche empujando una carretilla mientras va clasificando y almacenando las mercancías. Es una tarea monótona, pero se esfuerza en concentrarse para no confundir los códigos de barras, con la esperanza de eludir el despido. Por la mañana regresa a su minúsculo remolque, aparcado en uno de los parques de caravanas que Amazon alquila para albergar a trabajadoras y trabajadores nómadas como ella.

En New Bern (Carolina del Norte), una mujer que ahora vive en un minirremolque ovoide —tan minúsculo que puede acoplarse a una moto— está acampada en casa de una amiga mientras busca trabajo. Pese a contar con un máster universitario y a los centenares de solicitudes enviadas durante el último mes, esta joven de treinta y ocho años, oriunda de Nebraska, sigue sin conseguir un empleo. Sabe que están contratando gente para la recolección de la remolacha, pero tendría que cruzar medio país y no dispone de dinero suficiente para costearse el viaje. Uno de los motivos por los que ahora vive en un remolque fue la pérdida del puesto de trabajo en una organización sin ánimo de lucro, hace ya varios años. Cuando se agotó la subvención que sufragaba su contrato, no pudo seguir pagando el alquiler junto con la devolución del crédito suscrito para financiar sus estudios.

En San Marcos (California), una pareja en la treintena instalada en una autocaravana GMC Motorhome de 1975 vende calabazas junto a la carretera desde un tenderete anexo a una instalación de feria con animales vivos que han montado en apenas cinco días en un terreno baldío. Dentro de pocas semanas, comenzarán a vender árboles de Navidad.

En Colorado Springs (Colorado), un hombre de setenta y dos años que habitualmente reside en una furgoneta se hospeda con familiares mientras se recupera de la fractura de tres costillas a resultas de un accidente sufrido mientras realizaba tareas de mantenimiento en una zona de acampada.

Siempre ha habido poblaciones itinerantes, trabajadores ambulantes, vagabundos, espíritus inquietos, pero ahora, en el segundo milenio, está surgiendo un nuevo tipo de tribu nómada. Personas que jamás imaginaron que podrían llevar una vida itinerante se han lanzado a la carretera. Han renunciado a vivir en casas y apartamentos tradicionales para instalarse en lo que algunos llaman «viviendas sobre ruedas» —camionetas, autocaravanas de segunda mano, autobuses escolares, furgonetas adaptadas, remolques o simplemente viejas berlinas—, huyendo de las disyuntivas imposibles a las que debe hacer frente la antigua clase media. Tales como verse en la tesitura de tener que decidir entre:

¿Comer o un tratamiento odontológico? ¿Pagar la hipoteca o la factura de la luz? ¿Pagar los plazos del coche o comprar medicinas? ¿Pagar el alquiler o el crédito suscrito para sufragar los estudios? ¿Comprar ropa de abrigo o pagar la gasolina para desplazarse hasta el lugar de trabajo?

Mucha gente optó por lo que de entrada parecía una solución radical:

Ya que no podían subirse el sueldo, tal vez podrían suprimir el gasto más importante y renunciar a una vivienda de ladrillo para vivir sobre ruedas.

A veces se las califica como «personas sin hogar». Las y los nuevos nómadas rechazan esta etiqueta. Dado que disponen de cobijo y a la vez de un medio de transporte, han acuñado otro calificativo. Se autodenominan simplemente «personas sin casa», «sin una vivienda fija».

Vistas de lejos, en muchos casos sería fácil confundirlas con despreocupadas o despreocupados caravanistas jubilados. Cuando ocasionalmente se regalan una sesión de cine o una cena, no destacan entre el resto de espectadores o comensales. Por su aspecto y sus ideas, son mayoritariamente gente de clase media. Lavan la ropa en lavanderías de autoservicio y se apuntan a gimnasios para poder usar las duchas. En muchos casos, se lanzaron a la carretera cuando la gran recesión consumió sus ahorros. Para llenar el estómago y el depósito de gasolina, trabajan duramente largas jornadas en pesadas tareas manuales. En una época de salarios estancados y aumento del coste de la vivienda, se han liberado de los grilletes del alquiler y las hipotecas como una estrategia para ir tirando. Son supervivientes.

Pero —como todo el mundo— no se conforman con sobrevivir tan solo. Por eso, lo que comenzó como un último intento desesperado se ha convertido en la reivindicación de algo más significativo. Ser humano, ser humana significa anhelar algo más que la mera subsistencia. Además de alimento y cobijo, necesitamos esperanza.

Y la vida en la carretera ofrece esperanzas. Es un subproducto de un impulso de progreso. La intuición de una oportunidad, tan amplia como lo es el país. Una convicción profundamente arraigada de que el futuro deparará algo mejor. Una oportunidad que aguarda a la vuelta de la esquina, en la población siguiente, en el próximo trabajo temporal, en el próximo encuentro casual con una persona desconocida.

De hecho, algunos de esos desconocidos, esas desconocidas, también son nómadas. Y a partir de esos encuentros —en las redes o en un lugar de trabajo o acampando en un sitio apartado— comienzan a formarse tribus. Esas personas comparten un lenguaje común, una afinidad. Cuando a alguien se le avería la furgoneta o la autocaravana, pasan la gorra. Entre ellas circula una percepción contagiosa. Algo grande está ocurriendo. El país está cambiando muy deprisa, las antiguas estructuras se están desmoronando y ellas y ellos se encuentran en el epicentro de algo nuevo. Por la noche, alrededor de una hoguera compartida, parece vislumbrarse el destello de una utopía.

Escribo estas líneas en otoño. Pronto llegará el invierno y comenzarán los despidos habituales en los empleos de temporada. Las y los nómadas desmontarán el campamento y regresarán a su verdadero hogar: la carretera. Volverán a circular como glóbulos sanguíneos por las venas y las arterias del país. Se pondrán en marcha en busca de amistades o familiares, o simplemente de un lugar donde no haga frío. En algunos casos, cruzarán todo el continente. Todas y todos contarán los kilómetros que se irán desplegando como un rollo de película. Cantinas de comida rápida y centros comerciales. Campos dormidos bajo la escarcha. Concesionarios de automóviles, megaiglesias y cantinas abiertas toda la noche. Llanuras uniformes. Corrales de engorde, fábricas desocupadas, parcelaciones y grandes bloques de almacenes. Montañas nevadas. Los paisajes que flanquean la carretera se van sucediendo a lo largo del día y mientras cae la noche, hasta que les vence la fatiga. Con ojos soñolientos, buscan un lugar donde detenerse a descansar. En los aparcamientos de los grandes hipermercados Walmart. En las calles tranquilas de los barrios del extrarradio. En las áreas de descanso para camiones, acunados por el ronroneo de motores ociosos. Luego, de madrugada —antes de que nadie advierta su presencia—, vuelven a la carretera. Siguen adelante, reconfortados por una certeza.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «País Nómada : Supervivientes del siglo XXI»

Mira libros similares a País Nómada : Supervivientes del siglo XXI. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «País Nómada : Supervivientes del siglo XXI»

Discusión, reseñas del libro País Nómada : Supervivientes del siglo XXI y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.