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Prólogo
Por Martha Debayle
Era miércoles. Salí corriendo de mi programa de radio con todo y tacones hacia mi camioneta para irme hasta el otro lado de la ciudad a una comida importante de negocios… Un tránsito infernal… Pongo el Waze para que mi chofer sepa la mejor ruta. ¡¡¡No quiero llegar tarde a mi comida!!!
Me doy cuenta de que mis lentes oscuros están horriblemente sucios. Me los quito para limpiarlos mientras atiendo mi celular. Empiezo con un Whatsapp de una de mis hijas: me está neceando que le dé permiso de ir el viernes con unas amigas, pero no estoy muy de acuerdo en que vaya… Me entra un mail de mi editora de Moi, que le urge mi POV de la portada para el siguiente número de la revista… (PS: QUE LE URGE QUE LE CONTESTE… ASAP!!!). Por cierto, me muero de hambre. Traigo en la panza un café y una quesadilla fría que me comí en la mañana camino a la estación de radio, y por más que le rasco a mi bolsa no encuentro ni una galleta o un chicle para calmar las ansias de comer.
Mientras todo esto pasa, me voy dando una manita de gato: mi comida es importante. Es un proyecto que traigo entre manos que… ¡¡¡ya les contaré!!!
Suena mi celular.
—¡¡¡Bueno!!!
—Martha, hablamos de la oficina de Jacqueline Bracamontes, y le gustaría pedirle que le escribiera el prólogo…
¿¿¿NETAAA??? ¿¿¿A QUÉ HORAAA???
Me quedé pasmada unos segundos… Y pensé…
¡¡¡Madres!!! ¿¿¿De qué trata el libro??? ¿¿¿Cuántas páginas??? ¿¿¿Qué quieren que diga??? ¿¿¿Cuándo hay que entregarlo???
Mil y un preguntas pasaron por mi cabeza antes de aceptar la invitación de la Bracamontes…
Luego recapacité.
Cómo chirriones no voy a escribirle el prólogo a esta mujer. Ya sé que ando como perico a toallazos: que si el programa, que si la revista, mi mamá, mis hijas, mi marido, mi ex marido, que si el twitter, la dieta, mis viajes, mi perro, mi salón de belleza, etcétera… Pero no puedo, bajo ninguna circunstancia, no leer y decir algo del libro de la Bracamontes por una simple razón: jugamos en el mismo terreno ella y yo.
He seguido su carrera desde el inicio: desde que empezó como Miss, luego de reportera deportiva con mi comadre la Micha, y poco tiempo después la veo haciendo novelas… ¿Y saben qué me llamó la atención? Que empezó con un papel bien chiquito en una novela en la tarde… No me acuerdo del nombre, pero sí valoré que empezara poco a poco, paso a paso, como debe de ser para alcanzar el éxito… Y de pronto, que la veo de conductora titular de programotes de televisión… Eso me gustó mucho, porque cuando he visto a Jacqueline en la TV es la misma que en persona: natural, neta… auténtica. Me llenaba de orgullo verla en La Voz México con una panza de embarazada de 8 meses, con sus tacones, guapísima… ¡¡¡Y chambeando durísimo!!! Y ese camino es el que encontrarán en este libro. La pasarela de mi vida nos muestra quién es la Bracamontes, nos da consejos, nos comparte sus experiencias con todo y sus madrazos. Por eso acepté la invitación para colaborar en él. Me parece muy legítimo, y hasta obligatorio, que desde la trinchera que nos toca compartamos nuestras experiencias para ayudarnos, para espejearnos, sobre todo, entre mujeres mexicanas.
Así que los invito a que lean, disfruten, se entusiasmen con este libro que nos mostrará que todo se puede, que todos podemos ser de todo terreno, como la Bracamontes.
Enjoy!
MD
Prólogo
Por Eugenio Derbez
Escribir sobre Jacqueline Bracamontes puede ser muy fácil. Es de esos personajes públicos que adoptas como parte de tu familia sin siquiera saber que el chocolate le causa migraña o que podría comerse media orden de buche en una sentada. Sin embargo, hablar sobre Jacky, Jackita, ese ser profundo que convive con un personaje de la vida pública, es mucho más fácil, mucho más emotivo y sale de lo profundo del corazón. Sí, es ahí donde se hospeda Jacky una vez que la conoces y, más aún, una vez que puedes considerarla una amiga.
Recuerdo aquella época en la que convivimos casi a diario. Un gallego en París suponía su debut en teatro y todos sabíamos que era una oportunidad única para que Bracamontes afianzara su carrera como actriz, agarrara las tablas y se mostrara en una faceta diferente como la comedia. Después de los años transcurridos puedo decir, con franqueza, que desde el minuto uno quedé sorprendido por su disciplina y por su respeto hacia los demás; por su exigencia a sí misma, su concentración, su estudio y, sobre todo, su entrega. Cada función era para ella como si fuera la primera y la última.
De esa experiencia nació una amistad que me permite expresar un profundo cariño y admiración por una persona íntegra que ha sabido nadar en un océano complicado. Y será con este libro, La pasarela de mi vida, que conocerás, tú, lector, su historia y descubrirás que los triunfos se obtienen por constancia, trabajo y dedicación. Recordarás lo importante que es soñar para alcanzar las metas y, sobre todo, comprobarás que Jacky es esa amiga a la que siempre querrás.
Que lo disfrutes.
Eugenio Derbez
Presentación
Querid@ lector@
Ya sea de manera consciente o inconsciente, no hay día que no me levante con una o varias metas en mi cabeza. Metas ambiciosas o pequeños acuerdos internos. No importa, el chiste es cumplirlos.
El hecho de que en este momento tú te encuentres leyendo este libro, que lo tengas entre tus manos, me llena de alegría y de profundo agradecimiento.
En las siguientes 256 páginas encontrarás la historia de mi vida, mi infancia, mi futbol, mi escuela, mis amigos, mis primeros viajes, mis primeros tacones, mi familia, mis Chivas del Guadalajara, tips de belleza, los concursos también de belleza; cómo empecé en la tele, cómo empecé en el amor; mis sueños y desilusiones; también comparto algunas fotos, algunas recetas de cocina, mis momentos más divertidos, los más emocionantes y también los más horribles y tristes.
Todo con una simple, pero, para mí, muy profunda intensión: Compartir.
Gracias por ser parte de esta linda meta: escribir mi primer libro.
Si en algún momento de tu vida te identificas con alguna experiencia y te sirve para algo... sólo recuerda que ¡para atrás, ni para tomar vuelo...!