Mike Sielski - El ascenso. Kobe Bryant y la búsqueda de la inmortalidad

E n el que fue, por muchos motivos y para muchas personas, uno de los peores años, tuve la fortuna de tener muchas razones para estar agradecido. Obviamente, la covid-19 generó obstáculos a la hora de investigar y de escribir sobre Kobe Bryant, pero gracias a la generosidad de desconocidos, de allegados y de amigos creo que pude superar la mayoría de las dificultades. O eso espero.

Durante la primavera y el verano de 2020, Gregg Downer y yo nos reuníamos una vez por semana en su casa para mantener una larga entrevista, respetando la distancia social. No pasó mucho tiempo hasta que esas conversaciones —ante la presencia de su hija— se convirtiesen en un estímulo vital durante la pandemia. Estoy en deuda con Gregg, Colleen y Brynn Downer. Y también, por supuesto, con Jeremy Treatman.

Mike Egan hizo más que compartir historias inéditas de Kobe. Apenas pude contener mi entusiasmo —estoy seguro de que cualquier periodista conoce bien esta sensación— cuando me entregó una caja repleta de notas, documentos y recortes de periódico de los dos años en los que estuvo entrenando a Kobe y me dijo: «Quédatela el tiempo que la necesites». También hay que decir que Mike tiene un gusto impecable para la prensa deportiva y la cerveza.

Danya Tolbert y Doug Young me ayudaron con dedicación a comprender la historia y la realidad de Lower Merion antes, durante y después de la llegada de Kobe. Están a la cabeza de una larga lista de personas que lo dieron todo y más a la hora de responder mis preguntas sobre temas que abarcaban desde los Bryant hasta el baloncesto en Filadelfia o la vida en Main Line. Esa lista incluye, aunque no exclusivamente, a Amy Buckman, Joe Carbone, Donnie Carr, John Cox, Lynne Freeland, Susan Freeland Barber, Drew Downer, Anthony Gilbert, Elissa Fisher Grabow, Frank Hartwell, Wendell Holland, Ashley y Mo Howard, Phil Martelli, Evan Monsky, Keith y Speedy Morris, John Nash, Sam Rines Sr. y Jr., Robbie Schwartz, Sultan Shabazz, Guy Stewart y Julius Thompson.

Me hubiese encantado asistir a uno de esos cursos de inglés de secundaria que imparte Jeanne Mastriano.

Sean Hughes y Sara Stout me abrieron las puertas del instituto Lower Merion y de la escuela Bala Cynwid para poder andar por donde lo hizo Kobe y ver lo mismo que él vio.

Ted Goldsborough y Jerry Francis de la Lower Merion Historical Society me ofrecieron la oportunidad de viajar al pasado de la comunidad para adentrarme en el de Kobe.

Al Tielemans fue generoso y amable al proporcionarme varias excelentes fotografías de Kobe.

Regina Ventresca Creedon y Meghan Mueller Creedon dedicaron amablemente su tiempo a traducir y transcribir un libro entero, uno que estaba escrito en italiano, para enriquecer y mejorar mi conocimiento sobre los años en que los Bryant estuvieron viviendo en Europa.

El apoyo que me brindaron mis editores en el The Philadelphia Inquirer (Michael Huang, Pat McLoone, Gary Potosky, Shemar Woods) mientras escribía este libro fue tan férreo y tenaz como el que me ofrecen con el trabajo que realizo allí.

Varios de mis compañeros compartieron su conocimiento y me ayudaron a encontrar las palabras adecuadas para contar la historia de Kobe: Kevin Armstrong, Dan Barbarisi, Zach Berman, Jerry Brewer, Scott Cacciola, Dom Cosentino, Ray Didinger, Bob Ford, Dan Gelston, Mike Jensen, Abbott Kahler, Tyler Kepner, Rob Knox, Ian O’Connor, Keith Pompey, Mike Sager, Ben Shpigel, Mike Vaccaro, Seth Wickersham, Adrian Wojnarowski. Sus contribuciones han sido esenciales, tanto como su amistad.

Susan Canavan ha sido todo lo que puede pedirse en una agente literaria desde el momento en que le propuse ser mi representante. Ha luchado por este libro desde su concepción. Nunca podré agradecérselo lo suficiente.

Durante nuestra primera conversación de trabajo, Pete Wolverton me prometió que editaría rigurosamente este manuscrito y que, en consecuencia, el libro mejoraría sustancialmente. Estaba en lo cierto. Fue el mejor editor para este proyecto.

Mike y Lauren Triana me ofrecieron tantos buenos consejos que, de no ser por ellos, este libro seguramente no existiría.

Todo el esfuerzo que ha supuesto escribir este libro ha sido más llevadero gracias al apoyo que he recibido de mis amigos y familiares; el final del camino parecía estar más cerca a su lado. Gracias por bendecirme con vuestro buen humor y vuestra simpatía.

Soy afortunado por tener una familia repleta de amor, lealtad y carcajadas: Jessica, Martin, Regan y Patrick Cunningham; Bob y Pam Zilahy; Chuck y Ann Sielski. Mi esposa, Kate, y mis hijos, Evan y Gabe, me enorgullecen cada día. Mi corazón es suyo. Siempre lo será.

M IKE S IELSKI

Marzo de 2021

• Abrams, Jonathan. Boys Among Men: How the Prep-to-Pro Generation Redefined the NBA and Sparked a Basketball Revolution. Nueva York: Crown Archetype, 2016.
• Barocci, Andrea. An Italian Named Kobe: Our Friend Bryant, the Untold Story. Roma: Absolutely Free, 2015.
• Bryant, Kobe. The Mamba Mentality: How I Play. Nueva York: MCD Books, 2018.
• Campbell, Joseph. The Hero with a Thousand Faces. Novato, CA: New World Library, 1949, 2008.
• Croatto, Pete. From Hang Time to Prime Time: Business, Entertainment, and the Birth of the Modern-Day NBA. Nueva York: Atria Books, 2020.
• Csikszentmihalyi, Mihali. Flow: The Psychology of Optimal Experience. Nueva York: HarperCollins,1990.
• Deveney, Sean, Remembering Kobe Bryant: Players, Coaches, and Broadcasters Recall the Greatest Basketball Player of His Generation