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Se lo dedico a todos los que formaron parte de mi vida. En especial a mi papá, a mi mamá, a mis hermanos Laura y Gonza, a mis ahijadas Juana y Sara, y a Mariela. A mi familia, a mis amigos, a las jugadoras, a los que simplemente pasaron pero también me ayudaron a ser quien soy. Incluso a aquellos que se portaron mal y me hicieron saber lo que no quiero ser. Dedicado a todos los que no están y permanecen hoy en mi alma. Para vos que estás leyendo y en cierta medida ahora vas a participar en mi vida.
Si cuento mi vida es porque tiene algunos hechos extraordinarios que la convirtieron en una existencia más visible que otras. Pero también porque tiene gran parte en común con la de muchas niñas y jóvenes que pueden sentirse identificadas y acompañadas y eso, creo, le da más valor a esta historia.
La historia de Evelina Cabrera es una entre millones. Tiene, como ella dice, 70 años comprimidos en sus 33. Pasó de una infancia vulnerable a ser una referente del fútbol femenino, crear la Asociación Femenina de Fútbol Argentino y dar una conferencia en la ONU sobre su trabajo social con las mujeres, a quienes brinda herramientas para empoderarse y cambiar su vida.
Hoy es un ejemplo de superación, de búsqueda y de una activa militancia contra toda forma de discriminación. Evelina forma parte de una época en que las mujeres marcan un rumbo diferente, alejado de roles estereotipados, liberadas de mandatos restrictivos, y en este mundo nuevo alza su voz. Una historia que es, y puede ser también, la historia de todas nosotras.
EVELINA CABRERA
Nació en Virreyes, San Fernando, provincia de Buenos Aires, el 26 de septiembre de 1986. Tras la separación de sus padres, con solo 13 años, de a poco se alejó de su hogar hasta que se fue a vivir a la calle y a trabajar cuidando autos. Luego de varios años difíciles, volvió a la casa paterna decidida a rehacer su vida: terminó la escuela secundaria, se inició como personal trainer y descubrió su pasión por el fútbol. Jugó hasta que en 2012 tuvo que retirarse por un problema de salud. Ese mismo año empezaba un camino como entrenadora y dirigente que la llevaría a ser reconocida mundialmente.
En 2013 fundó la Asociación Femenina de Fútbol Argentino (AFFAR) con el firme propósito de empoderar a las jugadoras e impulsar el fútbol femenino. Además, se recibió de técnica de fútbol, coach y manager deportivo. Llamada por las instituciones más importantes del país para desarrollar la integración de género y deporte.
Foto: © Alejandra López
Cabrera, Evelina
Alta negra / Evelina Cabrera. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Ediciones B, 2020.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-780-116-3
1. Memoria autobiográfica. I. Título.
CDD 920.72
Fotos de cubierta: © Alejandra López
Diseño de cubierta: Penguin Random House Grupo Editorial / Agustín Ceretti
© 2020, Evelina Cabrera
Edición en formato digital: febrero de 2020
© 2020, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A.
Humberto I 555, Buenos Aires
www.megustaleer.com.ar
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ISBN 978-987-780-116-3
Conversión a formato digital: Libresque
Introducción
Contar su historia es un impulso que tienen muchos. Llevan un diario durante bastante tiempo o escriben todo de una vez, para que lo lean miles o para dejar un legado a la gente cercana, incluso para guardarlo en un cajón y que no lo vea nadie. Con el propósito de ofrecer su propia versión de la historia a los demás o por la necesidad de contársela a sí mismos. Dicen algunos que escribir cura. Mientras redactaba este libro, me repetía: “No sé si me está curando, pero me está doliendo”. Como cuando tenés una herida y le tirás alcohol para limpiarla y te arde. Eso sentí en todo el proceso me ardía el alma.
Tenía, además, miedo. Porque iba a contar cosas que involucraban a mi familia y a mis amigos, y no quería lastimarlos. Por eso lo primero que quiero decir aquí es que todas las personas que aparecen en esta historia, por unas pocas líneas o unas cuantas páginas, dejaron una huella importante en mi vida. Pienso en todas ellas con orgullo, las siento parte de mi realización personal, esa que aún no está completa, que sigo intentando día a día. Aprendí a mirar el lado positivo y el negativo de cada cosa que viví. A ver todo como un aprendizaje, lo que me orientó en las decisiones que tomé después.
Hay partes de mi historia que son bastante duras, hay otras de las que no me explico cómo salí. Y están también los fragmentos luminosos, los que me permitieron llegar a lugares que no había soñado, incidir en otras personas, participar en proyectos con impacto social. Una forma de reparar, tal vez, el desamparo de mi infancia y mi juventud extraordinario demasiado frecuente, es la soledad en la que crecen miles de chicas y chicos. Por eso no quiero mostrarme como una heroína y no me gustaría que pensaran “pobrecita”. Es algo que detesté desde chica, ese “pobrecita”. Cuento aquí mi historia simplemente porque necesito repasar mis vivencias para cerrar una etapa de mi vida y porque quiero mostrarles —a aquellos que transitaron, transitan o transitarán algo de lo que yo viví— que se puede salir de la oscuridad.
Quise contar cómo tomé las oportunidades de salir adelante cuando se presentaron. Cómo estuve con los ojos, los oídos y todos los sentidos atentos para que no pasaran de largo. Sé que las oportunidades no son iguales para todos, no pretendo demostrar lo contrario con mi historia. Solo alentar a no desaprovecharlas cuando están ahí. Y a pensar en qué hacer con ellas.