Había una vez una princesa… ¿una princesa? ¡¿Qué?! Había una vez niña que quería llegar hasta Marte. Érase una vez una mujer que se convirtió en una de las mejores tenistas del mundo y otra que descubrió cómo se da la metamorfosis de las mariposas.
De Frida Kahlo a Jane Goodall, de Coco Chanel a Nina Simone, de las hermanas Bronte a Marie Curie este libro narra las extraordinarias vidas de 100 mujeres valientes y, además, cuenta con las ilustraciones de 60 artistas de todo el mundo.
Científicas, astronautas, levantadoras de pesas, juezas, chefs… cien ejemplos de determinación y audacia para las que sueñan en grande.
Elena Favilli & Francesca Cavallo
Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes
100 historias de mujeres extraordinarias
ePub r1.1
NoTanMalo 19.05.18
Título original: Good Night Stories for Rebel Girls
Elena Favilli & Francesca Cavallo, 2016
Traducción: Ariadna Molinari Tato
Ilustraciones: Ver listado de ilustradoras
Diseño de cubierta: Pemberley Pond
Editor digital: NoTanMalo
Corrección de erratas: Odelbor, algarrobonegro
ePub base r1.2
A todas las niñas rebeldes del mundo queremos decirles:
sueñen en grande,
aspiren a más,
luchen con fuerza
y, ante la duda, recuerden esto:
lo están haciendo bien.
PREFACIO
H ay muchas razones por la cuales este libro siempre será especial para nosotras. Algunas son evidentes: la suma de dinero sin precedentes que reunimos a través del crowdfunding (¡más de un millón de dólares!, siendo el libro original que más recursos ha obtenido en la historia del financiamiento colectivo), la cantidad asombrosa de patrocinadores de más de setenta países y el privilegio de trabajar con docenas de artistas e ilustradoras talentosísimas de todo el mundo.
Sin embargo, también hay otras razones no tan obvias: las cartas de futuras madres y padres que nos contaron que era el primer libro que compraban para sus hijas. La amiga de una amiga que dijo que esta campaña le dio la confianza de arrancar un proyecto muy importante para ella que había dejado en pausa durante mucho tiempo porque «¿y si fracasaba?». El correo electrónico de una madre fascinada con tener un libro que pudiera ayudarla a compartir su visión del mundo con sus tres hijos varones, no solo como madre de familia, sino como mujer. Y, sobre todo, la inmensa confianza que nuestros seguidores y seguidoras han tenido en nosotras.
Esta clase de confianza no es algo que las mujeres experimentemos con mucha frecuencia. No la damos por sentada. ¿Cómo podríamos? La mayoría de las mujeres extraordinarias cuyas historias están relatadas en este libro nunca experimentó este tipo de confianza. Independientemente de la importancia de sus hallazgos, la audacia de sus aventuras o el alcance de su genio, con frecuencia las subestimaron, olvidaron y hasta borraron de la historia.
Es importante que las niñas conozcan los obstáculos que enfrentarán a lo largo de su vida, pero también es esencial que sepan que dichos obstáculos son superables. No solo encontrarán formas de sobreponerse a ellos, sino que pueden ir eliminándolos para las mujeres del futuro, igual que lo han hecho las grandes mujeres de este libro.
Cada una de las cien historias aquí contenidas demuestra el poder transformador de un corazón que confía.
Esperamos que estas valientes pioneras sirvan de inspiración. Ojalá que sus retratos les transmitan a tus hijas la fuerte creencia de que la belleza se manifiesta en todas las formas y colores, y a cualquier edad. Deseamos que cada lector y lectora se convenza de que el mayor éxito es llevar una vida llena de pasión, curiosidad y generosidad. Y quizás así cada una de nosotras recordemos a diario que tenemos derecho a ser felices y a explorar el vasto mundo que tenemos frente a nosotras.
Ya que tienes este libro entre tus manos, no nos queda más que sentir confianza y entusiasmo por el mundo que estamos construyendo juntas. Es un mundo en el que el género no definirá el tamaño de nuestros sueños ni la distancia que podemos recorrer. Será un mundo en el que cada una de nosotras afirmará con confianza: «¡Soy libre!».
Gracias por ser parte de esta aventura.
Elena Favilli
Francesca Cavallo
ADA LOVELACE
MATEMÁTICA
H abía una vez una niña llamada Ada a quien le encantaban las máquinas.
También le fascinaba la idea de volar.
Estudió a muchas aves para descifrar el equilibrio exacto entre el tamaño de las alas y el peso del cuerpo. Probó distintos materiales y realizó múltiples diseños. Nunca logró planear como un ave, pero creó un hermoso libro de ilustraciones llamado Flyology (Vuelología), en donde anotó todos sus hallazgos.
Una noche, Ada asistió a un baile donde conoció a un viejo matemático cascarrabias llamado Charles Babbage. Ada también era una matemática brillante, así que no tardaron en convertirse en buenos amigos. Charles la invitó a ver una máquina que había inventado. Se llamaba máquina diferencial, y podía sumar y restar números de forma automática. Nadie nunca había hecho algo así.
Ada estaba fascinada.
—¿Y si construimos una máquina que haga cálculos más complejos? —le preguntó a Charles. Ambos pusieron manos a la obra. Estaban muy emocionados. La máquina era descomunal y requería un enorme motor de vapor.
Pero Ada quería llegar más lejos.
—¿Y si logramos que esta máquina toque música y muestre letras además de números?
Lo que Ada estaba describiendo era una computadora, ¡mucho antes de que se inventaran las computadoras modernas!
De hecho, Ada creó el primer programa computacional de la historia.
10 DE DICIEMBRE DE 1815 – 27 DE NOVIEMBRE DE 1852
REINO UNIDO
ALEK WEK
SUPERMODELO
H abía una vez una niña llamada Alek que siempre se detenía junto a un árbol de mangos para comerse uno cuando volvía a casa de la escuela.
En el pueblo de Alek no había agua corriente ni electricidad. Debían caminar hasta un pozo para obtener agua potable, pero su familia y ella llevaban una vida simple y alegre.
Por desgracia, un día se desató una guerra terrible y la vida de Alek cambió para siempre. Su familia y ella debieron huir del conflicto en medio de sirenas de advertencia que aullaban en todo el pueblo.
Era temporada de lluvias. El río se había desbordado, los puentes para cruzarlo se habían hundido y Alek no sabía nadar. Le aterraba ahogarse, pero su mamá la ayudó a cruzar el río a salvo. En el camino, la mamá de Alek intercambió sobres de sal por comida y pasaportes, pues no tenían dinero. Con el tiempo, lograron escapar de la guerra y refugiarse en Londres.
Un día, mientras Alek paseaba en el parque, se le acercó un reclutador de talentos de una afamada agencia de modelos. Quería reclutarla como modelo, pero la mamá de Alek no estaba de acuerdo. Sin embargo, el agente persistió, hasta que por fin la mamá de Alek accedió.