¿Has pensado cuántas horas al día te pasas mirando la tele? No nos damos cuenta y el cine y la caja tonta nos enseñan, o mal enseñan, infinidad de detalles; muchos de ellos no dejan de ser unos topicazos enormes, que de tanto repetirlos los hemos asimilado como verdaderos y cotidianos.
Dicho esto, ¿era necesario escribir un libro de tópicos de cine en clave de humor? Y lo más interesante, ¿era necesario que tú lo compraras?
La Academia Internacional de Cine se ha reunido dando una respuesta unánime: “Por supuesto”. Seguido de un “Y menos mirar el “whats app” y más leer libros, hombre ya.”
Al igual que un buen dentista esperamos que estas páginas te arranquen una sonrisa y recuerda, aunque sea un libro sobre cine, procura no leerlo comiendo palomitas, que luego lo pones todo perdido.
Cheques; invitaciones a fiestas y demás regalos los podéis enviar a:
- Los personajes no apagan nunca una luz cuando salen de una habitación. ¿Para qué? Es Hollywood.
- Te taladran con que las artes marciales sirven para alcanzar la sabiduría, claro, por eso todos los científicos son cinturón negro de judo.
- Para que los delincuentes se salven sólo tienen que hacer una cosa: Cruzar la frontera del estado. ¿Acaso los estados vecinos se llaman Amnistía City o Amnesia Town?
- Cuando la cámara enfoca el techo de un edificio, que dispone de una claraboya de cristal, tarde o temprano alguien caerá al vacío atravesándola en mil pedazos. Otra posibilidad es que, o los malos o la policía, se descuelguen de un helicóptero y entren en el edificio rompiendo la claraboya. Pero, si cuando ruedan la escena, no sale bien a la primera, ¿cómo lo hacen? ¿vuelven a colocar el techo entero? Y ¿quién barre los trocitos de cristal rotos?
- Cuando un personaje está herido siempre hay alguien que pregunta si se pondrá bien y la respuesta clásica es: “Ha perdido mucha sangre”. Venga va, dilo claro, que le quedan dos suspiros para palmarla.
- Cine de culto: expresión que significa que es un cine tan aburrido que sólo un tío de esos que va muy de culto va a verlo, bueno, muy culto, y muy fumado.
- En un accidente de tráfico es imprescindible que haya un barranco o un acantilado por el que el automóvil caiga y dé unas trescientas vueltas de campana antes de explotar. ¿Qué pasa con los coches americanos, vienen ya de fábrica con el paquete de autodestrucción incorporado?
- Unos delincuentes se han atrincherado reteniendo a varios rehenes. El protagonista atraviesa el edificio arrastrándose por los conductos de aire acondicionado, que casualmente tienen el tamaño de una autopista, y que en vez de estar llenos de roña están más brillantes que la calva de Don Limpio.
- Una manera de escapar de la cárcel es esconderse dentro de un cesto de la ropa sucia que luego trasladan al exterior en una furgoneta. Anda que como sea el cesto de los calzoncillos sucios de toda la prisión…
- El caballo del vaquero está malherido y trata de levantarse entre relinchos de dolor. Hay que sacrificarlo pero ninguno de los presentes se atreve. El vaquero, muy apenado, se acerca y le pega un tiro. La frase final siempre es: “Era un buen caballo”.
- Nunca veremos a nadie haciendo sus necesidades fisiológicas. A los personajes del cine no les hace falta ir al baño, y, si vemos alguno en un lavabo, seguro que a los pocos segundos alguien le matará.
- El prota está tomándose unas cervezas con un amigo, y sin venir a cuento, le explica alguno de sus traumas de infancia, como cuando se la pilló con la cremallera de la bragueta y le pusieron tres puntos de sutura.
- Después de que alguien recibe una mala noticia por teléfono siempre cuelga el auricular poco a poco y luego se queda mirando fijamente el teléfono. ¿Qué espera ver? ¿La factura de Internet?
- En las comedias románticas el prota guapo tiene un amigo feo que no liga nunca. Es tan feo que si llamara a un teléfono erótico le colgarían.
- Para que no se vean los detalles de un brutal asesinato se sustituyen por primeros planos de la cara del asesino a quien le salpica la sangre en medio de un sonido tipo “escrups”, como si reventara un tomate radioactico a hachazos.
- En vez de matar al malo lo antes posible, el prota, pistola en mano, prefiere entretenerse y adornarlo con frasecitas tipo “Sayonara baby”. Con lo fácil que sería pegarle un tiro y decir un: “Ala, a tomar por culo”.
- Es poner a un personaje atormentado frente al espejo y automáticamente su cerebro se vuelve loco. Le suelta un puñetazo al espejo que se rompe en mil pedazos, eso sí, de manera que su cara siga reflejándose en cada uno de los trozos.
- Justo cuando el prota ha demostrado ser súper valiente salvando a alguien se empieza a escuchar de fondo un aplauso lento, lento. Es el malo que sale de entre las sombras cachondeándose de la acción del prota.
- Si el asesino está a punto de acabar con el prota, en vez de cortarle el cuello como si fuera mantequilla se entretiene en dar un discurso sobre el porqué es tan malo, que si de pequeño le robaban el bocadillo, que si le operaron de fimosis, etc. Ni qué decir que, mientras el malo se entretiene con el discursito, al prota le da tiempo de recuperarse.
- La poli tiene en la pared las fotos, de los sospechosos investigados, con unos cordeles de colores que relacionan todas las fotos entre sí. Anda que como venga la mujer de la limpieza y sin querer mezcle papeles y fotos, la que se va a liar.
- La protagonista parece fea y poca cosa. Pero se peina, se maquilla y se pone una minifalda a la altura de los sobacos y se convierte en una devora hombres de esas que cortan diamantes con los pezones.
- Cuando alguien invita a otro a cenar ¡quedan a las seis y media de la tarde! Si tan pronto no cenan ni los Teletubbies.
- Hay unas palabras que o bien salvarán a alguien de todos sus problemas o bien le llevarán a una muerte segura, son: “Programa de protección de testigos”.
- En todo funeral que se precie hay varios cochazos fúnebres de color negro. Las mujeres visten de luto riguroso, eso sí, con vestidos bien ceñidos. La desconsolada viuda porta una pamela con velo y una falda súper corta. Pobre muerto, aun no le han enterrado y ya va la viuda enseñando bragas.
- Si el entierro es de un soldado cubren el ataúd con la bandera americana y luego los soldados van doblando y doblando la bandera hasta dejarla casi del tamaño de un pañuelo. Pero, ¿cómo lo hacen? Porque yo intento doblar una simple toalla y me queda hecha un truño.
- Todos los políticos que se presentan a unas elecciones tienen terribles secretos que los asesores de campaña tratan de ocultar. Y sus campañas se financian con dinero de empresarios corruptos que ponen o quitan a los políticos según su interés. Un momento, ¿hablamos de la tele o de la realidad?
- Van unos soldados por la selva y uno de ellos dice: “quietos”. Y es que ha visto un puñetero hilo transparente atado a una bomba trampa. Pero ¿a qué óptica va ese hombre? Si se muere yo quiero que me trasplanten sus córneas.
- Siempre hay un grupo de polis que entran en un almacén de mala muerte y uno de los polis tiene como un presentimiento y dice: “salgamos de aquí, es una trampa”. Y se van corriendo justo cuando explota una bomba que les hace saltar a todos por los aires, aunque aterrizan ilesos. Ese poli está desaprovechado, con esas intuiciones que se dedique al Tarot.
- Al prota, que va a pie, le disparan desde un helicóptero con una ametralladora que suelta unas balas como salchichas. Pues va el prota con su pistola, que parece de juguete de feria, y de un disparo alcanza al helicóptero y lo hace explotar. Como tenga tanta puntería con sus espermatozoides, de cada polvo saca quintillizos.
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